FINAL XX

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ANDRÉ

Veo a Dacota sufrir del dolor de las contracciones, mis nervios están de punta quisiera hacer algo para poder ayudarla, pero solo puedo sostener su mano a un lado de la camilla susurrándole que todo estará bien.

Mis bebés nacerán de 8 meses aún les faltaba un mes para que nacieran, todo se complicó, no sé en qué momento todo esto se convirtió en una pesadilla.

Cierro los ojos al recordar verla rodar por las escaleras, sangre salía de sus piernas ella gritaba del dolor y del miedo al perder a nuestros bebés, el golpe y el susto causo que ahora este así el parto se adelantó y todo por mi maldita culpa, no querría gritarle de esa manera juro por Dios que no quería, pero mis celos me cegaron y he aquí las consecuencias.

- Por favor amor aguanta si, solo no te rindas- le susurró secando el sudor que escurre de su frente.

Gimotea del dolor, esto me está matando.

- Nena perdóname, por mi maldita culpa estás aquí lo siento, lo siento mis copias perdónenme yo... yo no quería dañarlos enserio no quería- gimo llorando dando besos en su panza.

- André no hablemos de eso ahora- susurra agitada por las contracciones.

Asiento porque no quiero pensar si algo les llegue a suceder, no quiero que nada les pase por mi maldita culpa, si tan solo la hubiera detenido para que no bajara las escaleras llorando.

- Bueno señores Black es hora- entra hablando la doctora que atenderá a Dacota.

Sacan la camilla llevándola al quirófano entro con ella sin importar el reproche de las enfermeras al no ponerme el maldito traje azul, pero es algo que no me importa ahorita.

Veo como acomodan a Dacota con las piernas abiertas revisándola una vez más para ver si ya está dilatada. La doctora da indicaciones de cuando tiene que pujar. Sostengo su mano sintiendo un apretón de ella, le sonrió para darle un poco de tranquilidad.

- Bueno cuando te diga puja tienes que pujar- le indica a Dacota y esta asiente.

- 1, 2, 3 puja- dice la doctora.

Siento la fuerte presión que hace en mi mano, no me importa si así puedo ayudarla, aunque sea un poco lo hare, limpio su sudor, hasta sudorosa y despeinada sigue siendo hermosa.

- Vamos cariño otra vez- habla la doctora viendo a Dacota quien llora susurrando que no puede.

- Amor si puedes eres una mujer fuerte, hazlo para al fin tener a nuestros bebés- intento animarla y veo que funciona.

Me sonríe y yo lo hago igual, comienza a pujar nueva mente, pasa como media hora así, siento como si lleváramos un día completo en este cuarto.

- Vamos Dacota ya veo la cabeza- le animé para que puje más.

Esta lo hace como por 20 minutos más, estoy tan concentrado susurrándole que todo está bien, pero un llanto hace que volteo a verlo, una de mis copias llora fuertemente sonrió sin poder creérmelo, una enfermera lo limpia bien y me lo entrega y yo gustosamente lo recibo, están tan diminuto en mis brazos por Dios.

- Amor mira- digo enseñándoselo a Dacota.

Lo coloco en su pecho y esta lo acaricia dulcemente dándole un beso en su frente, pero una mueca hace que me ponga alerta.

- Necesitamos sacar al otro bebé- nos indica la doctora, la enfermera que antes me había dado a mi bebé me lo quita de mis brazos para llevárselo.

Dacota comienza a pujar y yo sigo mi trabajo en darle ánimo. La doctora no sabe por qué este bebé está tardando más en salir ya llevamos más de una hora y media y ni siquiera la cabeza se ha asomado. Estoy entrando en pánico al igual que todos en la habitación.

Esposa Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora