Capítulo 38.

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Capítulo 38.
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Las Situaciones Más Extrañas te Pueden Llevar a Puntos Confusos.
(Primera Parte).
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—Estas son las instalaciones donde juegan los niños. — dijo la doctora mostrándoles todo el lugar. —Necesito que cuidéis de ellos mientras tengamos falta de personal. — añadió cerrando la puerta tras de si con solo posar su mano en un panel de reconocimiento de huellas. —Si os sirve de ayuda, tomar éste papel y dárselo a Lera. — dijo al fin la doctora. —¡Jack, Katya! ¡Es hora! — exclamó la doctora, esperando con las manos en los bolsillos a ambos niños que le dieron la mano.

Al poco tiempo, en la sala de gran amplitud, solo estaban los niños y ellos, y por lo que parecía ser, ninguno sabía que hacer en aquella situación.

Suspirando, Akutagawa dio un codazo al tigre asustadizo a su lado. —Jinko, tú los cuidas y yo traduzco. — dijo en palabras suaves.

El tigre asintió y se encaminó hacia los niños con el azabache por detrás.

—H-Hola... — dijo el tigre con la mano en alto y con su sonrisa nerviosa.
Recibiendo como respuesta una patada en las piernas del azabache, Atsushi cayó al suelo y miró con odio al portador del monstruo. —¡¿Qué haces?!

—¿No eras bueno con los niños? Pues demuestra lo, verte de esa forma me provocan arcadas. — dijo el azabache viéndolo desde arriba.

Bufando, el albino se sentó con las piernas a modo de indio y cogió aire; ahora vendría lo complicado. —Yo... Me lla-mo... Shiro Iida... Lla-mar-me.. Shiro-san. — dijo el albino gesticulando con sus manos. —Él.. Es mi com-pa-ñe-ro, Ryô-san... — de verdad que parecía estúpido.

¿Por qué habla así? — preguntó una de las niñas.

Porque es tonto. — respondió Ryunosuke allí parado.

—¿Sabes ruso? — preguntó el albino.

—Dije que sabía algo, no nada Jinko estúpido. — respondió el azabache dándole una patada en la espalda.

—¡Auch! Deja de pegarme, no soy tu juguete. — se quejó el albino incorporándose del suelo.

—Yo creo que sí lo eres. — respondió el azabache.

—Pero que-.

Disculpen... — interrumpió una de las niñas de no más de nueve años por la apariencia. —¿Pueden entendernos?

Uno hizo seña de demasiado, y el otro no mostró señal de nada.

¿Por qué están aquí? — preguntó otra de las niñas que iba agarrada de la mano de uno de los mayores.

Porque nos capturaron. — dijo Ryunosuke.

¡¿Captu-?! — exclamaron varios niños, pero ninguno fue capaz de terminar la palabra.

Viendo la conmoción en los niños, Atsushi miró al azabache. —¿Qué les has dicho?

—Preguntaron sobre porque estamos aquí y les dije la verdad. — respondió el azabache sin mirarlo.

Aún sin saber muy bien que les había dicho el azabache, Atsushi intentó calmarlos. —Esto... Helena-san -nos -dijo -que -le -dié-se-mos -es-to a Lera-san. — soltó despacio el albino y con el papel en la mano.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora