Capítulo 26.

118 17 8
                                    

Capítulo 26.
--------------------
Recuerda que Todo lo Hermoso se acaba Pudriendo.
(Primera Parte)
-------------------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------------

Con la luz del exterior y las cortinas abiertas, Dazai bebía de su taza mientras que sus ojos se fijaban en el periódico de aquella mañana. El día era despejado y le habían dicho que se tomara unos días libres para descansar de una misión que había tenido hace nada, por eso no se preocupaba mucho por la hora que era ni si llegaba tarde a algún sitio (aunque de normal tampoco le preocupaba).

Por el marco de la puerta se asomó una figura femenina con uniforme escolar y cabellos castaños. —¡Me voy yendo! — exclamó la joven mientras recogía su mochila que estaba en el suelo con gran emoción.

—¿No te olvidas de nada? — preguntó Dazai sin apartar mucho la taza de sus labios.

—Nada. — dijo canturrona la voz de la joven.

—¿Libros?

—No.

—¿Cuadernos?

—No-o~.

—¿Tareas?

Nunca.

—¿Un beso? — preguntó el castaño bajando el periódico.

—Nop. — dijo la pequeña después de darle el beso de despedida en la mejilla al castaño. —¿Me puedo ir ya, Dazai-nii-san? — preguntó la menor ya con algo de prisa.

—Nop. ¿Has cogido tu almuerzo? — preguntó por último el castaño antes de dejar ir a su querida hermana menor.

—Sip. — respondió mostrándole la caja envuelta en un pañuelo que llevaba en una de sus manos.

—Entonces te puedes ir. — dijo Dazai ya liberándola de su prisión en la casa.

—Bien. ¡Me voy ya~! — exclamó la joven mientras se dirigía a la puerta. —¡Chuuya-san, que tenga un buen día también! — exclamó antes de cerrar la puerta y correr hasta el ascensor.

En el interior del apartamento se quedaron solo el castaño y el pelirrojo, los cuales solo mantenían un silencio mutuo que no los incomodaba. Uno leía el periódico mientras bebía su energía para el resto del día, mientras que el otro fregaba los boles sucios en la pila de la cocina.

Terminando de escuchar el sonido del agua correr por la pila, la figura del pelirrojo con una coleta alta y ropas de ir por casa no se hizo ciega en la sala.

—¿Rose se ha ido ya? — preguntó Chuuya viendo al castaño allí sentado y leyendo el periódico.

—Sip. Hoy parecía ir con prisa. — decía Dazai sin quitarse la sonrisa de la boca y sus ojos de las palabras delante suya.

—Vaya~... — dijo Chuuya sentándose en uno de los sillones de la sala para descansar un poco.

El silencio volvió a gobernar la sala entera.

—Ha crecido... — dijo el castaño nostálgico y sin levantar mucho su tono de voz.

—¿Eh?

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora