Los psicólogos afirman que retener las emociones no es nada recomendable, pero ¿qué pasa cuando aquello se cumple y alguien tiene que sobrellevar algo amargo a lo largo de su vida? ¿Qué es lo que pasaría si el detonante preciso aparece y promete der...
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Woman like me de Little Mix sonaba por todo el gimnasio mientras yo seguía su letra y trataba de igualar los rangos vocales de Perrie, sentada... sobre la espalda de Jungkook mientras él hacía flexiones de pecho.
Todavía no se había quejado. Lo tomé como una autorización silenciosa para quedarme donde estaba. También como si fuese su herramienta para entrenar.
Creo que la música, teniendo en cuenta su significado, más bien servía como un motivador y una forma de impulsar el empoderamiento femenino en todas esas mujeres que permanecían haciendo ejercicios en las caminadoras eléctricas, en el extremo que daba con los grandes ventanales.
A los hombres... Bueno, que les partiera un rayo. Aunque Jungkook se veía muy motivado. Quizá solo debía cambiar la letra por “man like me”.
Era la primera vez que lo acompañaba, no puso peros y ya me aprendí su rutina. Sus bíceps, tríceps y deltoides dejaban en claro el esfuerzo que ponía. Llevaba una camisa sin mangas. Empezaba a prestarle más atención a esos detalles y caí en la cuenta por qué muchas aquí lo observaban. Además de que era la única persona que me parecía atractiva en este inframundo. Digo, mundo. Al principio solo era en forma sentimental, ahora también su físico.
—Oye, Quinta integrante de Little Mix. —Sus brazos quedaron extendidos, lidiando aun más con mi peso. Me cuestioné si no le afectaba lo suficiente—. Ya es suficiente, ¿no? Mi espalda está por colapsar.
—¿Tan pronto? —murmuré. Empujé la mantura de mis lentes con los nudillos. Después de mucho tiempo los encontré.
—Eso lo dices porque no eres la que soporta el peso... Aunque eres más liviana de lo que pensé. —Volvió a flexionar sus brazos, una y otra vez—. Creo que deberías conseguir amigas, sería bueno para ti. La psicología afirma que no tener amigos es malo para la salud.
—La psicología también afirma que el ser humano sólo necesita dos amigos cercanos en quien confiar, y ya tengo a dos: Martina y tú.
—¡Martina es un cráneo! —espetó—. Y yo... Bueno, conmigo es distinto. Somos más que amigos, no vendría a ser lo mismo.
—Podemos contar a Yoongi. No sería mi primera opción, pero es pasable.
—No sería una amistad si... —Dio una pausa y agregó con esfuerzo, jadeoso—: se la pasan peleando todo el tiempo. Además, no creo que Yoongi sirva de mucho como confidente. Y te dobla la edad, no, no, al diablo. Descartado.
—¿Por qué me pides esto cuando tú tampoco tienes las mayores de las confianzas con Jasson y los otros chicos que no recuerdo sus nombres?
—Jackson. —Corrigió—. Y buen punto. Pero te sorprendería saber que gracias a ellos mi vida no es toda una mierda. Al final de cuentas sí son entretenidos. Salimos, vamos al bar de los chicos y vamos con chicas. Bien, en esa sección estoy retirado, si se le puede decir así. El porcentaje de esas actividades ha disminuido desde que me volví una especie de caza fantasmas versión asesinos. Pero ¿entiendes mi punto?
