Capítulo 17.
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Habilidades y un buen partido en el mercado.
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----------------------------------------------------------------------—Bien. Ahora. Rose-chan. — frenó Dazai como una pausa dramática. —¿Tú tienes una habilidad, verdad?
Los ojos de ambos espectadores se ampliaron como platos al escuchar al castaño decir aquello. ¿Qué la menor tenía una habilidad? Pfff. Tenía que ser mentira... ¿Verdad?...
—Dazai, ¿pero qué..?
Con alzar un momento su mano abierta, el castaño dio señal de silencio al pelirrojo, el cuál entendió el gesto y cerró la boca.
Ahora eran ambos adultos los que estaban expectantes de ver la habilidad de la menor, pero nada ocurría ni daba una respuesta.—Rose-chan, ¿recuerdas lo que pasó ayer en la noche? — obviamente lo recordaba (aunque no quisiera). —¿Recuerdas cómo yo entré en la habitación y me extrañó que tú no estuvieras en ella? — asintió. —Entonces, ¿dónde estabas en ese momento? — silencio.
—Yo... No lo sé... — respondió poco después.
—No pasa nada. ¿Puedes decirme como escapaste del camión en el qué ibas? — preguntó ahora sin querer presionar intencionalmente a la menor.
—No lo sé... — respondió de nuevo.
—¿Puedes decirme que vistes entonces? — preguntó.
—Yo vi.. Oscuridad y después solo un espacio enorme por el que me pareció posible salir. — dijo.
—Bien. Muy bien. — felicitó el castaño. —Ahora cierra tus ojos y escucha mi voz. — pidió y recibió un cerrar de ojos en la más joven. —Coge aire por la nariz y suelta lo poco a poco por la boca. — pidió en susurros para relajar más a la pequeña. Viendo como el pecho de la menor se hinchaba y desinflaba cuando respiraba siguió con el resto. —Ahora visualiza el salón de ésta casa en tu cabeza. — dijo. —Si lo tienes ahora intenta relajarte todo lo que puedas.
Viendo como la menor seguía las instrucciones del castaño, Chuuya desvío un momento sus ojos de la menor para ver como el castaño lo miraba fijamente. —Chuuya ve a por tu abrigo. — susurró para no des concentrar a la menor en su relajación.
Obedeciendo, las pisadas del pelirrojo se disipaban de la habitación provocando en la menor un nerviosismo que no la gusto nada. —Dazai... No me gusta.. — decía en bajito al sentir como sus pies tocaban algo parecido a agua.
—Aguanta un poco más Rose-chan. — pedía Dazai viendo como el pelirrojo regresaba con su abrigo.
Indicando que éste mismo extendiese el abrigo sobre la menor, Chuuya obedeció sin rechistar y Dazai ayudó.—No me gusta... — repitió de nuevo al sentir como poco a poco la sensación de agua helada envolvía sus tobillos y rodillas.
—Aguanta que casi lo tienes. — pidió Dazai al ver el espectáculo que le estaba dando la menor.
—No puede ser... — habló Chuuya casi para el viento, llevándose una mirada de orgullo por el castaño la cuál no notó.
—Rose-chan, Chuuya va a tomarte de la mano ¿sí? — advirtió al ver como la menor empezaba a temblar por la situación.
Cambiando de lugares con el abrigo aún tapando la luz que le daba a la menor, Dazai sostuvo el abrigo como si fuese un paraguas gracias a su alta estatura y largos brazos. Chuuya tomó la mano de la menor y activó su habilidad, obligándola a salir de lo que parecía ser su habilidad.
Una vez vieron que Rose estaba al fin en la superficie, Dazai retiró el abrigo y envolvió como pudo a la menor en él, deshaciendo poco después la habilidad de Chuuya y la de su hermana y obteniendo como resultado que la menor acabara en los brazos de su hermano y aferrada a la mano del pelirrojo.
Tiritando se negaba a abrir sus ojos, estaba helada, y ambos mayores lo notaban, la temperatura que tuviese en ese momento podría ser perfectamente la de un muerto o un tímpano de hielo.
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Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]
Fiksi PenggemarLas mañanas nunca atraen nada bueno, pues significa madrugar, estresarse a primera hora de la mañana, y abandonar tu hogar y dulces sábanas. Y es aun peor cuando se trata del primer día de la semana, Lunes. Pues como cada Lunes, toca la rutina despu...