CAPÍTULO 15

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Los días siguientes, tal como lo había dicho Nam, se había vuelto la sensación de la escuela y una serie de rumores se habían desencadenado, el más popular era que estaba enamorado de una chica de esa escuela y por esa razón había buscado por todos los medios ingresar en ella para así poder estar juntos, historia que realmente no estaba fuera de la realidad, solo que había una equivocación al decir que era una chica y no un chico, situación que realmente le encantaba a Jin, ya que la relación que ambos tenían era un completo secreto. Otro de los rumores era que había hecho algo realmente malo y su familia lo había enviado como castigo a esa escuela, claro que, entre ambas historias la que más hacia alucinar a las niñas era la primera. El moreno al igual que Jin se había vuelto bastante popular con las alumnas del instituto, ya que Nam también era un chico bastante apuesto.

Siempre estaba con Jin, llegaban juntos y se retiraban juntos, a excepción de los días en los que tenía que ir a regañadientes a algunas de las reuniones o eventos de la empresa que requerían de su presencia y es que al final del día, ello era parte del trato para lograr su cambio, las letras pequeñas del contrato que no leyó. Los descansos también se la pasaban juntos, pero esos momentos eran los únicos en los que no podían encontrar intimidad, ya que siempre se encontraban rodeados por las chicas que revoloteaban a su alrededor además de sus demás compañeros con los que convivían.

Ambos eran muy populares, y muy queridos por sus compañeros; de todos era conocido que Jin era una gran persona además de ser muy inteligente pero el que Nam siempre estuviera con él no pasaba desapercibido, fue acogido como si le conocieran desde un inicio, tal vez el moreno no tendría la chispa de Jin, sin embargo, el chico lo estaba transformando completamente, y ese carisma le hacía ser aceptado, lo que en algún otro momento jamás hubiera pasado. Nam siempre fue un chico arrogante e introvertido, situación que siempre le atrajo problemas en sus anteriores escuelas, por ello es que se vio en la necesidad de aprender a defenderse, practicando deportes de autodefensa. Realmente para el ser tratado con el mismo cariño y aprecio con el que trataban al pelinegro, le hacía sentir una emoción totalmente diferente.

Al salir de la escuela habían comenzado una rutina en la que algunas veces iban a la casa de Jin o algunas otras al departamento de Nam, pasaban las tardes juntos, disfrutando de su compañía mutua. Quien los viera en la intimidad que albergaba la burbuja en la que solo se encontraban los dos, podrían darse cuenta de que se encontraban completamente enamorados, las sensaciones de cosas nuevas y emociones que crecían en ambos cada día. Nam había comenzado a enseñar a Jin algo de autodefensa, aunque siempre estaban juntos, para él era necesario que el chico aprendiera, al principio el pelinegro se rehusaba, terminó accediendo ante la insistencia.


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El tiempo había pasado, bastante rápido para el par de enamorados, el mes de diciembre había comenzado y se acercaba el cumpleaños de Jin, el cual sería el próximo viernes. Aunque el chico no quería nada en específico, Nam estaba preparándole algo especial, sería el primer cumpleaños que pasaban juntos.

-Creo que mañana no me será posible asistir a la escuela –su tono era serio-, no me gusta nada la idea de no verte un día.

Los chicos se encontraban en la casa de Jin, ya comenzaba a anochecer y Nam estaba preparando sus cosas para irse a su departamento.

- ¿Tiene que ver nuevamente con la empresa? –el pelinegro había acercado a él y lo abrazaba por la espalda mientras este aprisionaba sus manos.

-Si... pero... -se volteó, quedando frente a Jin con una sonrisa traviesa en los labios-, ¿Qué te parece si el viernes nos escapamos? –al pelinegro le agradaba la idea, sin embargo, el chico era bastante responsable y tenía que admitir que estar con el moreno era estar jalando sus riendas porque estaba acostumbrado a hacer lo que quisiera, inclusive a faltar a clases.

-Sabes lo que opino al respecto... -decía serio, mientras Nam le hacía caritas de cachorrito para convencerlo-, ni haciendo esas caras lograras cambiar mi opinión.

- ¡Oh por favor! Jin solo será esta vez, anda... -El chico rogaba con insistencia tomando las manos de Jin.

-Podemos hacerlo saliendo... - su voz era de cierta manera tímida, el moreno se emocionó tanto que lo abrazó y comenzó a brincar con él, al menos había accedido y eso ya era más que suficiente.

-Muy bien, entonces el viernes que venga por ti en la mañana, ten preparada la maleta, porque nos iremos saliendo de la escuela, ¿Esta bien? –el chico tomo su barbilla y lo beso, fue un beso intenso que dejo sin aliento y algo aturdido, el chico se despidió con la mano y salió corriendo, no permitiéndole preguntar a donde irían o porque tendría que llevar una maleta.

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora