El viernes llego y Jin tenía preparada una pequeña maleta para lo que creía era más que suficiente para lo menos un fin de semana, porque realmente Nam no le había querido decir nada el día anterior que hablaron por teléfono, solo le dijo que saldrían de viaje y nada más. Ese día en particular el moreno llego en un mercedes-Benz clase Gle coupe color blanco, el chico venía acompañado por un chofer.
- ¡Buenos días! –bajó del carro corriendo, llegando al pelinegro dándole un beso fugaz-, feliz cumpleaños mi amor –decía mientras lo envolvía en un fuerte abrazo y lo volvía a besar, fue un beso intenso y dulce que aceleró sus corazones, haciendo al pelinegro sonrojarse.
-Gracias Joonie –decía el chico tímidamente mientras recobraba el aliento robado y le dedicaba una hermosa sonrisa.
Nam recogió la maleta y tomándolo de la mano lo condujo al auto. El pelinegro se encontraba bastante desconcertado. La persona que iba con Nam recibía la maleta del chico y la coloco dentro de la cajuela mientras el moreno conducía dentro del coche a Jin.
-Joonie, ¿No crees que esto es excesivo? –decía mientras miraba a la persona que los acompañaba.
-Jinnie fue idea de hyung, por mi hubiéramos usado el autobús –se acercó al oído del chico- no me gusta traer chaperón –le susurro-, pero dice que es mejor así, estaremos más cómodos, además solo será en lo que estemos de viaje, ya le dije que no quiero chofer de planta, claro... a menos que seas tú –tomo al pelinegro por la barbilla mientras decía estas palabras con una sonrisa traviesa en los labios, haciéndolo sonrojar hasta llegar a la incandescencia-. Pero no, tengo otros planes para ti... -le dio otro beso suave en el que mordió tiernamente el labio inferior de Jin.
Al llegar a la escuela ambos bajaron del auto, cosa que para el ahora club de fans conjunto de ambos chico, no pasó desapercibido y es que era la primera vez que llegaban en un auto último modelo, las chicas se acercaron para saludarlos como lo hacían cada mañana, solo que él día de hoy, llevaban regalos que le entregaron a Jin y que no perdieron la oportunidad de felicitar, ya que aunque el chico era muy amistoso con las chicas de su escuela, era la única vez en la que podían tener una cercanía como lo era el darle un abrazo y que mejor pretexto que su cumpleaños, además era el último año que cursaría ahí.
El día había transcurrido de manera normal, sin embargo, para el moreno el día se estaba volviendo eterno.
Durante el descanso los compañeros de clase le habían preparado una sorpresa, le habían organizado una pequeña convivencia con comida, el chico estaba muy feliz y agradecido con sus compañeros por semejante detalle, a Nam también le gustaba que a su chico lo amaran y trataran tan bien, realmente se lo merecía.
Cuando dio fin la última clase y sonó el timbre de salida, en cuanto el pelinegro termino de colocar sus cosas en la mochila, Nam lo tomo de la mano y salió corriendo a toda prisa con él, frente a los ojos de media escuela que los veía extrañados.
Después de horas de viaje, había llegado a una localidad algo alejada de la ciudad la cual se encontraba rodeada de la naturaleza. El chofer se retiró dejándolos solos, sin antes mencionarle Nam cuando tendría que venir por ellos. Se hospedaron en un pequeño hotel en el cual el chico de tez morena ya tenía una reservación, ambos compartieron una habitación, ya que debido a los eventos que se realizarían durante el fin de semana, éste se encontraba casi lleno en su totalidad, la habitación tenia vista al pequeño poblado, había una cama matrimonial, con sus buros a los lados y sus respectivas lámparas, así como un pequeño sofá, un escritorio, televisión, un armario y el baño, el lugar era bastante acogedor pese a lo que podría aparentar por fuera, cuando llegaron ya eran cerca de las 5 de la tarde, acomodaron sus cosas, no quisieron pedir servicio a la habitación ya que el moreno quería que Jin admirara la belleza del lugar ya que este era simplemente encantador y aunado con la estación que reinaba, estaba seguro que al chico le fascinaría.
Salieron a un pequeño restaurante cercano, el lugar parecía una pequeña cabaña con chimenea, algo que se agradecía debido al viento frio de la tarde. En su interior solo estaban ocupadas algunas mesas, Nam insistió en colocarse al fondo cerca de uno de los ventanales, y es que la vista que se tenía de ese lugar era hacia un lago, rodeado por árboles que se revestían con los colores del otoño, sus hojas hacían un contraste con el rojo, naranja y verde, a lo lejos se apreciaba un sendero, la vista era simplemente hipnotizante, Jin tenía que reconocer que el lugar era muy hermoso.
- ¿Te gusta? –el chico hacía referencia con la cabeza a la vista que tenía el lugar.
-Sí, es hermoso –le decía el chico con cierto brillo en sus ojos.
Ambos pidieron de comer, se encontraban muy animados, cuando terminaron permanecieron un rato más conversando cuando se apagaron las luces, el lugar quedo en penumbra, pero al fondo se podían apreciar un par de velas encendidas que se acercaban, un par de empleados del establecimiento traían consigo un pequeño pastel de cumpleaños y entonando una canción de felicitación, llegando así a la mesa donde se encontraban los chicos, Nam se había unido al cantico mientras aplaudía con sus manos, mientras Jin se encontraba emocionado disfrutando del momento, colocaron el pastel sobre la mesa, era una tarta decorada con fresas, que tenía escrito en una tira "Felicidades Jinnie". El chico les agradeció y los empleados volvieron a sus respectivas ocupaciones sin antes dejar algunos platos para pastel y el cuchillo, se habían ofrecido para cortar la tarta, pero Jin dijo que él se encargaría.
-Esto es muy hermoso Joonie, hace mucho que no tenía un pastel de fresa de cumpleaños –decía el chico con cierto deje de tristeza en su voz.
-Ya no será así, cada año festejaremos de manera diferente tu cumpleaños y siempre tendrás un pastel con fresas –el chico lo miraba de manera tierna mientas acariciaba su mejilla- deberías pedir un deseo.
Cerro sus ojos y juntando sus manos pidió que esa felicidad que tanto le llenaba no terminara nunca, que ese chico que se había vuelto su todo estuviera siempre con él. Abrió lentamente sus ojos y soplo las velas mientras Nam aplaudía calurosamente, tomo un ramo que tenía oculto bajo la mesa y se lo extendió, eran Crisantemos con Rosas Rojas, envueltos en celofán, dentro de ellas había una pequeña nota que el chico leyó, "Ningún amor será comparable al nuestro, te amo intensamente...". Se acercó al moreno y le dio un beso cálido que se fue intensificando, envolviendo en ese acto todos sus sentimientos.
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(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•
FanfictionKim Seok Jin, es un chico popular, pero a la vez solitario, su bella apariencia trae consigo problemas debido a los novios celosos de sus compañeras de escuela; un día Kim Nam Joon lo salva de casi morir en las manos de sus agresores. Agradecido co...