Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]

Capítulo 28.

Capítulo 28.
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Bueno; la Paz Nunca fue Algo Sencillo.
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No era algo fácil de asimilar el ver a un mafioso de baja estatura junto a un castaño suicida en una juguetería del centro comercial de la zona, mucho menos si ambos estaban en la sección de niña y mirando peluches que a ser posible no les provocase arcadas a ambos o les dejara ciegos con la purpurina.

—Mierdazai... ¿Qué animal le gusta? — preguntó Chuuya mientras cogía diferentes tipos de peluche y miraba y palpaba la calidad de la tela y diseño.

—No me acuerdo... — dijo el castaño viendo enfrente suya un unicornio con los ojos más grandes que la propia cabeza de éste.

—¿Cómo no lo sabes? — preguntó Chuuya girando su cabeza para ver la atrocidad que veía su compañero.

—Si me lo dijeron no lo tuve en cuenta. — dio como excusa.

—Estamos jodidos...

Fue ahí que sus cables cruzaron y recordaron la cara de un felino gracias a un peluche de gato. —¡Ah! Creo que Atsushi-kun lo sabe. — dijo rápido mientras sacaba su teléfono y veía su lista de contactos.

—¿El hombre tigre?

—Sip. Rose-chan le tiene un fuerte aprecio y cariño. — respondió dejando su móvil en altavoz.

—¿Enserio? — preguntó el pelirrojo encorvándose para atrás con la respuesta dada por Dazai.

—¿Dazai-san? ¿Qué ocurre? — preguntó Atsushi al otro lado de la llamada.

—Buenas Atsushi-kun~. ¿Te acuerdas cuál era el animal favorito de Rose-chan?

—Mmn... Creo que eran los felinos.

—¡Oh~~! ¡Es verdad! Siempre estaba jugando con tu cola cuando podía.

—¿Lo hacía? — preguntó ahora Chuuya en bajo.

—Sip. Atsushi-kun, ¿podrías ayudarme un momento con una cosita?

—¿En qué le puedo ayudar, Dazai-san?

—¿Sabes que tipo de peluche le puede gustar a una niña de su edad?

—¿Peluche? ¡¿La va a hacer un regalo?!

—Sí. Quería disculparme con ella.

—Eso es un gesto muy tierno Dazai-san, seguro que Rose-chan se siente feliz con cualquier peluche o cosa que la regale. — dijo el ángel desde detrás de la llamada.

Mirando con burla, Chuuya no pudo evitar mofarse del castaño con una mirada que obviamente decía que concordaba con el albino; pero Dazai la ignoró por completo y siguió a lo suyo.

—Ya lo sé, pero quiero regalarle algo que la guste y pueda usar de seguido, pero que al mismo tiempo sea algo de su edad. — dictó el castaño sus exigencias.