(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•

CAPÍTULO 44

El cuarto se encontraba completamente iluminado pese a que unas cortinas blancas impedían que los rayos del sol se filtraran a través de la habitación, la respiración unísona de dos chicos inundaba el lugar, en la cama yacían envueltos en los brazos del otro, mientras una sábana cubría solo un poco de su desnudez.

Jin se removió en brazos de su ahora esposo, acurrucándose más sobre su pecho, rozando con su pierna la entrepierna del otro, que se estremecía ante el contacto de su suave piel, provocando que su mano recorriera suavemente por su espalda baja, provocando un leve gemido en sus labios abultados... Nam lo había escuchado y sonrió, y miró al chico a su lado, con su suave piel blanca y delicada dormir plácidamente sobre su costado... era hermoso, y era suyo... tomo su mano y la beso, mientras que con su otra mano trazaba círculos sobre la piel de su espalda estremeciéndolo, lo dejo dormir un rato más, hasta que el pelinegro se movió nuevamente, sentir su piel suave sobre él lo hacía estremecer, tratando de contenerse.

-Joonie... -su voz era muy baja.

-¿Qué pasa amor? -besaba tiernamente su frente.

-Me duele todo... -hacia un pequeño puchero haciendo sonreír a Nam.

-¿De verdad? ¿Me porté muy brusco contigo amor?, perdóname -besaba su mejilla con dulzura.

El pelinegro no pronunció palabra y se dedicó a pasar sus manos sobre el pecho desnudo de Nam, sintiéndolo estremecerse bajo su tacto, poco después moviéndose más entre sus brazos se acercó a su boca y lo besó..., un beso correspondido, dulce y sublime.

-No fuiste brusco... –lo miraba con una devoción hipnotizante, quedando el moreno atrapado en su mirada-, fuiste dulce y cálido, me hiciste tocar las estrellas con tus manos -tomo su mano y comenzó a besar cada uno de sus dedos-, me hiciste tuyo, completamente... -se acercó a su boca de manera seductora y rozó sus labios provocando en Nam un leve gemido de placer por sus palabras aterciopeladas, que le erizaban la piel-, esto solo es un precio leve de todo lo que recibí..., tu amor... -beso su cuello- tus caricias, -beso el lóbulo de su oreja, el moreno se encontraba completamente excitado y Jin lo sabía-, te amo Joonie... -se besaron suavemente.

-Yo también te amo Jinnie... mi vida, mi amor, mi esposo... -lo atrajo más hacia su cuerpo, y recorrió con sus manos la piel de su espalda, mientras sus besos suaves acompañados del contacto de la piel con sus caricias, despertaban el placer de ambos-. No te quiero lastimar mi amor, estás adolorido...

-No me haces daño Joonie, quiero que me vuelvas a hacer el amor, que me consumas completamente... quiero olvidar mi propia existencia y que solo tú existas en mi mente, que me llenes de tu éxtasis hasta que ya no podamos más... -se besaron mientras Nam se acomodaba entre las piernas de Jin, profundizando su beso, introduciéndose en su boca mientras el pelinegro sentía todo de forma más intensa.

Las horas pasaron en esa habitación, inundada de gemidos, jadeos y orgasmos placenteros... sus cuerpos bañados en sudor reposaban sobre la cama, controlando sus respiraciones agitadas besándose tiernamente. Jin comenzaba a rendirse ante el sueño, producto de su relajación ante todo el placer recibido.

-Amor será mejor que nos demos un baño -Nam besaba su frente.

-Estoy muy cómodo así...

-Lo sé amor, pero no hemos comido nada desde anoche, no quiero que estés con el estómago vacío.

-Pero no tengo hambre...

-Ven, vamos a tomar un baño y después pedimos servicio a la habitación, o de lo contrario terminaré comiéndote a ti.

-Suena tentador... no sabía que yo estaba en el menú -rio levemente.

Después de una relajante ducha, Nam había solicitado que les llevaran comida a la habitación, ambos se acomodaron en la sala. Al dar el primer bocado, el hambre se hizo presente en Jin.