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DACOTA

Siento sus manos en las mías guiándome para que no tropiece, mis ojos están vendados porque él así lo quiso y no quise quitarle esta idea para que sea más romántico el momento.

Oigo el ruido de la puerta al ser abierta, se tardó un poco al buscar la tarjeta de acceso me hace creer que está nervioso, al igual que yo lo estoy. Pero en él es algo nuevo de que este nervioso, siento que me quita el bolso de mis manos para llevarlo él, me pone más nerviosa al pensar que pueda ver dentro de ella y arruinar también la pequeña sorpresa.

—Vamos nena. — Me comienza a guiar adentro de esta.

De pronto la habitación se siente un poco caliente y un olor a rosas inundó mis fosas nasales.

—Te quitare la venda cariño. — me susurra cerca de mi oído haciendo que mi piel se erice.

Siento como quita la venda, abro mis ojos de apoco viendo el lugar.

!Jesús!

No puedo creer lo que estoy viendo y algo que jamás pensé que André fuera hacer.

—¿Te gusta? — pregunta dudosa viendo que no he dicho nada.

—Me encanta. — sonrió eufórica saltando a sus brazos. — Esta !wow¡ Hermoso todo es tan... romántico, nada tú. —escucho una pequeña risa de su parte.

Veo toda la habitación que está iluminada por muchas velas rojas literalmente hay en todas partes, y el olor a rosas, ciento de ramos de ellas adornan también la habitación, rosas rojas mezcladas con unas cuantas negras dándole su toque de lo que él es.

Un camino de velas está en medio guiando para la habitación. Sin que me diga nada más camino por ellas hasta llegar a la habitación principal quedando de piedra al ver su interior.

La típica cama llena de rosas con un corazón en medio, la típica sí, pero la que solo mis ojos habían visto en la televisión, nunca en mi vida pensé que fuera a ver una así y mucho menos que fuera hecha para mí, la habitación también está iluminada por velas a diferencia de esta las velas también están mezcladas velas negras, ¿raro? Sí, pero hermoso para mí, hay globos de los mimos colores sobre el techo.

—Por Dios esto es hermoso André. —siento sus manos en mis caderas.

—No te mentiré tuve ayuda, pero fueron mis ideas— siento su aliento en mi cuello donde da un casto beso, sonrió al escuchar como lo dice orgulloso lo último.

—No pensé que fueras de estas ideas. —sincero volteo a verlo.

—No lo soy, pero por ti haría y haré cualquier cosa. — besa mis labios.

Sus manos hacen presión en mi cadera acercándome a él, su beso es exigente haciendo que abra la boca para que su lengua entre en la mía y yo gustosa la recibo, baja su beso hasta mi cuello donde raro de él no deja ninguna marca solo lo besa. Vuelve otra vez a mi boca donde sube una de sus manos para enredarla en mi cabello un jadeo se escapa de mis labios al sentir la presión que ejerce.

—Dacota hice todo esto para que me perdones por lo idiota que he sido, pero eso no quiere decir que tengas que acostarte conmigo. — jadea un poco. — Se que acordamos dejar el pasado atrás, pero, yo no puedo olvidar como tomé tu virginidad, en lo animal que fui al tomarte a la fuerza sabiendo que nunca antes un hombre te había tocado y menos en la forma en la que yo la hice. Y no fue solo una vez si no varias veces. ¿Sabes lo hijo de puta que me siento?

—André...— Trató de replicar, pero me calla dándome un casto beso.

—Y con esto quiero remediar un poco ese mal momento que te hice pasar, estaba borracho y sé que eso no justifica lo que te hice y por eso estoy haciendo esto, sé que tu cuerpo reaccionó, pero tu corazón y mente no lo hicieron, bueno, aparte por lo que hice al dejarme tocar por otra mujer.— sonríe con un poco de humor— Pero no quiere decir que tengamos que tener sexo, solo podemos disfrutar de la habitación con nuestra compañía.

Esposa Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora