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—Sorpresa — nos recibe una pequeña multitud de gente una vez pisamos nuestro patio.

Noah se refugia en mi cuello por la sorpresa, veo que está asiendo pucheros trato de calmarlo y lo consigo una vez todos ya no están gritando, casi mando a la mierda todo por haber asustado a mi bebé.

Dacota quien está aferrada a mi está realmente sorprendida a pesar de que la cague contándole sobre esto hace unos días atrás, luce feliz viendo todo nuestro patio que ahora está decorado con globos color celeste, mesas adornadas, mesas con bocadillos y una mesa llena de regalos para los bebés, aunque no los necesitará yo puedo darles el triple que esos.

—Esta hermoso— al fin habla Dacota después de ver todo.

—¿Te gusta? — pregunta mi hermana intentada llevarla a ver el lugar, pero esta se niega.

—¿Pasa algo? — digo viendo cómo se aferra más a mí.

—Es que... todos son desconocidos — me susurra como para que la gente no la oiga.

— Claro que no, esta Dalton con Irene, esta Matías, shilby, Marina, Erick, aunque estos no sé qué hacen aquí — digo viendo cómo se acercan a felicitarla.

—Lo mismo que tu — me responde Dalton, dándole un abrazo a Dacota.

— Soy el padre imbécil — gruño viendo como al fin Dacota se va a ver el lugar quedando solo nosotros cinco.

—Sí, sí.

—Te ves tan guapo con esa camisa — me guiña un ojo Matías, maldito.

— Vuelve a mencionar algo acerca de mi camisa y juro que te saco a patadas de mi casa— advierto y este levanta las manos en forma de rendición.

—Que agresivo.

—Oye deja a mi hermano en paz — bromea Dalton abrazándome.

—Solo porque te pusiste su nombre y apellidos no quiere decir que lo sean — habla Matías.

— Ante la ley si lo somos — sonríe victorioso y Matías solo rueda los ojos.

—Suéltame — gruño quitándomelo de encima con una mano ya que con la otra sostengo a Noah.

—Papá... papá — aplaude Noah feliz.

— Eres un bebé tan adorable — pellizca sus mejillas y Noah trata de alejarlo.

— Déjalo imbécil — este maldito me está sacando de mis casillas.

—Dacota quiere estar con su esposo— llega mi hermana comenzando a jalarme a donde está sentada Dacota.

Camino y la poca gente que hay me saluda, solo les doy un asentamiento de cabeza. Llego y me siento al lado de Dacota que está tiene una sonrisa enorme en su perfecto rostro.

—André todo esto es perfecto, ya has visto todos los obsequios que trajeron para los bebés— me habla emocionada. — Hay mucha comida también.

—¿Tu parte favorita no? — pregunto divertido y esta asiente.

—Gracias — me dice dándome un beso en mi mejilla.

—¿Por qué? — pregunto confuso.

—Por dejar que tu hermana hiciera esto para nosotros, más en nuestra casa donde todos tienen prohibido entrar.

—Solo quiero que seas feliz.

—Y lo soy — sonríe viendo emocionada como meseros comienzan a repartir la comida.

Algo que no esperaba yo ni los invitados creo yo, fue que comenzaran a servir comida chatarra, hamburguesas, perros calientes, nachos con queso, hasta pizza. Realmente no sé en qué estaba pensando Shilby.

Veo lo que le sirven a Dacota, una hamburguesa con papas y su vaso de soda, y a mí un perro caliente y un plato de nachos, realmente esta no es una de las típicas fiestas a las que he ido.

Noah está en su silla para bebés, viendo sonriente a los meseros que van y vienen con bandejas llenas de comida.

—¿No te gusta? — me pregunta Dacota refiriéndose a la comida a lo que yo niego rápidamente. —Puedo pedir que te den otra cosa— dice dispuesta a pararse de su silla, pero la detengo.

— No es eso, solo estoy sorprendido— comienzo a comer.

Oh Dios estoy comiendo con mis manos, al igual que Dacota y todos. Fui criado con etiquetas así que, compréndanme, esto es nuevo para mí.

—Esto si es una buena comida hermano — me grita Dalton desde su mesa levantando sus pulgares a nuestra dirección.

— ¿Y qué les está pareciendo? — pregunta mi hermana parándose enfrente de nosotros.

—Perfecto — habla como puede Dacota con la boca llena.

—Bueno odio admitirlo, pero lo hiciste bien — digo mordiendo mi perro caliente.

—Me alegra escuchar eso de tu boca hermanito — sonríe limpiando una lágrima imaginaria. — Los dejo comer—se despide caminando a su mesa.

Después de un rato Dacota habla:

—¿Te imaginas que así sean todos los baby shower de nuestros hijos? — me pregunta emocionada terminando sus papás.

 —De nuestros 5 bebés que faltan más verdad cariño — sonrío de lado.

—¿Me pasaré toda mi vida teniendo bebés? — pregunta indignada.

— Sí, al igual que yo me pasaré pagando universidades.

Solo niega sonriendo, pedimos más comida a nuestra mesa ya que Dacota quiere aprobar todo al igual que yo, es el día más tranquilo de mi vida en el que he vivido sin tener que preocuparme de nada, pero creo que hable demasiado rápido.

— ¿Por qué comenzaron esta fiesta sin nosotros?

Esposa Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora