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Paralyze - NF // X Ambassadors - Unsteady
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El mutismo parecía con el pasar de los minutos hacerse más sepulcral, más nebuloso, más inquietante, más desesperante. Los sorbidos de mi nariz pasaban desapercibidos ante tal silencio y la presunta oscuridad. Miré el reloj eléctrico sobre el velador; eran la una, casi las dos de la madrugada. Casi cuatro horas tratando de asimilarlo todo. Más allá de tristeza, sentía rabia. No con nadie en lo absoluto, quizá con la propia vida porque de pronto me sentía parte de su juego, donde yo simplemente era una maldita marioneta a la que podía engañar.
Mi mente era un mar de pensamientos, dudas sin resolver e ideas planteadas sin mucho fundamento. Sentía la extrema necesidad desesperante de hacer algo, de moverme de esta jodida habitación, pero mi mente no procesaba una idea profunda que me convenciera. Era como si viviera dentro de una capsula recargada de limitaciones.Me dije que debía ordenar mis pensamientos, y entre más luchaba por hacerlo, más me sentía perdido.
Fue así como la impotencia creció a mil. Ya para cuando caí a mi realidad supe que pasaron días en los que estuve sin moverme, sin siquiera poner un pie fuera de estas cuatro paredes. A pesar de no verme en un espejo, el peso debajo de mis ojos se sentía y de alguna u otra forma las ojeras eran casi palpables. El hambre o mi estomago mucho menos se encargaron de avisarme lo importante que era el comer. El apetito se fue.
El veintinueve de diciembre, a eso de las once de la noche fue cuando me animé a salir sin algún objetivo específico, pero de todas formas las ganas se presentaron porque sabía que si no me movía iba a terminar alucinando y entrando en agonía. Deambulé por las calles como una criatura ojerosa, dejando de lado el frío que era muy persistente. No tenía a nadie, ni siquiera pensé en que Jin pudiese ayudarme pese a lo que era. Mi mente entró en un estado de bloqueo en donde todo el mundo me parecía inservible
Pero como si lo hubiese llamado con el pensamiento, él apareció delante del edificio cuando la caminata por la calle no me ayudó en nada y decidí regresar. Avisté el maletín de cuero negro que colgaba en su mano, sus mocasines y su ropa de tela; así que supuse que había terminado de dar su última consulta. Me observó y fue como verme delante de un espejo para saber como estaba, pues echó un suspiro lamentable.
—Mírate —dijo—. Esto es lo que pasa cuando los pacientes se dan el alta ellos mismos.
—Nunca me he dado el alta —respondí sin muchas ganas de empezar un debate.
—¿Sí? Pues te ves lamentable y eso solo explica que aún no te encuentras bien. ¿Qué sucede, Jungkook? Si he venido a verte antes que a tu padre es porque sé su clase de relación. Dime qué sucede, soy tu psiquiatra, sabes que puedo ayudarte. Para eso estoy.
—Hablamos mañana, ¿sí? —repliqué pasando a un lado de sus hombros.
—Jungkook —protestó, entonces, antes de seguir avanzando me detuve y lo encaré.
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Mentes Criminales » Jeon Jungkook; BTS
FanfictionLos psicólogos afirman que retener las emociones no es nada recomendable, pero ¿qué pasa cuando aquello se cumple y alguien tiene que sobrellevar algo amargo a lo largo de su vida? ¿Qué es lo que pasaría si el detonante preciso aparece y promete der...