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— ¿Crees que André se enoje mucho?— Vuelvo a preguntar a Edwin, alguardia que va conmigo en la camioneta.

— Con usted no mi señora, con nosotros si—. Me sonrie un poco nervioso. — No sé preocupe valdrá la pena.

Dios santo, creo que me estoy arrepintiendo de haber salido de casa a estas horas y sin decirle a André.

— Mi señora—. Volteo a ver al guardia que me saca de mi pensamiento.

Veo que ya estamos afuera del hotel, salgo de la camioneta con otros guardias más siguiendome. Comienzo a buscar con la mirada en todo el lugar.

—¿No sabe donde viven mi señora?— Pregunta un guardia a mi lado.

— Ni se si tienen casa—. Susurro

Buscamos por un rato al niño con su hermanita que vi por la mañana, pero no están tal vez si se fueron a casa con su madre, no se porque se me ocurrió venir a estar horas de la noche y no mañana.

Con un poco de decepción les digo a los guardias que nos vayamos y vendremos mañana, si es que André no se entera de esto.

Sonrio al ver como Alek y Alik están en su cargador, y lo más gracioso es que un guardia los carga y los tiene sujetados como si su vida dependiera de ellos, bueno creo que si depende de ellos. Al igual que Noah lo lleva otro guardia solo que este está despierto.

— Mi señora, creo... creo que los encontré, están a dos callejones—. Suelta uno señalando a su lado derecho.

Comenzamos a caminar para donde nos esta guiando el guardia, decimos dejar las camionetas para así poder aunque sea evitar un poco la atención.

— Aquí—. Veo el callejon un poco oscuro donde ay bolsas de basura y estantes creo que también es basura lo que contienen.

— Mi señora por aquí—. Me señala una caja de cartón grande donde tiene unos pedazos de bolsas plásticas encima creo que simulando un ¿techo?

ANDRÉ

— Dacota nena regrese antes, lo mate rápido y deje mis hombres se encar.....—. Me calló al ver la cama vacía, volteo a ver las cunas y están igual.— ¡MIERDA!

Corro a nuestro closet y veo que aun sigue su ropa ahí pero se que ella no se llevaría nada de lo que yo le he comprado, volteo a ver donde esta la ropa de nuestros bebés y también sigue ahí.

Salgo de la habitación para ir a la de Noah pero confirmo que también sigue su ropa ahí.

¿Y si se fue y no quiso llevarse nada de lo que yo les di? Jodida mierda.

Salgo hecha una furia de la habitación.

— !Matias! Grito teniendo a este enfrente de mi en poco tiempo.

—¿Porque gritas? ¿Que sucede?—. Pregunta confundió con una taza en sus manos.

— Trae a los guardias aquí, !ahora¡—. Lo hace sin decir nada trayendo a los guardias que les toca cuidar dentro de la casa.

— Solo.. solo quiero saber donde esta mi esposa y mis tres hijos—. Hablo con toda la paciencia del mundo.

— Mi señor...

— !Mi señor una mierda! ¿Donde mierda están?, porque nadie me aviso nada, !puta madre!—. Y termino de perder la poco paciencia que tenía.

— Es que nuestra señora nos obligó a no decirle nada, y usted... usted nos dijo que siguiéramos también las ordenes de ella.

Me froto el rostro frustrado, no puedo matarlos porque siguieron solo las órdenes de Dacota y después también tendría problemas con ella por hacerlo.

Esposa Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora