La música logró despertarme.
Tan pronto fui consciente de la realidad me que esperaba, sentí las punzadas atacar mis sienes. Todo me fastidió: la luz, los murmullos, todo. Y este debía ser la descripción más cliché del mundo, pero en serio me dolía la jodida cabeza.
Heart of glass de Blondie llegó a mis oídos por encima del demás ruido que era capaz de percibir y presenciar pese a que abría los ojos lentamente. El rostro de Sang-tae se asomó frente a mi campo de visión, gateaba sobre mi pecho mientras tocaba mi rostro. Avisté a Eunwoo jugando en la misma habitación junto a Suho y Jihoon —«Las Bacterias si hablábamos en el idioma de Raven—, y me pregunté qué carajos hacían aquí.
Sobre la cama había un ordenador portátil que reproducía la música que mencioné junto a una secuencia de videos. Los videos no fueron relevantes hasta que me di cuenta de que en ellos aparecían Yoongi y todos nosotros. El mayor, por un lado, peleándose y jalándose el cabello con medio mundo afuera del bar; y luego los chicos y yo haciendo de ridículos.
—¿Qué mierda...? —Me incorporé de la sorpresa. Entorné los ojos y de momento no me importó que la luz de la pantalla molestara mi vista—. ¿Qué carajos...?
Jackson salía por un extremo berreando y con las iniscutibles ganas de quedarse en el local, Taeyong y Jimin abrazándose por otro lado, Shownu saludando a la cámara sin ningún sentido puesto y Taehyung casi llorado afuera de la calle con el trasero metido en un tacho de basura.
Al distinguir el ambiente del video, con suma urgencia revisé mi brazo y lo primero que quise fue pegarme un tiro. ¿Qué diablos había hecho?
Pegué un grito que alertó a los niños.
Tenía todo el antebrazo tatuado y protegido por el recubrimiento de un plástico transparente. Tenía desde una flor de Tigre, un buey, frases en inglés y hasta una mano de esqueleto que, extrañamente, asocié con Martina.
Maldije antes de agarrarme del cabello y desear tener una puta máquina del tiempo. ¿En qué carajos estaba pensando cuando le hice caso a esos cabronazos? San-tae pareció entender mis sentimientos, pues ayudó a jalarme del cabello con la poquísima fuerza que se cargaba.
—Oh, oh, dijo la palabra con M —comentó Suho, o mejor conocido como Coco—. Mi madre dice que no debemos decir malas palabras, nuestra boca se ensucia y nuestra alma se envenena.
—Tu madre claramente nunca ha tenido un ataque de histeria —repliqué—. ¿Cómo es que están aquí?
—El primo Nam pasó dejando a Sang-tae para que Raven lo cuidara y nos terminó trayendo —explicó Jihoon, alias Espirilo.
Pensé en preguntar por Raven, pero una llamada entrante de Taehyung me detuvo.
—Voy a matar...
—Primero mato yo a tu novia —me interrumpió con brusquedad.
—¿De qué hablas? —me quejé. La verdad es que hasta el más mínimo chillido me irritaba ahora. Y todavía más con todo el escándalo que se escuchaba detrás de la línea, de fondo, entre eso a Goeun berreando como si fuera la cantante de una ópera.
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Mentes Criminales » Jeon Jungkook; BTS
FanfictionLos psicólogos afirman que retener las emociones no es nada recomendable, pero ¿qué pasa cuando aquello se cumple y alguien tiene que sobrellevar algo amargo a lo largo de su vida? ¿Qué es lo que pasaría si el detonante preciso aparece y promete der...