CAPÍTULO 9

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Durante los siguientes dos días Nam llegaba en las mañanas por el pelinegro y lo acompañaba a su escuela, y por la tarde también lo pasaba a recoger. Jin no estaba de acuerdo con esa situación ya que el moreno se la pasaba corriendo de un lado a otro, puesto que su escuela se encontraba bastante retirada del lugar, a la hora de salida lo esperaba alrededor de hora y media, el chico llegaba agotado y se sentaba a tomar aire un par de minutos mientras su compañero lo veía preocupado.

-Nam en verdad, no creo que sea necesario que sigas haciendo esto –Jin lo miraba preocupado, mientras secaba el sudor de la frente del moreno con su pañuelo.

-Tienes razón, esto es bastante desgastante –le decía- creo que necesito comprarme un auto. –el tono del chico era bastante serio.

- ¡¿Estás loco?! Si corriendo vienes así, no quiero imaginar que será el que vengas manejando un auto, no Nam, me rehúso, no quiero que te pase un accidente por mi culpa –la preocupación del chico lo conmovió dedicándole una sonrisa.

-Pero viéndolo de cierta manera es una gran inversión, ¿No lo crees? –Jin lo miraba con un deje de preocupación, mientras tomaba una postura seria.

-Si lo es..., pero realmente me preocupas, entiendo que tienes miedo y te preocupo, pero tú también me preocupas, no me gusta verte así, es muy desgastante... –Nam no lo dejo continuar dándole un beso fugaz en los labios.

El pelinegro se puso rojo y Nam mostraba una sonrisa amplia que dibujaba sus hoyuelos; abrió su mochila y de ella sacó un pequeño ramo de Jazmines que le extendió a Jin, éste las tomo, eran hermosas. No entendía como con el ajetreo las flores no se hubieran maltratado.

En el pequeño ramo había una nota que decía: "Yo te lleno de besos, tu embriagas mis sentidos... nuestro amor será dulce". Jin miró la nota con detenimiento, tenía que reconocer que los detalles que el moreno tenía con él eran muy lindos y hacían revolotear su corazón. Nam se inclinó hacia Jin tomando su rostro lo besó, el chico le correspondió, entreabrió sus labios lo que permitió al moreno saborear lo suave que eran, mordiéndolos levemente, fue un beso largo con cierta intensidad que aceleró sus corazones.

Al separarse ambos retomaron el aliento y no se atrevían a mirar directamente.

-Nam... -decía el chico en un susurro- gracias... -Jin deposito un beso en su mejilla.

Ambos chicos salieron de la escuela, directo a la casa del pelinegro, durante el camino no se dijeron nada, las miradas que se lanzaban decían todo. Cuando llegaron a la casa, Nam se despidió de Jin, argumentando que tenía algunas cosas que atender, pero que le llamaría antes de irse a dormir, y sobre todo que a la mañana siguiente lo acompañaría a la escuela.

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora