Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]

Capítulo 37.

Capítulo 37.
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Las Decisiones A Veces Pueden Llevar a Actos Extraños.
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La mañana se pasaba entre los pequeños agujeros de las persianas y se dejaban ver en las sabanas como pequeñas motas de luz que no molestaban a muchos a la cara o provocaban alguna incomodidad.

Por culpa del constante peligro, el castaño había sido incapaz de dormir en la cama, así que se quedó dormido a los pies de la cama, esperando al nuevo día con la esperanza de no caer rendido; para su mala fortuna, el entrenamiento de la Port Mafia de no dormir durante semanas, había ido desapareciendo con los años que estuvo desertado.

El primero en percatarse de la luz del nuevo día, fue Chuuya, quien se molestó al sentir el sol en su nariz y boca y se quejó por ello.
Abriendo los ojos poco a poco como todo recién levantado, el pelirrojo revisó un poco sus alrededores; no estaba en el salón, ni en el sofá; estaba durmiendo en la habitación del castaño, en la cama del castaño y por alguna razón ambas niñas lo tenían apresado de su camisa de repuesto.
Desviando su vista a los pies de la cama, Chuuya se percató de una cabellera castaña que parecía caer y levantarse continuamente. Los mechones de ésta estaban alborotados y el dueño aunque estuviese dándole la espalda, juraría que si se mantenía despierto, seguramente tendría algo de baba cayendo por su boca o unas manchas negras que les daría envidia a cualquier panda.

Levantándose con pereza de la cama, Chuuya se deshizo del agarre de las niñas y lo sustituyó por una de las almohadas a reemplazo de su cuerpo.
Acercándose hasta donde estaba el castaño, Chuuya se detuvo y se arrodilló para comprobar si seguía vivo el propietario de vendas.

Dando pequeños toques en su hombro para despertarlo, Chuuya al fin lo consiguió.
Dazai abrió los ojos con cansancio y vio por primera vez en todo el día, la primera imagen que sus ojos apreciaron en la mañana; una mancha naranja que poco a poco se dejaba ver con más claridad. -¿Chuuya...? - preguntó cansando y con sueño.

-Momia despierta y responde. ¿Qué ha pasado? - preguntó.

Como respuesta, lo único que recibió fue la palma de Dazai en su mejilla y una cálida sonrisa que le mostró en gesto de tranquilidad. -Llegamos al mañana, menos mal...

Poco después de decir eso Dazai cayó al fin en los brazos de Morfeo, dejando así al pelirrojo con la duda de a qué se refería con ese "menos mal... ".

Ignorando lo que le había dicho, el más bajo miró a su alrededor y se encontró con las ventanas cerradas y echadas, dándole una ligera idea de que había sucedido en la noche.

Dejando eso de lado, se levantó y pensó en irse a preparar algo de desayuno y de paso despertar a las niñas, pero al ver desde arriba como Dazai estaba en ese estado de cansancio, el instinto de madre que tenía muy presente el pelirrojo se apoderó de él, logrando que como mejor pudiese lo levantase y llevase a la cama para un descanso más placentero; luego podría preguntar más si Dazai dormía.