Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]

Capítulo 41.

Capítulo 41.
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Charlas que pueden acabar e un sueño.

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Con la llegada del nuevo día, el Soukoku no tuvo más opción que ir directos a la Agencia para hablar con su jefe, pero el único problema al entrar, fue ver a un montón de gente alrededor de un maletín de aspecto sospechoso.

Tocando el hombro de su compañero rubio que se había quedado en su escritorio haciendo el papeleo asignado para ese día, Dazai no pudo evitar preguntar mientras sabía que el enano que ahora tenía como amante, también se acercaba a ver el objeto misterioso. —Kunikida-kun~~. — llamó, a lo que su compañero respondió con un gruñido. —¿Y ese maletín? — preguntó curioso.

—No lo sabemos, solo apareció ahí. Mejor no lo toques por si acaso momia. — pidió Kunikida sin apartar su vista del portátil.

Dejando al idealista en paz, Dazai se acercó también curioso a ver el maletín, pero antes de poder siquiera tocarlo, una fuerte voz se hizo presente en la Agencia junto a una puerta abriéndose.

Por la puerta que daba al resto de la Agencia, se mostró el Presidente, sereno y serio como de costumbre, y por la puerta de entrada, se mostró un doctor con muchos ánimos y energías que no debería tener ya con su edad, saludando y asustando a algunos al entrar sin cita previa.

Algunos se pusieron en guardia, pues el doctor traía consigo a dos de sus subordinados de Lagartija Negra detrás suya, uno fumando y la otra calmada pero en guardia.

—¡Buenos días! — exclamó el doctor.

—¿Mori-san? — preguntó Chuuya algo sorprendido de encontrar a su jefe por allí.

—¡Oh~! Chuuya-kun, ¿has decidido traicionarnos? — preguntó en broma al encontrarse a su subordinado en el montón de Agentes de por allí.

Nervioso como una uva para la recolecta, Chuuya negó, pero no pudo predecir que el padre de la momia se acercaría a él y le cogería de los hombros para sonreír le y asentir como si dijese "Ya lo sabía."

—Presidente. — llamó Dazai, dejando que su padre acosara a Chuuya un rato. —¿Qué es éste maletín? — preguntó algo curioso.

Deteniendo su acoso a Chuuya, Mori respondió. —Es un maletín que nos dejó Helena para hacernos cargo de él en su respectivo momento. — dijo Mori.

—Helena-san nos dio unas pistas y unos consejos para lo que hay dentro de él, pero aún así no sabemos con certeza que es. — añadió Fukuzawa.

—¿Y por qué no lo abren? — preguntó. —Si hubiese sido una bomba, ya habría explotado, así que dudo que sea algo peligroso. — dijo Dazai.

—Porque primero tenemos que hablar con ustedes dos en privado. — dijo Mori con un tono más suave, que sorprendió a muchos y asqueó a otros.

Tragando duro, Dazai asintió y acto seguido dejó ver que obedecería las ordenes que le pidiesen para guiarlo junto a Chuuya hasta el lugar indicado.

—Veo que Dazai-kun está dispuesto a obedecer, así que; Hirotsu-san, Gin-kun, quedaros aquí y descansar en los sillones de por allí. — dijo Mori indicando con su dedo el lugar dónde tendrían que quedarse sus subordinados.