(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•

CAPÍTULO 30

Al siguiente día Nam había acompañado a Jin, se encontraban dentro del auto frente al edificio de un conglomerado, el edificio por sí mismo se veía lujoso, el pelinegro se encontraba nervioso.

-Todo estará bien, no tienes por qué estar nervioso -acariciaba su rostro y trazaba en él un rastro de pequeños besos, tratando de calmarlo.

-Es la primera vez que me siento así, me sudan las manos. -frotaba sus manos sobre la tela del pantalón.

-Pues no deberías, lo harás bien, una vez que tengas la practica necesaria esto será muy fácil, además te ves hermoso con tu traje. -Nam había conseguido unos trajes para el mayor, llevaba un traje sastre negro con corbata del mismo color a juego y una camisa blanca además había despejado su frente. Un leve rubor se asomaba por sus mejillas al escuchar las palabras del moreno.

-Gracias... -sus palabras sonaron tímidas.

Se despidió de Nam con un beso en la mejilla y después un beso fugaz en los labios, con paso decidido se acomodó el saco y se adentró en el edificio, tal como lo era por fuera, por dentro este era aún más lujoso, con pisos lustrados de mármol en color negro, se acercó a la recepción donde dio su nombre, al chico ya lo esperaba una persona más quien lo dirigió a la oficina de Yoongi que se encontraba en séptimo piso, el joven que acompañaba a Jin era uno de los asistentes, el cual tenía aspecto americano. Durante el trayecto en el elevador le fueron dando un breve panorama de las oficinas que se encontraban en el lugar, Jin iba memorizando cada cosa que le mencionaban, al llegar a la oficina de Yoongi este se encontraba en una llamada, sin embargo, le hizo señas para que tomara asiento, después de unos minutos, se unió a él en la pequeña sala que tenía su oficina.

-Espero que Andrew te haya hablado un poco sobre el lugar -el pelinegro asintió sin pronunciar palabra-, bueno entonces Jin vayamos al grano -se recargó sobre su asiento tomando una postura intimidante-. Hoy tenemos que ultimar detalles de la negociación que tuvimos el día sábado con Namjoon, solo que esta vez será con Park Shi Hoon, estoy completamente consiente de quien eres y tu situación con esa empresa –el pelinegro mostraba cierta sorpresa en su rostro-, sin embargo, te estoy tomando como un empleado mío, por lo tanto, espero no te dejes influenciar por Shi Hoon en la reunión. El hará lo que sea por tener más beneficios y estamos de acuerdo en que la situación debe ser pareja, por ello insiste en ser el encargado de ultimar todo, no es tonto -el castaño había hecho una mueca parecida a una sonrisa-, en fin, Jin, dime... ¿Aun quieres ser mi asistente? –el castaño lo miró por unos segundos, buscando en los ojos del pelinegro la respuesta que buscaba, cosa que le incomodó un poco, pero no desvió su mirada.

-Sí, sí quiero. -su mirada era penetrante.

-Muy bien -Yoongi se puso de pie y tomo unos papeles de su escritorio- entonces vamos a comenzar, me comentó Namjoon que tienes una mente brillante, te voy a poner a prueba, te enseñare los pormenores del negocio, y aclararemos las dudas que se te presenten. Nuestra reunión es a la una de la tarde.

Yoongi puso al tanto durante ese tiempo a Jin sobre el negocio en que estaban invirtiendo y todo el panorama general, a diferencia de lo que él se hubiera imaginado, Jin tenía una mente brillante, aunque no había estado presente en sus negociaciones con Namjoon, éste recordaba detalles específicos que simplemente había escuchado cuando ingresaba en la sala a dejarles algún aperitivo o alguna bebida, el pelinegro hacia algunos cuestionamientos que Yoongi le respondía de tal manera que el creara su propia perspectiva y en base a ello definir estrategias beneficiarias. Cerca del mediodía pidieron algo de comer, lo cual hicieron mientras seguían en lo suyo, después ambos salieron del edificio, afuera ya los esperaba un automóvil con un chofer, se dirigirían a la empresa de Namjoon.

-Es la primera vez que vas al conglomerado ¿cierto? - miraba su reloj verificando la hora.

-Sí, es la primera vez que estaría en ese lugar... -Jin tenía que reconocer que no le agradaba la idea de ir.