Capítulo 15.

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Capítulo 15.
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Pasados, Comidas y Pérdidas de Razón.
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—¿Está bueno? — preguntó Dazai, el cuál veía como su hermanita empezaba a engullir aquel omelet que habían pedido en la cafetería de abajo.

—¡Sí! Muchas gracias. — devolvía en respuesta la menor con arroz en su cara.

Sí decía la verdad, Dazai no tenía muchas ganas de comer con lo que había ocurrido ayer, pero viendo el como su hermanita disfrutaba de aquel simple omelet relleno de arroz, le había echo la mañana entera y parte del medio día.

Alargando el brazo para poder quitar el arroz que se había quedado en la cara de la menor, notó como sus comisuras tiraban hacia sus pupilas para intentar sonreír. —Ve despacio. — perdía el castaño mayor al ver que la pequeña parecía devorar el plato.

Rebobinando un poco atrás en el tiempo.
El castaño y Rose habían bajado hasta casi tocar la puerta de la cafetería, pero parecía ser que el estomago y cuerpo de la pequeña pedía no entrar casi a gritos al establecimiento, obligando a Dazai a subirla hasta la consulta para dejarla en la enfermería y bajar a ver si podía encargar algo de comer para llevárselo arriba y que ella comiera.

Y aquí estamos, en la actualidad, donde Rose está sentada en una de las camillas comiendo un rico omelet, mientras Dazai observaba sentado en una silla que había acercado para... ¿Por qué se había acercado?

Rose pensó en el transcurso en el que Dazai había ido por comida, y si que es cierto que una pregunta se repetía más que otras. Con la duda en su cabeza y las ansias de respuesta, la menor dejó de llevarse los trozos que cogía a la boca para dejarlos en el plato, y agachar la cabeza.

Dazai al darse cuenta de esto, le pareció extraño en la actitud de la menor. —Rose-chan, ¿te sientes mal? — preguntó Dazai levantándose de la silla para acercarse así a la menor.

Con su mano casi en su hombro, una voz lo detuvo. —Dazai. — llamó ella sin levantar su cabeza. —¿Por qué mentiste sobre esos hombres?

Lo pilló de sorpresa, no lo iba a negar; el problema es que no entendía muy bien a que se refería, así que optó por seguir con el gesto que estaba haciendo y dejando su mano caer sobre el hombro de la menor para darla confort. —¿A qué te refieres? — preguntó tranquilo el castaño.

—¿A por qué no dijiste que fui yo quien los mató? ¿Por qué dijiste que fuiste tú? — se notaba la intranquilidad que la provocaba hablar del tema al escucharla con ese tono tan raspado y angustioso.

—Porque una persona no debería de matar a tan corta edad y que se la acuse de ello. — respondió rápido Dazai al escuchar a la menor hablar.

—¿Por qué? — preguntó de nuevo con aquel tono que demostraba su rechazó ante la respuesta que la habían dado; al fin y al cabo esos hombres no habían sido los primeros en morir por sus manos.

—Porque desde pequeños debemos aprender a apreciar una vida y valorarla para no arrebatarla. — sí decía la verdad, hasta él mismo veía chistoso que estuviese diciendo tales tonterías, justo él, un antiguo ejecutivo de la Port Mafia recién reformada, conocido por ser una mente prodigio sin piedad ante sus enemigos.

—Es mentira. — decía Rose aún sin desviar su tono frío y raspado a otro más cálido.

—Es verdad. — rebatía Dazai, no por molestar a la menor, sino por hacerla entrar en razón. —A la edad que tienes yo hubiese deseado que me enseñaran esos valores, y seguramente habrá algún niño que también los desea. Esos valores por tontos que sean te cambian la vida y tu forma de ver las cosas. — explicaba Dazai arrodillándose para ver los filosos ojos de su hermana pequeña; wow, ahora mismo podría estar matándolo de mil formas diferentes y él sabría solo alguna de ellas.

Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora