El regreso a la vida diaria no había sido tan fácil, la universidad entera tenía los ojos puestos en un par de chicos que llegaban todos los días tomados de la mano, que pasaban sus horas libre en la biblioteca en donde Nam solo se pasaba su tiempo observando embelesado a Jin, mientras éste leía o revisaba algo del trabajo de Yoongi;, a la salida Nam abordaba su auto y se iba a trabajar, mientras Jin abordaba el suyo directo a su trabajo, al finalizar el día se reunían en su ahora hogar para hacer las tareas, cenar juntos, hablar, llenarse de dulces besos y caricias y cuando el cansancio se los permitía hacer el amor.
Los días y los meses fueron pasando y Nam, aunque quisiera cursar la universidad de manera normal al lado de Jin, tenía obligaciones que atender, por lo que tenía que ausentarse algunas veces por días seguidos. Al principio las ausencias del moreno, complicaban la vida del pelinegro, ya que era objeto de miradas, que, aunque estaba acostumbrado, éstas se habían vuelto más intensas, y los curiosos a su alrededor lo eran más.
Lo bombardeaban con preguntas sobre su relación y aunque éste se negaba a hablar, el acoso con ese tema era demasiado molesto, y pese a que Jin no le había dicho nada a Nam al respecto, un día al llegar a la universidad, cuando aparentemente no asistiría, se encontró al mayor siendo cuestionado por un grupo de chicos que incluía a algunos de sus ex compañeros de escuela media, nadie había notado la presencia del recién llegado y al escuchar como cuestionaban a su esposo sobre su relación, se molestó completamente.
A partir de esa ocasión Nam llevaba a Jin consigo a todos lados, aunque éste al principio no estuvo de acuerdo, terminó accediendo. Juntas, reuniones y cierres de tratos, comenzó a empaparse de la empresa a la que tanto huía, y aunque Nam no había vuelto a tocar el tema con el sobre lo de ser su asistente, si lo había hecho con Yoongi, que no se negó, pero al final del día esa decisión le correspondía solo a Jin.
El verano había llegado y los chicos habían decidido pasar sus vacaciones en su nueva casa aprovechando que a Jin también le habían dado vacaciones en su trabajo. Pasaron los siguientes días donde se dedicaron completamente al otro, disfrutándose como no lo habían hecho, de vez en cuando Nam tenía situaciones que atender y Jin lo acompañaba, en algunas ocasiones se quedaba y preparaba la cena para cuando llegara su esposo y consentirlo de todas las formas posibles. Ese día se encontraban en la sala, Nam recostado en el sofá, mientras Jin se había acomodado entre sus piernas y recostado en su pecho, el moreno lo abrazaba y llenaba de besos sus mejillas y cuello, haciéndolo estremecer, la película que estaban viendo había pasado a segundo plano, cuando el celular de Nam comenzó a sonar, no dijo más que unas cuantas palabras y colgó, Jin se había removido entre sus piernas quedado frente a él, quien dudo unos minutos y lo besó suavemente.
-Amor... tenemos que hablar -su tono era serio, Jin no pudo evitar sonreír-, ¿Qué es lo divertido?
-Que esas son las palabras que dicen en las películas cuando van a terminar.
-¿Qué? -Jin reía más fuerte mientras Nam asimilaba sus palabras-, yo jamás terminaría contigo, diablos... perdón amor, no quería sonar así.
-No te preocupes Joonie, si algo es claro en nuestra relación es que es más probable que yo termine contigo a que tú lo hagas.
-Eso dolió -lo miraba serio-, pero tienes razón -suspiró-, es más probable que eso ocurra.
-Pero eso no ocurrirá, porque me tienes completamente enamorado... -se acercó a sus labios y se fundieron en un beso dulce, dejando a Nam embelesado-, ¿Qué era lo tan importante que debemos hablar?
-Es verdad, la próxima semana comienza el proyecto en Alemania... -hizo una pausa y levantó la barbilla para mirarlo a los ojo-, Jinnie quiero que vayas conmigo...
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(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•
FanfictionKim Seok Jin, es un chico popular, pero a la vez solitario, su bella apariencia trae consigo problemas debido a los novios celosos de sus compañeras de escuela; un día Kim Nam Joon lo salva de casi morir en las manos de sus agresores. Agradecido co...