CAPÍTULO 5

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Durante los siguientes días Jin siguió quedándose en casa, sus profesores enviaban las tareas y Nam iba a su escuela por ellas, a entregar y recibirlas, era algo innecesario, pero que él quería hacer, así todas las tardes las pasaba con el pelinegro estudiando, comían juntos, veían películas o jugaban videojuegos, inclusive algunas veces el moreno se quedaba a dormir con él, se habían hecho muy cercanos. Era viernes, Nam había llegado a la casa de Jin con las tareas que habían enviado sus maestros y una mochila extra.

-He estado pensando, y bueno, no sé cómo lo vayas a tomar, pero ¿me puedo quedar contigo el fin de semana? –Jin lo miró sorprendido- Si no quieres o crees que me estoy tomando atribuciones que no me corresponden siéntete libre de echarme.

-Claro que no, eres totalmente bienvenido, pero me sorprende tu decisión. –su rostro reflejaba completamente su sorpresa.

-Tengo planeado un fin de semana contigo, el próximo lunes regresas a la escuela y quiero que estos días sean divertidos, así que si es necesario no dormir hoy para terminar todo lo que esté pendiente eso haremos –tomo a Jin de la mano y ambos se sentaron en la mesa, tenían mucho por hacer.

Nam era un chico muy inteligente pese a lo que podría aparentar, era el mejor de su escuela, y había muchas universidades que lo querían matricular, sin embargo, no estaba interesado en la escuela, él tenía interés por la música y el arte. Aunque no le comentaba nada a Jin sobre su alto grado de IQ, para éste no pasaba desapercibida su inteligencia, al momento de hacer sus tareas inclusive a él le ayudaba algunas veces, pese a que el pelinegro también era muy listo.

Había pasado toda la tarde y parte de la madrugada, Jin ya no aguantaba la pesadez de sus ojos y comenzaba a cabecear, Nam por su parte había comenzado a darle los toques finales a las tareas del pelinegro ya que él ya había concluido lo suyo, cuando terminó vio al chico a su lado completamente dormido sobre la mesa con sus labios entreabiertos, se recostó sobre sus brazos en la mesa y lo vio dormir, los sentimientos que tenía por Jin lo mantenían confundido o tal vez se negaba a ver lo que realmente significaban.

Mirando el reloj se dio cuenta que iban a ser la tres de la mañana, comenzó a mover a Jin para que se fuera a la cama a dormir, pero el chico solo balbuceaba cosas sin sentido. Separándolo de la silla lo tomo con el mayor cuidado que pudo por su cintura y lo llevó cargando a la habitación, el pelinegro en su inconciencia coloco los brazos alrededor del cuello del moreno y ocultó su rostro sobre su pecho aspirando el aroma de quien lo cargaba, Nam sintió como un cosquilleo le recorrió por toda la espalda, reforzando el agarre sobre la cintura del otro para evitar un accidente, lo recostó sobre la cama, separando sus brazos del agarre que tenían estos sobre su cuello, ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo había observado dormir, y siempre quedaba maravillado por lo angelical que lucía, lo llamó nuevamente para que se cambiara y pudiera dormir más cómodo pero el chico solo se volteó quedando boca abajo, Nam comenzó a reír bajo y lo arropo con la colcha de la cama.

Se dirigió al baño y se colocó algo cómodo para dormir, cuando regreso a la habitación Jin seguía dormido, pero estaba en una mala posición, trato de acomodarlo nuevamente para que no fuera a lastimarse y se colocó en el otro extremo de la cama como siempre hacían, dejando un espacio entre ambos. Se estaba quedando dormido cuando sintió que algo lo envolvía, al abrir sus ojos se topó con el pelinegro que lo abrazaba como si fuera su almohada, intentó separarse de él pero después de un rato de flojo forcejeo, solo se acomodó de tal manera que quedó frente a él mientras el chico envolvía su torso con sus brazos y éste lo envolvía con los suyos, comenzó a rosar su rostro con la yema de sus dedos, las labios rosados resaltaban en la penumbra de la oscuridad que inundaba la habitación, se quedó observándolos por un momento y un deseo cruzo por su mente... levantando levemente su rostro, roso sus labios con los suyos... una sensación lo inundó por completo, ese acto era la comprobación a lo que tanto temía, aspirando el aroma del cabello de ese chico, el moreno había encontrado la respuesta que tanto se negaba a ver... se había enamorado de Jin...

Poco tiempo después Nam también se quedó dormido, ambos abrazados envueltos en sueños color de rosa...

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora