- ¿Porque traes tu trajera arrugado? ¿Te peleaste con Erick antes de venir? -. se burla viendo su ordenador que no sé en qué momento fue por ella.
- Lo escogió Mi hermosa esposa, pero antes de eso el traje terminó en medio de nosotros hecho un desastre.—explique revisando unos documentos, no, pero lo más importante ¿porque mierda le estoy dando explicaciones?
- ¿Porque no se van de vacaciones, mientras Erick y yo nos encargamos de mandar al otro mundo al viejo? - pregunta despegando su vista del ordenador para verme con una sonrisa, como si fuera la mejor idea del mundo.
- Sabes al fin piensas algo bueno, pero Dacota tiene que estar en reposo por un tiempo - digo sacando mi celular.
Veo que Erick me mandó un correo donde me muestra las entrega que se enviaron hoy. Unos toques en la puerta hacen que quite mi mirada del celular.
- Adelante.
- Se...señor Black- genial volvió para que la termine de matar.
- ¿Ahora que mierda quieres? -. le gruño tirando mi celular a un lado.
- Es que... tiene una junta en 10 minutos, pero no sé si se presentara usted o su hermana-. Dice “algo” nerviosa, cuando en realidad esta cagada de miedo, esperando mi respuesta, a lo que sonrió satisfecho por eso.
- Mi hermana, no estoy de humor para lidiar con eso - al escuchar eso solo asiente y sale apresuradamente sin que yo la tenga que correrle esta vez.
- Vaya aprendió rápido- se carcajea Matías.
- Como debió de ser desde un principio.
- Era la única que no te tiene miedo, bueno te tenía.
- ¿Acaso me tienes miedo? - canturreo viendo como sonríe de lado.
- Ahora mismo no, pero cuando te enojas es otro cuento- dice sincero.
No digo nada porque sé que es cierto, yo he creado que me tengan miedo es algo que disfruto mucho de la gente cuando me ve o está cerca de mí. Pero es algo que no disfruto al verlo en Dacota, ver miedo es sus ojos, que este conmigo con miedo si mi temperamento cambiará.
- André... -. la voz de Matías llamándome hace que salga de mis pensamientos.
- Tu teléfono está sonando- señala una vez le pongo atención.
- Diga -. contesto sin ver quién era.
- Recibí tu mensaje, voy directo a mi avión para estar haya.
- Vaya eres rápido-. me levanto de mi silla para ver la ciudad desde esta altura. - Solo te envié un mensaje preguntando si tenías tiempo y tú ya estás montando un avión para venir hasta aquí.
- Y este es mi modo en decirte que si tengo tiempo.
- Unos de mis hombres te recogerán en el aeropuerto- volteo viendo cómo Matías me hace una seña y sale de mi oficina.
- ¡Oh! No te preocupes llevo a los míos ya que mi bella esposa me acompaña-. puedo imaginármelo del otro lado de la línea sonriendo como idiota viendo a su esposa, así como yo también me veo cuando miro a Dacota.
- Te veo aquí entonces-. me despido y cuelgo.
- Tengo todo-. entra de nuevo Matías entregándome una USB.
- ¿Algo interesante? - pregunto aguardándolo en mi chaqueta.
- A que no crees a que se dedica el viejo.
- Si supiera no estuviera preguntándote- gruño viéndolo mal.
- Entonces revisa la USB con la información y sabrás - sale dejándome solo nuevamente con la duda.
Este maldita hijo de puta, cálmate André cálmate.
Salgo de mi oficina indicándole a uno de mis hombres que le informé a mi hermana que me he ido a casa, y que no trate de comunicarse conmigo porque obviamente no la atenderé.
---------------------------------------------------------------------
- ¿Duele? - pregunto viendo su vientre donde se ve claramente a mis copias moviéndose.
- No solo es un poco incómodo, pero amo que se muevan- sonríe pinchando con su dedo su vientre.
- ¿Por qué? - pregunto curioso, si lo es algo estúpido de preguntar.
- Porque es su forma de demostrarnos que nos aman al igual que nosotros lo hacemos, siempre que les hablamos o con una leve caricia nuestra se mueven- cada día amo más a esta mujer.
- ¿Ahora puedes colocarme esto? -me pasa un pequeño botecito.
- ¿Qué es? - pregunto viendo el frasco en mis manos.
- Crema para mis estrías.
- ¿No te gustan? - abro el frasquito para untar mis dedos y pasarlos en su vientre hinchado.
- Claro que sí, es que no quiero desperdiciarla es un regalo de mi Nani- se acomoda en una mejor posición.
Es extraño sentir esas pequeñas bueno no tan pequeñas ¿cicatrices? No sé cómo describirlo muy bien, pero es algo que a mí no me desagrade en absoluto, es más la amo y la seguiré amando con estrías o no, es algo que representara que llevo a nuestras copias ahí adentro he hizo todo lo posible para traerlos al mundo.
Levanto mi vista y sus hermosos ojos ya están cerrados, termino mi trabajo de aplicar la crema acomodo bien mi camisa que ahora usa de pijama, la arropó bien y salgo de la habitación para ir a ver a Noah, aunque tengamos el monitor de bebés con nosotros siempre me gusta darle un beso antes de irme a dormir. Una vez hecho todo regreso a la habitación, me adentro a las suaves sábanas al lado de Dacota atrayéndola a mis brazos, sintiendo como su vientre topa con el mío.
Simplemente perfecto.
---------------------------------------------‐---------------------------
- André- me recibe el saludo de Dalton.
- Hermano - lo abrazo, y no, no como el típico saludo de hombres, realmente lo abrazo como una persona normal.
- Ha pasado un tiempo desde que nos vimos.
- Si ha sido un tiempo- afirmo invitándolo a sentarse enfrente de mi escritorio.
- Bueno dime para que soy bueno.
- Quiero que me arregles unos documentos importantes- tomo asiento en mi silla y él en la del otro lado del escrito.
- Sabes que para ti todo- me sonríe de lado y vaya que conozco esa sonrisa. - Así que dime que quieres que haga esta vez para ti, sabes que puedo hacer cualquier tipo de documento exclusivamente para ti. - y no miente en eso, veo como saca unas hojas y su laptop colocándolo en el escritorio.
- ¿Dime qué tipo de documento es? - pregunta listo para hacer su trabajo.
- Mi testamento.

ESTÁS LEYENDO
Esposa Del Mafioso
RomanceDefinitivamente ahora si era una relación donde todo es amor, o eso creían. Créditos a la portada: Sofía Turano (Wattpad: @sofıiturano)