Capítulo 48.

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Capítulo 48.
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¿Día de Hacer Amigos?
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Como bien habían acordado los adultos en hacer; el reencuentro entre ambas Zeros se llevaría acabo en el parque que hay entre la Mafia y la Agencia, dándoles más seguridad a ambos jefes que estarían presentes por si se necesitaba de su ayuda y poder.

La pequeña de cabellos albinos, había pedido por favor ser encerrada y nunca más ver la luz del sol, pero con las dulces palabras del albino y su mentora, consiguieron ponerla bajo vigilancia las veinticuatro horas del día por el Shin Soukoku, dejando así un poco más tranquilos a todos.

La castaña, había sido adoptada (o estaban aún en proceso de adopción) por Mori, y todo gracias a que Helena tuvo que sacrificarse por el bien de sus pequeños y pedirle a los juzgados una sentencia muy estricta sobre ella y que se le sumasen los cargos de sus criaturitas para que esos pobres niños, pudiesen tener una vida normal de vuelta en Rusia o en Japón.

Los jueces aceptaron, y los pequeños fueron liberados de todos los cargos, pero a causa de eso, ahora Helena estaría casi de por vida encerrada entre cuatro paredes, a la espera de sus actividades en prisión y que le permitiesen el permiso de salida para poder ir al menos y hablar con sus niños ya convertidos seguramente en adultos grandes y capacitados para vivir en una sociedad.

Pero aunque todo había tenido una forma casi positiva de finalizar, aún quedaba una última petición por parte de la adulta. Que ambas niñas se reencontraran de nuevo y pasasen tiempo juntas.

¿Muy simple no? Pues no lo es tanto, la albina se negaba a salir del cuarto que ahora tenía en la casa del albino atigrado, pues sentía casi que el sol la quemaba o que no se veía digna de ver los rayos del sol, e incluso de no pasear con la gente normal.

El pobre Atsushi ya no sabía que más hacer, pero una vez su jefe llegó con él para intentar convencer a la pequeña de salir y jugar, o al menos hablar un poco y que la diese el aire; Atsushi pudo soltar un largo y tendido suspiro al escuchar a la pequeña aceptar, casi sintiendo en ese momento que sus piernas cedían y caía al suelo como si fuese un trozo de papel.

Por otra parte, la castaña había estado durmiendo estos últimos días con su hermano y Chuuya en la misma cama, con la excusa y ayuda de Chuuya de "me siento sola y no me gusta. " haciendo a Dazai aceptar que la niña durmiese con ellos solo por no verla triste de nuevo y tener la misma pelea de nuevo con Chuuya sobre que la niña ahora comía menos que antes.

Rose se había estado adaptando bastante bien a su vida con el castaño y el pelirrojo, pues Mori y Fukuzawa aceptaron las peticiones de Helena, sí a cambio dejaba que tanto Dazai y Chuuya, cuidasen de Rose; y Ryunosuke y Atsushi de Cyan.

La pequeña había decidido aceptar vivir en Japón con su nueva familia, al mismo tiempo que también había aceptado en colaborar con las autoridades para dar cierre a los juicios de aquel caso en el que ella estaba tan metida que casi la ahogaba por completo el agua del profundo pozo.

Y aunque el plan era reunirlas a ambas en un parque bien vigilado, para que se reencontraran y hablasen o jugasen un poco; el temporal y el cambio de estación les arruinaron los planes del parque.

Dazai había terminado de hablar por teléfono con su querido subordinado, dejándolo con un mal sabor de boca que le costó quitarse, dándole la noticia a la niña que ahora jugaba con el pelirrojo a las cartas. —Rose-chan, escucha un momento ¿sí? — pidió guardando su teléfono y sentándose de rodillas en el suelo, siendo consciente de como los ojitos castaños de la niña lo observaban atentos. —Cyan-chan ha pillado un resfriado y no podrá jugar contigo hoy.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora