ANDRÉ
Veo como nos desviamos de camino, veo confundido a Matías quien va concentrado viendo la carretera.
- Oye este no es el camino a casa- digo viéndolo
- Obvio no, pero tenemos que ir hacer algo primero- responde viéndome de reojo.
- ¿Tenemos? - pregunto alzando una ceja.
- Si- contesta sin más.
- Y bueno ¿no me piensas decir que mierda es? - digo perdiendo ya la paciencia.
- Cálmate hombre, iremos a visitar a la que era tu putita de turno- dice apretando los dientes.
- ¿Qué?- pregunto sin comprender ni una mierda lo que dice.
- Si a la estúpida de Carol, hace unos días fue hacerle una pequeña visita a tu esposa- aprieto los puños y estampó uno en la guantera.
¿Esa maldita mujer como diablos dio con nuestra ubicación? Me debí de deshacerme de ella cuando tuve oportunidad.
- ¿¡Como mierda nos encontró!?- grito furioso.
- La verdad no se no me dieron detalles, solo me informaron que le fue a decir mierda a Dacota. ¡Mierda, mierda y más mierda! Lo que me faltaba ¡joder! - Pero sabes algo, estoy más que seguro que alguien la está ayudando y alguien que te conoce muy bien. Susurra lo último como para el mismo, pero claramente escuché.
Y ese alguien tiene que ser el viejo de mi padre junto a mi madre, muchos quieren joderme, pero no harían esa estupidez de mandar a una que fue mi puta de turno solo para hablar de idioteces de mí. Juro que también tengo que hacerme cargo de esos dos, tal vez ya sea tiempo que visiten un asilo.
- Y saben dónde está esa rata barata- digo desabotonando mi camisa de los lados, enrollándola hasta mis codos.
- Claro que si mi señor soy el mejor guardia que puede tener a su lado- canturrea
- Deja de decirme mi señor con ese puto tono burlón- gruño viendo a la ventana.
Solo escucho su risa decido ignorarlo, este hijo de puta es realmente irritante cuando se lo propone. Veo como nos metemos a una calle la cual nunca pensé que existieran aquí, solo hay hoteles si así se les pueden llamar, con carteles con luces neones muy llamativas.
- No me digas que aquí es donde se esconde esa estúpida.
- ¿Dónde más? Pensaste que se hospedaba en uno de cinco estrellas- dice burlonamente.
- No pero tampoco pensé que en la desgracia- digo viendo el pequeño edificio donde este estaciona.
Desabrochamos nuestros cinturones bajando del auto.
- Bueno hay que hacerle su pequeña visita- sonrió maliciosamente con mi arma en la mano.
Cuando entramos a este, la recepcionista que estaba en un pequeño escritorio nos iba a decir algo, pero pasamos de largo de ella, pero se mantuvo callada al vernos con nuestras armas. Nos adentramos en el pequeño elevador y Matías marca el número del piso al que vamos, este hombre creo que tiene mejores contactos que yo para saber casi todo.
El elevador hace un sonido indicándonos que llegamos, salimos y veo que hay tres puertas una a cada lado y la otra enfrente. Matías camina para la del lado izquierdo.
Veo como este estúpido intenta tocar la puerta.
- Que haces idiota- digo parando el puño con la que iba a tocar.
- No es obvio- dice frunciendo su entrecejo.
- A veces dudo de tus capacidades- retrocedo un poco de la puerta viendo a Matías que solo se hace a un lado.
Con una patada es suficiente para derribar la puerta, Matías palmea mi hombro entrando a la habitación, veo toda esta sin signos de que haya alguien aquí. Reviso por cada pequeño rincón y no hay nada solo ropa esparcida por esta y cajetillas de cigarros.
Veo a salir enfurecido a Matías de la que creo es la habitación.
- Esa estúpida no está aquí- maldice tirando una pequeña lámpara que estaba a su costado.
- ¡Mierda! - gruño enojado.
- Alguien debió a verle avisado o solo está de suerte que ande dando sus servicios y por eso no está aquí- dice viendo alrededor de la habitación.
- Tendremos que venir después- digo cansado saliendo de allí.
- Ah no yo vendré después, tú ahora tienes que preocuparte por tu familia yo me encargaré de esa perra- habla atrás mío
Salimos de ese mugroso lugar, pero sin antes dejarle advertido a la mujer que si decía algo mañana amanecería muerta en un basurero a lo que amablemente ella acepto.
- Bueno ahora si a casa- susurro una vez estamos dentro del vehículo.
Estamos como una hora en el camino cuando veo a lo lejos el camino donde está nuestra casa, nos adentramos a este donde solo hay bosque alrededor, me encanta este tipo de lugares, 20 minutos nos paramos enfrente del portón de rejas donde están mis guardias.
Estos se sorprenden mucho al verme, pero veo como estos se ponen nerviosos al instante y se comienzan a ver entre sí y voltean a ver hacia adentro como si tuvieran miedo de que vea algo.
Los veo confundidos, pero no les doy importancia. Tal vez sea por la sorpresa de verme.
Les quiero agradecer por todo el apoyo y cariño que le están dando a mi novela, se los agradezco tanto. 💫🧡

ESTÁS LEYENDO
Esposa Del Mafioso
RomanceDefinitivamente ahora si era una relación donde todo es amor, o eso creían. Créditos a la portada: Sofía Turano (Wattpad: @sofıiturano)