Esposa Del Mafioso

4

DACOTA

- ¿Amor? - Llamo su atención.

- ¿Dime Amor? -dice quitando la vista de su laptop que descansa en sus piernas.

- He pensado en algo- jugueteo nervioso con mis dedos alrededor de mi panza.

- ¿Y que es ese algo? - pregunta curiosa con una ceja alzada.

- Bueno... es que quisiera tener a los bebés aquí en casa- suelto nervioso porque no esté de acuerdo conmigo.

- ¡¿Qué?!- dice sorprendido por lo que acabo de decir.
- ¿No te agrada la idea? -pregunto cautelosamente

- ¿Sabes que eso es algo riesgoso? Dacota acabas de cumplir 18 y son dos bebés a los que darás a luz- habla dejando a un lado su laptop y parándose de nuestra cama.

- Lo sé, pero tú puedes contratar a un buen doctor y todo eso, para que me pueda atender- sugiero

- Sabes que eso no es un problema, lo que sería un problema es si las cosas se complican aquí- dice viéndome fijamente.

Bueno eso es un buen punto, pero yo quiero tenerlo aquí no quiero un hospital - ¡y si es por miedo! - miedo a que alguien me los pueda quitar miedo a que Carol sepa dónde estamos y quiera hacer algo.

- Por favor André sabes que eso no sucederá, contrataras todo un equipo estaremos bien ¿Sí? - suplico parándome de la cama yendo a su lado.

- Mierda Dacota, está bien pero mañana iremos con tu doctora hablar sobre esto- suspira

- Esta bien te amo tanto- digo colocándome de puntillas para darle un casto beso.

- También te amo, los amo- se corrige colocando una mano en mi panza recibiendo unas pataditas como respuesta.

Vuelve a unir nuestros labios, pero este beso es intenso y se lo que viene ahora.

Coloca sus manos en mis amplias caderas asiendo que caminemos hacia la cama, me coloca delicadamente en esta sin separarnos del magnífico beso.

Siento su mano colarse por debajo de mi bata, estoy desnuda ya que había tomado un baño antes y ahora por mi panza duermo más cómoda así, baja sus besos a mi cuello donde se entretiene chupando y mordiendo todo este. Gimo al sentir sus dedos en mi clítoris donde comienza un suave masaje de arriba hacia abajo.

En un cerrar de ojos los dos nos encontramos desnudos ya.

- Quiero comerme tu delicioso coño- me susurra André al oído.

Yo solo puedo responderle con un gemido, comienza a besar y chupar mis pechos donde se entretiene por un rato dejando mis pezones parados y duros. Baja sus besos a mi panza donde reparte por todos los lados besos húmedos, oigo que susurra algo a mi panza, pero por lo excitada que estoy no logro escuchar, pero puedo imaginarme que es. Suspiro ruidosamente cuando al fin su boca llega a mi coño.

Lo único que hago en aferrarme a las sábanas, veo como levanta su cabeza de enmedio de mis piernas para darme una sonrisa maliciosa, abre su boca y siento todo mi cuerpo estremecerse cuando deja caer saliva en mi parte, los bellos de mi piel se erizan ante este acto que acaba de hacer.

Comienza a chupar mi botón asiendo que de mi boca salgan ruidosos gemidos, es ahora donde agradezco que nuestro cuarto esté alejado de los demás.

Literalmente André está comiéndose mi coño y mis gemidos son testigos de ello, guio mi mano a su cabello jalando de este dándole a saber que estoy a punto de llegar a mi orgasmo, siento ese nudo conocido formarse debajo de mi vientre. André intensifica sus movimientos agregando ligeras mordidas a mi parte.

- André- gimo alto llegando a mi orgasmo.

Este chupa hasta la última gota, sonrió cuando siento sus labios con los míos haciendo que también pruebe el sabor de mis flujos y le doy gracias al cielo que no salí corriendo al baño a vaciar mi estómago, créanme ya me paso una vez.

- ¿Ahora en que posición quieres que te haga el amor? Quieres que te ponga en cuatro o quieres montarme como solo tú sabes hacerlo- pregunta pícaramente.

Si es en las dos únicas posiciones que me siento cómoda para que André me haga el amor, lo hemos hecho en otras posiciones también, pero me canso rápido.

- Y si quiero hacerlo en las dos formas- digo inocentemente con una sonrisa.

- Lo que mi Reyna desee- ronronea en mi cuello volviendo a unir nuestros labios.