Capítulo 33.

106 16 8
                                    

Capítulo 33.
--------------------
El Chat con Gente no está Mal.
----------------------------------------------
----------------------------------------

El más bajo por estatura acabó dormido sobre el pecho de su compañero alrededor de las once de la noche, y mientras, el castaño no podía evitar observar aún los ojos rojos por el llanto del pelirrojo y lo hermoso y calmado que se encontraba después de recibir aquellas caricias y soltar aquellas lágrimas.

-*Así que esto es el amor ¿eh~? * - pensó Dazai. Puede que se estuviese confundiendo y fuese un efecto puente, eso es lo que pensarían muchos; pero, luego de pensarlo y darse cuenta por si mismo de las sonrisas que soltaba cuando veía alguna faceta del pelirrojo calmado, o el como algo dentro de él se encogía cuando le pasaba algo al enano que dormía como un condenado sobre él, le hicieron llegar a la conclusión de que posiblemente aquello no fuese un simple efecto posts-shock.

Acariciando y apartado unos mechones que siempre caía sobre el rostro del bello durmiente, Dazai no pudo evitar sentir la necesidad de abrazar un poco al pelirrojo, llevándose la sorpresa de que antes de que lo hiciera él ya lo hizo el pelirrojo.
Soltando un suspiro divertido, Dazai no pudo evitar apretar un poco el agarre que tenía sobre la espalda del pelirrojo y llevarlo más hacia el respaldo del sofá y no tanto hacia la caída del fin.

-Dazai-san... - llamó la pequeña desde el marco de la puerta.

Dazai levantó su mano indicándola donde se ubicaba, y solo le quedaba esperar a la llegada inminente de su hermanita.

Poniéndose enfrente del castaño, Dazai pudo ver el rostro de la menor y aquellos ojos amarillentos que seguramente la ayudaban a verle mejor en la oscuridad. -¿Qué pasa? - preguntó susurrando para evitar molestar al pelirrojo.

-¿Puedo dormir con ustedes? - preguntó tímida mientras jugaba con el borde de la camisa de su pijama.

-¿Has tenido una pesadilla? - preguntó Dazai apartando como mejor podía los mechones de la menor de su rostro.

Rose negó y habló en el mismo tono que el castaño. -No me gusta dormir sola... - dijo un poco avergonzada.

Dazai sonrió de lado con ternura al escuchar aquello. -Bien. - aceptó a la petición de la menor. -¿Quieres traer al peluche que te regalamos? Si lo dejas allí también se sentirá solo. - mintió solo para lograr que la menor se fuese a por él.

Viendo que los tres no entrarían ahí y que alguno se acabaría cayendo al suelo; Dazai intentó levantarse y llevarse al pelirrojo en brazos hasta su habitación para recostarlo en la cama y esperar a la más pequeña en su llegada.

Una vez en la cama los cuatro, Dazai no pudo evitar mirar a la pequeña que dormía en medio.
-¿Tienes pensado un nombre? - preguntó en susurros mientras miraba al peluche-cojín de gato que abrazaba la más pequeña.

-No... - dijo la menor sabiendo a que se refería.

-No puedes dejarlo sin nombre... El nombre es la principal muestra de afecto y existencia de uno. - explicó Dazai apartándola unos mechones de la cara.

-Pero no sé me ocurre ninguno...

-¿Puedo darte una sugerencia? - preguntó Dazai.
La menor asintió.
-¿Por qué no le pones el nombre de algo qué te guste o qué tenga? - preguntó.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora