CAPÍTULO 42

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Habían pasado tres días desde que habían llegado a la isla, los chicos se habían aventurado a ir a todas las actividades que se habían realizado, feria, baile y algunos tours con los lugares más emblemáticos de la isla, ese día habían ido al faro en una excursión, se habían alejado un poco caminando tomados de la mano sobre la franja de arena.

-Te tengo una sorpresa esta noche -Nam sostenía sus manos entrelazadas y besaba el dorso de la mano de Jin.

-¿Sorpresa? -lo miraba sorprendido.

-Sí, esta noche tendremos tu y yo una cena romántica -se había acercado y lo envolvía en un abrazo cálido, meciéndose con él.

-Me gusta la idea... pero ya no es sorpresa...

-Es que la cena no es la sorpresa... -lo miraba con una sonrisa resaltando sus hoyuelos.

Cuando terminó el tour Nam lo llevó a una tienda de ropa, donde compraron unos conjuntos de algodón blanco con bordados realizados en el lugar, la idea del moreno es que vistieron esas ropas durante la cena, Jin no se negó, cuando llegaron al hotel Nam lo dejó en la habitación argumentando que tenía algunas cosas que resolver. Pasado cerca de una hora el pelinegro se encontraba en la sala mirando televisión, sin noticias del moreno, comenzaba a sentirse ansioso, tomando de vez en cuando su celular se abstenía de enviarle algún mensaje o llamada, a los pocos minutos recibió un mensaje.

"En un momento voy por ti, ponte más hermoso de lo que ya eres mi amor "

El pelinegro se emocionó ante su mensaje y corrió al baño a ducharse, al salir vistió el traje que habían comprado, estaba terminando cuando Nam entró en la habitación, besándolo profundamente y dejándolo sin aliento ingresó al baño con su traje, mientras Jin asimilaba lo que acaba de ocurrir. Unos minutos después Nam salió del baño ya vestido y se acercó a Jin.

-¿Ya estás listo mi amor? -beso tiernamente su mejilla. El pelinegro solo asintió.

Salieron de la habitación tomados de la mano, bajaron al lobby hasta llegar al restaurante del hotel, el cual se encontraba lleno, era la hora de la cena, y parecía que todos los huéspedes habían decidido ir a esa hora, al verlos el capitán de meseros los condujo por el restaurante hasta una escalera que daba a otra extensión del lugar, adornado con arreglos florales y series de luces y con una vista al mar y a la puesta de ese sol que estaba a punto de morir, solo había una mesa marcada por un camino de pétalos, Jin veía todo con atención y sentía una emoción que hacia vibrar su pecho. Nam lo condujo hacia la mesa, retirando su silla para que tomara asiento y se colocó frente a él con una sonrisa en su rostro mostrando sus hoyuelos.

-Veo que te gusta la sorpresa...

-Es todo tan hermoso... nunca me hubiera imaginado que esta parte del restaurante existe.

-Es solo para ocasiones especiales -le guiño un ojo, haciendo sonrojar al mayor.

Pronto un mesero llegó con unos aperitivos y un vino el cual sirvió, esperando a tomar el pedido de los comensales. Cuando estuvieron solos, Nam comenzó a hablar sobre el futuro, ese futuro que quería al lado de Jin. Disfrutaron de la comida y el postre, el moreno no dejaba de mirar a Jin endiosado y el pelinegro no paraba de sonrojarse a cada momento.

-Jin... -hacia mucho que no le llamaba así-, quiero que hablemos seriamente, -el moreno se había puesto rígido en su lugar-. Yo no me imagino una vida sin ti, sé que nuestro futuro es incierto y los proyectos que me mantendrán en el extranjero tampoco son de ayuda. Te amo... y quiero casarme contigo... -hizo una pausa.

-Joonie... yo también te amo y nos casaremos más adelante...

