—Fue un gusto conocerte, espero y podamos seguir encontrándonos — me habla animada Irina.
Volteo a ver André y este solo se encoge de hombros.
—Me encantaría — digo despidiéndome de ellos.
Cada quien va a su auto ellos caminando primero. Nosotros vamos al nuestros, así es, hoy André es el que maneja su todo terreno obviamente color negro, todos sus demás autos están en nuestra casa de Rusia, ¿porque no compra otros y ya? Pues simplemente porque él tiene todos los autos originales.
Acomoda a Noah en su asiento para bebé, estoy esperando a que me ayude a subirme al asiento ya que es un poco alto y mi estado se me dificulta un poco. Una vez termina con Noah me ayuda a mí.
— Eres un hombre increíble —digo una vez pone en marcha el auto.
— ¿Por qué? — me pregunta algo confundido.
—¿Como que por qué? Ayudas a la gente sin pedir nada a Cambio.
—Si pido algo a cambio, lealtad a mí— dice dándome una rápida mirada. —Tanto a Dalton como para todo aquel que trabaja para mi es lo único que les pido, todos mis hombres vinieron a mi sin un centavo, yo se los di sin rechistar porque sabía que en un día yo lo obtendría de vuelta, pero a cambio pido su lealtad y es algo que me han cumplido hasta el día de hoy.
—¿Puedo seguir viendo a Irina? — pregunto viendo su perfil, ya que tiene la vista puesta en la carretera.
— Si tú te sientas cómoda con ella puedes hacerlo— quita su mano de la palanca de cambios para ponerla en mi pierna desnuda.
Solo asiento y me concentro en ver la carretera, pero unos revoltosos en mi vientre no me dejan. Últimamente se han estado moviendo demasiado que, si me causan algo de molestia, pero es algo normal que suceda ya que según la doctora se quedaron sin espacio y por eso ahora duele más sus movimientos.
Unas horas después llegamos a nuestra casa, nuevamente André me ayuda a bajar al igual que baja a Noah. Caminamos hacia el patio trasero donde tomó asiento en el sillón quitando mis zapatillas arrojándolas algún lugar, André coloca a Noah en la alfombra y toma asiento al lado mío.
— Se ven horribles —comenta viendo mis pies hinchados.
—Gracias — digo sarcásticamente.
— Pero tampoco te quita lo hermosa — besa mis labios tomando mis pies y dándoles un pequeño masaje que es la gloria para mí.
Su teléfono comienza a sonar, contesta sin dejar hacer su trabajo en mis pies, al parecer es Shilby pero no le pongo atención a su conversación. Corta la llamada y solo suspira.
—¿Te gustan las fiestas? — me pregunta de repente.
—Depende de que traten, ¿por qué? —respondo viendo a Noah que juega con unos osos en forma de jirafa.
—Shilby dijo de una fiesta para ti, sobre los bebés y no sé qué para este fin de semana— dice sin importancia.
—André eso era sorpresa para mí — lo veo mal, y este me ve sorprendido.
— ¡Oh! por eso decía que no te tenía que decir— maldice. —No le digas nada a mi hermana, tu hazte la sorprendida ese día me matará si se entera, lleva planeando esto semanas—se ve frustrado por arruinar mi sorpresa.
Ruedo los ojos. Ven bebés su papi acaba de arruinar su fiesta. Digo en mi mente acariciando mi vientre.
—¿Confías en Dalton? — cuestionó cambiando de tema.
— Es en él único que confío — responde con su mirada puesta en Noah. —Si me llegara a pasar algo, no dudes en ir con él — agrega viéndome fijamente.
—No digas eso.
— Si por alguna extraña razón me pasara algo, él te ayudará en todo tiene órdenes mías — besa mis manos.
—Eso no pasará — rebato, extrañada por su respuesta.
—Solo prométeme que el día que yo no esté más, tu seguirás tu vida junto con nuestros hijos no te quedarás estancada, solo te pido que nunca me olvides y le hables a nuestros hijos de mí.
—¿Porque me estás diciendo esto?
—Solo prométemelo — suplica tomando mi cara en sus manos.
—Lo prometo, pero no digas eso, me pones nerviosa.
— Lo siento — besa mi frente al igual que mis labios.
—Te amo.
— Yo también — me acurruco a su lado.
--------------------------------------------------------------------
— Tienes que convencerla en escapar contigo.
—¿Una vez lo haga me ayudarán en que ella se divorcie de él y deshacerme de los bastardos que tienen?
—Sí, tu cumple con tu parte nosotros haremos el nuestro.
—¿Trato? — preguntan viéndome fijamente.
— Trato — estrechamos nuestras manos con una sonrisa maliciosa.

ESTÁS LEYENDO
Esposa Del Mafioso
RomanceDefinitivamente ahora si era una relación donde todo es amor, o eso creían. Créditos a la portada: Sofía Turano (Wattpad: @sofıiturano)