v e i n t e | Kiss me

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—No te tenemos la clave, hay que romper el candado —sentenció Namjoon, apresurado

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—No te tenemos la clave, hay que romper el candado —sentenció Namjoon, apresurado.

—Está hecho —dijo Raven al instante, después de abrir el casillero sin la necesidad de romper el candado.

Esta fue una de esas tantas veces en que la rubia dejaba con la palabra en la boca a su hermano.

Libros, apuntes, fotos y hasta un espejo adherido al reverso de la puertilla de la taquilla era lo que había dentro; pero lo único que importaba era el arma con el que mataron al miembro del equipo, misma que se alojaba en el lugar más recóndito de ese pequeño espacio. De una esquina, detrás de los libros, Raven extrajo el cutter que tanto aseguraba que existía. Al no tener guantes lo tomó con el gorro de lana.

Lo analizó, pero incluso las respuestas eran muy obvias si se observaba de cerca.

—Intentó remover la sangre, pero siguen habiendo restos de ella. Es este. —Prosiguió a olerlo sólo para afirmar lo siguiente—: Sí, este este; tiene olor a nicotina.

—¿Qué sabes de eso? —cuestionó el detective Do.

—Vi a la chica antes del partido, en sus dedos habían restos de nicotina. Si tenemos suerte podemos encontrarla todavía por los alrededores.

—Me llevaré esto al laboratorio —dijo Goeun después de que Raven le entregara el arma.

—¡Ahora! ¡Busquen a la muchacha con las características que se mencionó: castaña, metro sesenta y delgada! —Namjoon dio la orden a todo el equipo—. ¡Rápido! ¡Busquen por todo el perímetro!

De pronto, Raven, con las manos puestas en las caderas, soltó una risa bastante sonora y cargada de felicidad. Todos regresaron a verla en medio de un silencio interrogante.

—¡Esto es asombroso!

—¡Raven! —espeté en un susurro por la incomodidad. El regaño iba en su nombre.

—¿Qué?

—¿Puedes tener un poco más de consideración? Mataron a alguien.

—¿Debería?

—¡Sí!

—Okey. Lo siento. —Se disculpó con los presentes, aunque sabía que no era sincera.

Namjoon suspiró y negó como si su hermana no tuviera más remedio.

—Los veo en la jefatura —nos dijo antes de darse la vuelta e irse entre los pasillos.

Horas después, el detective Kim arrojó sobre la mesa un par de expedientes, fotos y todo lo que tenía que ver con la muchacha sospechosa. Geoun puso en pausa un video de la misma chica que se transmitía en uno de los monitores del laboratorio.

Mentes Criminales » Jeon Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora