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Ha pasado como una semana desde el día de la fiesta que tuve que parar por los estúpidos de mis padres, Dacota no se molestó eso y solo dijo que así toda la comida que había sobrado era para ella, ha estado como loca destapando los regalos que trajeron.

Pero también me pregunto acerca sobre la estupidez que dijo el viejo, yo sé que se refería al viejo de Miller. Pero la persuadí diciendo que era uno de mis tantos enemigos que tenía y gracias al cielo se lo creyó, ni ellos me dan tanta molestia como lo están haciendo estos viejos.

—Señor tiene una reunión — entra mi secretaria

Solo asiento y esta sale dejándome nuevamente solo, suspiro frustrado levantándome para ir a la sala de juntas, pero me sorprendo al ver quién es.

—¿Qué haces aquí Victoria? — Digo viendo como está se para de su asiento.

Trae un vestido, bueno si así se le puede llamar a ese pedazo de tela que trae, y se porque lo trae, quiere llamar mi atención como siempre lo ha querido hacer.

—Vine hacer tratos contigo — sonríe caminando hacia mí.

—¿Ya te distribuyo droga que más quieres? — pregunto quitando su mano de mi brazo bruscamente.

—Quiero ser tu socia, aparte de que me vendas quiero trabajar contigo— dice batiendo sus ojos, algo que no le va para nada se quedará visca.

—Estas mal de la cabeza, yo trabajo solo no necesito gente inepta conmigo— cruzo mis brazos.

—Me ofendes, cariño— hace un horrible puchero que quiero borrar de un puñetazo.

—No me llames así, me dan arcadas —sonrió sin humor.

—Vamos, puedo ponerte de buen humor —sonríe poniéndose delante de mí, acariciando mi brazo con sus uñas.

DACOTA

—Espera solo un momento — digo tratando de calmar a Noah quien va inquieto en su coche, grita papá llamando a André.

Entro al elevador presionando el botón en el piso en donde esta André, los guardias van conmigo como siempre solo que esta vez no va ni Matías ni Erick conmigo. El elevador se detiene, ya que hemos llegado a nuestro destino, pero no más salgo de este la secretaria de André me recibe y al verme sonríe de lado.

—Podrías decirle a mi esposo que estoy aquí — digo hablando lo más educadamente que puedo.

—El señor está ocupado ahora mismo — dice tecleando algo en su computadora.

— Esperare entonces — camino a los sillones en una pequeña sala de espera que hay.

—Papá, papá— balbucea Noah.

—Papá está ocupado, espera solo un poco más — acomodo su gorro de Lana.

—Y vaya que está ocupado — canturrea en su escritorio.

—¿Disculpa? — digo viéndola seriamente.

—Nada — sonríe volviendo a teclear en la computadora.

Se que está tratando de fastidiarme, pero ¿porque dijo que André está ocupado viéndome así? Han pasado como 5 minutos y siento la mirada burlona desde donde está, haciendo que me ponga ansiosa al ver que André no se aparece.

—¿Dónde está? — pregunto levantándome para ir hasta donde ella.

—¿Quien? — maldita per.... no Dacota tú no eres así.

—Mi esposo — contestó entre dientes.

—En la sala de juntas — señala hacia la derecha.

Le sonrió como "Agradecimiento" y voy con los guardias que vienen conmigo.

—Pueden cuidar de mi bebé por un momento — digo entregándole su sonaja a Noah para que esté tranquilo.

—Si mi señora — me contestan los diez hombres intimidantes que tengo como guardaespaldas.

—Gracias — susurro.

Estos se ponen alrededor de Noah quien les comienza a balbucear cosas y estos les responden, si, todos aman a mi bebé. Camino hacia donde me indico la secretaria no volteo a verla porque sé que aún tiene esa sonrisa en su horri.... en su cara. Giro y veo un pasillo donde hay una doble puerta de cristal llego a esta y antes de abrirlas escucho voces, pero es la voz de una mujer.

Me debato en entrar o no, quiero escuchar que hablan, pero sé que eso no está bien me alejo decidida a irme y esperarlo hasta que termine, pero mi conciencia me dice que no, que entre no tiene nada de malo hacerlo, André me ha dicho que puedo entrar a cualquier lugar con total libertad ¿pero si está en una reunión de trabajo importante?

¿Con una mujer solo los dos ahí encerrados? recrimina una voz en mi mente.

Niego rápidamente por que André me prometió que el nunca haría algo así.

Entonces… ¿porque están ellos solos ahí adentro? Me vuelve hablar esa voz.

Volteo a ver las puertas y vuelvo a caminar hacia ella esta vez decidida abrirla, tomo aire antes de hacerlo.

Abro la puerta pero casi me arrepiento al hacerlo.

Esposa Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora