Capítulo 11.
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Uno: Advertencia. Dos: Consecuencia. Tres: Miedo.
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---------------------------------------------------------------------------—¿Osamu...? — una vez escuchó como aquella voz ronca lo llamaba desde la distancia, se giró en la dirección del sonido, viendo a contraluz unos cabellos rojizos desaliñados y una barba dejada durante posiblemente una semana o algunos días por falta de tiempo o pereza.
La figura delgada del hombre indicaba su baja forma pero su equilibrada vida; en sus manos dos enormes bolsas de plástico con posible comida y cena en ellas.Las comisuras de la boca de Dazai se curvaron en una sonrisa cerrada una vez logró ver quien era correctamente. —¡Oda! — gritó con fuerza el castaño al ver a su ex-compañero y actual mejor amigo.
La menor no evitó el ponerse detrás del castaño por una mezcla de nervios y miedo que de alguna forma habían surgido en ella.
Atsushi al ver aquello no pudo evitar sonreír al ver como Rose buscaba ayuda para intentar esconderse.Agachándose a su altura, le ofreció una de sus manos, a lo que la pequeña castaña no negó, y cogió.
Por otra parte, no faltaba que ambos adultos que hacía casi medio minuto atrás, habían sido torturados con las incesantes preguntas de un castaño endemoniado; ahora intentasen salirse por banda de la pequeña reunión que parecía a verse formado con la llegada del de cabellos rojizo cenizo.
La más pequeña al ver aquello, no pudo evitar el soltar la mano del albino para ir a por su "padre". Captando en el transcurso de ida, un aroma muy similar al del adulto proveniente de su compañero de al lado.
Sin pensárselo mucho, la pequeña cogió una prenda de la ropa de uno de los adultos para detenerlo, llamando así la atención de ambos adultos y algunos del grupo que no estuvieron muy interesados en la llegada del ex-mafioso.
Pero lo que no esperaban, era que la pequeña agarrara el manto del kimono de el de cabellos plateados, para segundos después llamarlo: —Papá. —
Ante este nombre, todos los que prestaban (como no lo hacían) atención a la escena de la pequeña, ahora clavaban sus ojos en ambos adultos casi victoriosos de su huida.
—No Rose-chan, papá está aquí. — hablaba nervioso el de cabellos oscuros a la altura de su hija.
La pequeña negó, y la expresión de asombro en el rostro del doctor no se ocultó.
—Papá. — volvía a decir la pequeña sin soltar el manto del kimono, logrando que el frío hombre al que sujetaba lp mirase desde las alturas, la menor hizo lo mismo, viendo así la expresión neutra del hombre al que hacía unos momentos atrás había llamado " Papá ".
—Rose-chan, papá está aquí; y allí tus hermanos mayores. — hablaba Mori mientras cogía a su hija en brazos.
La pequeña no soltó el manto del kimono hasta que el adulto la obligó de forma suave, haciéndola dejar aquella tela para que volviese a caer por causa de la gravedad.
—Pero huele a Mori. — habló la pequeña, sorprendiendo a más de uno por su cambio de idioma, y a otros por su contestación.
—Dazai, ¿quién es ella? — preguntó el de cabellos rojizo ceniza.
—Mi hermana pequeña, pero no entiendo que ha dicho. — dijo el castaño acercándose hacia ambos adultos. —¿Qué pasa?
—Nada, solo que está un poco cansada y me a confundido con Fukuzawa-dono. — decía Mori mientras veía como pasarle la pequeña a su hijo mayor. —Toma.
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Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]
Hayran KurguLas mañanas nunca atraen nada bueno, pues significa madrugar, estresarse a primera hora de la mañana, y abandonar tu hogar y dulces sábanas. Y es aun peor cuando se trata del primer día de la semana, Lunes. Pues como cada Lunes, toca la rutina despu...