Capítulo 6.
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Examinemos si eres tú o soy yo.
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-----------------------------------------------—Solo un poco más, Rose-chan. — pensó el castaño mientras corría por los pasillos para poder llegar hasta la enfermería. Aquella frase le alentaba un poco, pero su corazón prefería latir como loco.
Una vez llegando a la puerta de la enfermería, el castaño observó la situación.
La menor parecía estar estable; Yosano parecía inyectarla algo mediante vía intravenosa, y Mori agarraba la mano de la pequeña.
La más pequeña estaba tumbada sobre la camilla, viendo a su padre y sonriendo con él mientras hablaban en ruso.—Rose-chan... — llamó el castaño a la menor en un susurro.
La más pequeña lo miro, y al ver los ojos del castaño no pudo evitar sonreír aun más que lo que ya hacía.—Dazai... — dijo la menor, logrando que las piernas del castaño temblaran de alegría; el mismo castaño se daba cuenta ahora de que le dolían los pies y que sus piernas pedían descansar.
Ignorando como sus piernas temblaban, el castaño se acercó a paso rápido hasta la menor, para quedarse viéndola un poco; el ataque que había tenido era mucho más fuerte que el primero, y si con el primero ya la costaba estar consciente, con el segundo fue un milagro que lo estuviera.
Durante todo ese proceso la más pequeña había sentido como alguien a su alrededor estaba agitado y preocupado, pero no lograba concebir quien; ahora que lo tenía enfrente sabía que era el castaño.—Lo siento... — se disculpó en ruso, ahora parecía querer hablar, aunque solo fuese para disculparse con el castaño.
Ante esto, el castaño no evitó el abrazarla, dándole igual si Yosano le pedía que tuviese cuidado con la vía, o si le pedían que fuera menos impulsivo en esos momentos. —No te disculpes, no has echo nada malo. — decía el castaño mientras hundía su rostro en el pelo de la menor. La más pequeña parecía devolverle el gesto, respirando y oliendo el pelo del mayor, mientras se ocultaba en este.
—Veo que la has cogido cariño muy rápido. — decía en tono burlón el doctor, ganándose una mirada asesina del castaño, a lo que no le quedó de otra que levantar sus dos manos en señal de rendición.
—Yosano-sensei, ¿por qué estamos aquí? — preguntaba el albino, a la doctora; quien al igual que el resto observaba la tierna escena entre el castaño y la castaña.
—Necesitaba ayuda, pero parece que se os han adelantado... — indicaba con la cabeza hacía la puerta, donde descansaba en el marco de la puerta cierto pelirrojo de baja estatura y por la parte de atrás un chico pálido y de cabellos oscuros.
Ante esto el castaño se alejó un poco de la menor, viéndola un poco mejor, sus ojos habían dejado de parecer los de un gato, y habían vuelto a ser del mismo castaño claro que antes; la piel de la más joven parecía recobrar su color, pero las orejas y cola no parecían querer esconderse aun.
—Extrañaba esa faceta tuya. — se escuchaba desde el marco de la puerta a cierto pelirrojo.
En el segundo uno en el que el pelirrojo habló, el rostro de Dazai cambió a uno de repulsión. —Chuuya~. Pensé que estarías del jardín de alguna señora reunido con el resto de tu familia gnomo. — se burlaba el castaño del pelirrojo, quien al escuchar aquello no evitó que la vena de la frente se asomara.
—Tú...
—Ya los dos. — pedía Mori sentado en una silla de la enfermería. —Si ambos se pelean pondrán nerviosa a Rose-chan y pasará algo malo. — ordenaba el de cabellos oscuros, dando una excusa a una clara indicación de "Parar de pelear u os destripó aquí mismo"; logrando que el doble negro chasqueara la lengua por pura inercia. —Cambiando de tema. ¿Rose-chan, como te encuentras? — aquel tono autoritario había desaparecido del mafioso, para sacar a flote, sus dotes en el manejo del habla con los niños pequeños.
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Es Realmente Buena Idea [Bungou Stray Dogs]
FanficLas mañanas nunca atraen nada bueno, pues significa madrugar, estresarse a primera hora de la mañana, y abandonar tu hogar y dulces sábanas. Y es aun peor cuando se trata del primer día de la semana, Lunes. Pues como cada Lunes, toca la rutina despu...