Capítulo 25.

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Capítulo 25.
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Los Sustos pueden Enseñarte Algo.
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Con la entrada de la caída del sol, un timbre sonó por toda la casa del castaño.
Y poco después de unos minutos que se los había pasado viendo como era el anochecer, la puerta al fin era abierta.

-Chuuya~... - dijo en voz baja el castaño mientras lo veía ahí parado, con la puesta detrás de él, iluminándolo como si fuese un dios.

-¿Eh? ¿Qué pasa momia? - preguntó Chuuya al ver como Dazai se quedaba petrificado aún con la puerta entreabierta. -¿Me dejas pasar ya, imbécil? - como siempre, mal hablado, pero sobre todo educado, así eran las conversaciones que solía llevar el pequeño pelirrojo.

Aun atontado por la hermosa escena que le daba el pelirrojo, tenía que contestar con un simple sí o no, pero algo le costaba decirlo al saber que dejaría de ver al más pequeño con el sol detrás y los hermosos colores naranjas, rosas y morados rodeándolo.
Cuando su mente mandó una corriente más fuerte a su boca y ésta estaba a punto de contestar, un grito se hizo en el interior de la sala.

Despertando a uno y alertando al otro, el Doble Negro no dudó en entrar a la casa corriendo, con o sin zapatos.

Ya fuese a paso rápido o corriendo, ambos adultos casi se la pegaban o con la pared o contra el suelo. Pero hicieron ver que aún con ese desliz, todo estaba bien y que era parte del plan.

-¡Rose-chan! - llamó el castaño desde el marco de la puerta de la habitación.

Ver como la habitación tenía apagada todas las luces y bajadaa las persianas, le parecía sospechoso a Chuuya, pero poco le importaba en ese momento. La menor era prioridad y el interrogatorio iría después.
Con nada de luz a su alrededor para ver bien a la menor, ambos adultos no sabían que hacer, pues Dazai le pedía a Chuuya que no diera la luz hasta que él se lo dijese, y Dazai no sabía que hacer con su hermanita.

Dando la luz del pasillo, Chuuya vio un poco en el interior de la habitación.

La menor se encontraba sumergida en una masa negra hasta la cintura, mientras que Dazai intentan buscar algo en su habitación para hacer de cuerda.

-¡¿Dónde coño guardé las sogas?! - gritaba y preguntaba el castaño mientras rebuscaba en sus cajones en busca de las sogas para suicidarse, pero al recordar que tanto Kenji como Tanizaki habían estado ahí, se intuyó que le habían pasado a sus sogas.
Pensando rápido, Dazai cogió sus sábanas de la cama, dándole igual como las cogía, solo quería atar dos de ellas para lanzárselas a su hermana que parecía ser comida por arenas movedizas.

-¡¿Pero que cojones haces?! - preguntó el pelirrojo al ver llegar al castaño con las sábanas.

-Si toco o me meto dentro de la habitación, actuará mi habilidad; si encendamos las luces, la habilidad se detendrá y Rose-chan se quedará ahí atrapada. Lo mejor es sacarla cuanto antes de ahí y después encender las luces y que yo desactive la habilidad. - decía Dazai mientras le lanzaba un extremo de la cuerda de sábanas que había hecho. -Rose-chan, necesito que cojas la sabana que te he lanzado para sacarte de ahí ¿me entendiste? - dijo el castaño con su tono rozando varios puntos ya álgidos de preocupación e histeria.

-Sí. Ya la tengo. - dijo la menor dando unos tirones para confirmarlo.

-Bien, voy a tirar hacia mí a la cuenta de tres. Una, dos, y tres.. - y con mucho esfuerzo el castaño empezó a tirar de las sábanas, pero la fuerza en la que chupaba la habilidad a la menor, era mucho mayor a su fuerza física.
Viendo que costaba más de lo que esperaba, el pelirrojo ayudó también y empezó a tirar de la "cuerda" hacía él.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora