DACOTA
Me renuevo entre sus brazos tratando de zafarme de su agarre, las lágrimas siguen cayendo como cascadas en mis mejillas.
Mi mente dice que me lo quité de encima, pero mi corazón quiere corresponderle el abrazo que tanto hemos añorado todo este tiempo. Me quedo quieta en mi lugar dejando que me abrace, pero sin yo corresponderle a ello.
- Nena perdóname, perdóname por favor- lo oigo susurra, con su cara aún enterrada en mi cuello.
¡Joder! ¿En enserio? Piensa que con esas estúpidas palabras caeré rendida otra vez a sus pies, es cierto noches atrás lo añoraba que estuviera a mi lado que regresara porque no sabía lo duro que iba hacer la realidad al tenerlo de nuevo enfrente, pensé que si regresaba a mi lo iba a perdonar a la primera, pero no es así como lo siento ahora, en este instante siento tanto enojo y rencor hacia él.
- ¿Me estás jodiendo? Piensas que con pedirme perdón todo estará solucionado- pregunto incrédula.
Saca su cabeza aún sin verme a la cara, ve fijamente mi panza donde coloca una mano y mis bebés rápidamente responden al tacto. Veo como se le forma una sonrisa la cual quiero borrarle de un puñetazo.
- Se que lo volví a joder- susurra aun acariciando mi panza- Y sé que con mis palabras estúpidas no lograré tu perdón, pero al menos quiero intentarlo...- lo cortó alejándolo de mí.
Este me ve al fin, no sé de dónde saqué fuerzas para moverlo, pero lo hice. Lo veo con tanto enojo, Noah estira sus bracitos hacia el pero no quiero dárselo lo aferro más a mí.
- Mi niña lo llevaré a su cuarto- me habla mi Nani dulcemente sonrió escuchando que esta vez no me llamo por "mi señora".
Le entrego a Noah quien comienza hacer pucheros cuando lo aleja de mí, Nani pasa al lado de André sin verlo, dirigiéndose a las gradas para el segundo nivel, André solo ve como estos desaparecen de nuestras vistas.
- Amor por favor escúchame- pide intento acercarse otra vez, a lo que yo retrocedo un paso.
- ¿Para qué? ¿Para seguir escuchando tus mentiras? ¿Para escuchar otra vez tu arrepentimiento? No André ya estoy cansada de todo eso- digo viéndolo.
Veo como aprieta sus puños del enojo, sé que me estoy arriesgando al decirle todo esto, que puede salirse todo de control, pero no puedo seguir quedándome callada, como lo era antes.
- Se que la cague ¡joder! - grita jalándose su cabello desesperado. - Soy un maldito hijo de puta que te dejo después de haberte hecho el amor, ¿piensas que no me dolió dejarte esa madruga? ¡Mierda! Claro que me dolió, pero en ese momento pensé que hacía lo correcto, pensé que estarías mejor sin mí a tu lado, pen... pensé que podría devolverte un poco de paz y felicidad de la que te robe hace más de un año, pero me equivoqué ¡joder! No puedo vivir sin ti, sin ustedes a mi lado, no puedo dejar que alguien más este a tu lado para hacerte feliz me niego a eso, por eso volví, volví para poder ser ese hombre que te haga feliz que los haga feliz- grita sosteniendo mi cara entre sus manos.
Veo como sus ojos suplican que le crea, pero no puedo hacerlo.
- Siempre decides las cosas tu solo, yo misma te dije que mi felicidad eras tú y la de nuestros hijos, pero siempre sales con tus malditos impulsos que joden todo, para después querer venir aquí pensando que con un simple "perdóname" lo arreglaras- digo quitando sus manos de mi cara.
Deja caer sus brazos a cada lado de su cuerpo quedando inmóvil en su lugar, ya no me ve a mi si no aún lugar fijo en la pared. Doy unos pasos para salir de esa habitación que siento que me estoy ahogando, pero su voz hace que me detenga abruptamente.
- ¿Te enamoraste de él verdad? - pregunta con enojo en su voz.
Volteo a verlo y este aún sigue en su lugar dejando su ancha espalda hacia mí.
- No, pero él estuvo dándome su apoyo estos días, no soy igual que tú que se va corriendo a los brazos de otra- digo recordando las malditas palabras de Carol.
- ¿Pero de que mierda hablas? - pregunta confundida dándose la vuelta para verme.
- Muy bien sabes de lo que hablo- lo veo enojada, solo quiero escuchar que eso es mentira de su boca que esa maldita mujer solo mentía.
- Todo lo que te haya dicho esa hija de puta no es cierto puedes preguntárselo a Matías- siento que el aire regresa a mi ante su respuesta.
No sé en qué momento se acercó, pero ahora lo tengo enfrente de mí, coloca sus manos en mis caderas, pero antes que lo aleje este estampa sus labios con los míos, no le sigo el beso trato de quitarlo, pero obvio me gana en fuerza. Nos separa del beso acercándose a mi oreja, siento como lambe está, mandando escalofríos a todo mi cuerpo.
- Sabes que nadie toca lo que es mío- susurra en mi oído.
Lo alejo de mí, y estampó mi mano en su mejilla. Su cara queda un poco volteada, ¡joder! Si que le di fuerte, acaricio mi palma que palpita por toda la fuerza que puse en ella y el ardor.
- ¿Solo eso te ha importado verdad? Que nadie tiene que tocar lo que es tuyo. Me tratas como un objeto-Susurro dolida.

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Esposa Del Mafioso
RomanceDefinitivamente ahora si era una relación donde todo es amor, o eso creían. Créditos a la portada: Sofía Turano (Wattpad: @sofıiturano)