-No Jin, quiero casarme contigo antes de irme... -la sorpresa en el rostro del pelinegro no se hizo esperar-. No quiero irme sin antes hacer esto, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, así te enfades de mí y me eches de tu vida, quiero que seas mi esposo, quiero amanecer contigo, besarte y hacerte feliz cada día de mi vida, sé que es absurdo que te hable de todo esto cuando en unos cuantos días te dejaré solo, pero será provisional, te lo prometo, porque cuando vuelva a ti nadie logrará alejarme y si tengo que volver a irme esta vez te llevaré conmigo.

-Namjoon... -tomo sus manos, nunca lo había llamado así-, ¿Kim Nam Joon me estas queriendo decir que quieres que nos casemos aquí?

El moreno soltó su mano, se puso de pie y miró a Jin directamente poniéndose de rodillas sobre uno de sus pies al lado de él, sacando una pequeña cajita.

-Kim Seok Jin..., ¿te casaría conmigo? -torpemente abrió la cajita mostrando un par de anillos en oro blanco, Jin sonrió y sus ojos se cristalizaron de la emoción que lo embargaba.

Se acercó a él y lo besó, fue un beso suave y dulce con un leve toque de sal de las lágrimas que comenzaban a rodar por las mejillas del pelinegro y terminaban entre los labios de ambos.

-Te amo Joonie... yo ya soy tuyo, mi corazón te pertenece completamente.

Nam colocó el anillo en el dedo de Jin, sobre su ya anillo de compromiso, este anillo era muy delgado y sencillo y el pelinegro le colocó también el suyo y se besaron una vez más.

Permanecieron un largo rato en el restaurante, disfrutando de otras tantas cosas que Nam había preparado de postres para Jin, ya cerca de la media noche abandonaron el lugar, caminaron sobre la playa tomados de la mano.

-¿En verdad quieres que nos casemos en estos días?

-Sí, quiero que seas el señor Kim una vez que me vaya...

-¿Estas consiente que tenemos el mismo apellido y no necesito casarme para serlo?

-Diablos no pensé en eso... -lo miraba con una mueca en la boca-, pero ya dijiste que sí, no puedes retractarte.

-Bueno tampoco es como que lo estuviera haciendo, pero solo faltan tres días más para que regresemos...

-Lo sé, por eso quiero que nos casemos el viernes.

-¿Pasado mañana?

-Técnicamente sería mañana, ya es jueves... -el moreno miraba su reloj ya eran cerca de la una de la mañana.

-Sigo pensando que es muy apresurado, me gustaría que Yoongi estuviera aquí.

-Siempre podremos volver a casarnos una vez vuelva, si lo llamamos nos va a regañar por casarnos a las carreras -ambos rieron-. Podemos casarnos aquí en la playa, sé que no tendremos invitados y podemos pedirle al personal del hotel que sean nuestros testigos, y hacer un pequeño brindis y bueno podemos tener otra cena para nosotros, así como la de hoy ¿te parece?

-Sí, me gusta... mientras eso me haga tu esposo, no tengo problemas con eso -se había acercado a él y lo besaba dulcemente.

Después de un rato más caminando decidieron regresar al hotel, el cansancio acumulado los invadió quedándose completamente dormidos en cuanto se recostaron en la cama.


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Ese día Jin había despertado primero, los rayos del sol entraban en la habitación, aunque la espalda de Nam los bloqueaba. Miraba al moreno dormir tranquilo con una respiración apacible, se movió un poco tomo su celular era casi medio día, entonces vio el anillo nuevo en su mano, al otro día se casarían y había tanto por hacer...

-Joonie... -le dio un beso suave- Joonie despierta -le dio un beso más, haciendo reaccionar al chico dormido.

-¿Qué pasa amor? -lo envolvió en sus brazos.

-Ya es tarde... y hay muchas cosas que hacer...

-Es verdad... -lo miro y lo besó de vuelta- mañana serás mi esposo...

-Y tú el mío...

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora