Capítulo 34.

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Capítulo 34.
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Las Charlas de Colegialas, las Heridas y las Preguntas; siempre pueden decirte algo entre amigos.

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Los turnos habían acabado y todos se habían ido a sus respectivas casas o apartamentos.
Pero no concretamente todos se habían ido a la suya propia, pues el turno de ese día había acabado a las seis y media y aún quedaba tarde de por medio, así que ambos adultos de cabelleras castañas pensaron que sería buena idea dejar que ambas pequeñas jugasen juntas mientras ellos charlaban de la vida y tomaban algo mientras tanto.

Así que allí estábamos, en el salón/comedor del apartamento que tantas veces se han recorrido ya los pies de la pequeña castaña.
Los adultos estaban sentados en la mesa del comedor viendo como jugaban las niñas a sus cosas y de vez en cuando ellos se distraían y se ponían a hablar de temas diversos o muy serios.

-Momia ¿para qué me llamaste? - preguntó Chuuya después de haberse servido otra taza de café recién hecho.

-Sencillo, le dije a Helena que luego vendría un amigo a que le ayudase con su trabajo y que necesitaría que cuidase de las encantadoras damas que tenemos aquí, pero me daría pena dejarla todo el marrón a ella, así que te llamé. - explicó Dazai recostándose en la silla mientras gesticulaba y bebía café cuando podía o sentía su garganta seca.

-¿Y por qué yo? Yo no sé hablar ruso. - se excusó el pelirrojo volviendo a tomar asiento a uno de los lados de la mesa que daba espaldas a las niñas.

-Porque te llevas bien con los niños y te tienen cariño a pesar de no conocerte mucho. - dijo Dazai sorbiendo de su café. -Admitelo, eres buena mami.

-Repite lo de nuevo y te ahorco aquí mismo... - retó el pelirrojo.

-Buena mami. - repitió el castaño con tono y expresión burlesca.

-Te voy a... - y con sus manos formando ya el cuello del castaño, Chuuya casi se lanza encima de él, sino fuera por la risa suave de la doctora.

-Lo siento, pero... parecen llevarse muy bien ¿desde cuándo se conocen? - preguntó al ver como ambos adultos la miraban.

-Desde hace ocho años ¿por? - preguntó Chuuya volviendo a su sitio.

Otra suave risa de la joven. -Por nada, solo me recuerdan a unas personas que conozco. - dijo la joven doctora bebiendo de su café.

*Ding Dong*

-Debe ser él. - dijo Dazai levantándose para ir a la puerta.

Rose escuchó y vio como su hermano se iba, así que con curiosidad fue a preguntar al pelirrojo que ahora la miraba mientras ella se paraba justo frente de él. -¿Qué pasa Chuuya-san?

-Nada, sigue jugando un rato más. - dijo el pelirrojo mientras la echaba el pelo para atrás

Apareciendo por el marco de la puerta, Dazai se dejó ver seguido de un hombre alto y de cabellera oscura y de color rojiza, junto a un hombre más bajo y con lentes los cuales no dejaba de ajustarse.

Rápidamente Rose identificó a uno de ellos y no pudo evitar ponerse a la defensiva, haciendo que el pelirrojo allí presente diese un paso atrás para evitar su muerte.

Dazai entró y se acercó a su hermana, tocándola y acariciándola como si fuese un animal, pues viendo la posición de ataque que tenía y el como mostraba sus colmillos y orejas en señal de amenaza, un cierto parecido con un cazador no se lo discutía nadie. -Tranquila, es amigo. No nos va a hacer nada. - dijo Dazai.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora