CAPÍTULO 47

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La brisa de la mañana llenaba el lugar..., a lo lejos unos rayos de sol comenzaban a abrirse paso entre la espesura de unas nubes grisáceas y de fondo el sonido de las aves, daban indicio de que la tormenta ya había pasado.

Jin caminaba en silencio por los pasillos de la escuela, iba absorto en sus pensamientos, decaído, cansado..., pese a que era verano había decidido adelantar algunas materias, necesitaba mantenerse ocupado de alguna manera. Pronto se cumplirían 2 años de la última vez que había visto a Nam y cerca de 3 meses desde la última vez que habían hablado.

Desde su última llamada Jin se sentía culpable, no debió haberse quebrado y haber explotado de esa manera, días después intentó llamarlo sin éxito, y él le había llamado un par de veces, pero su cansancio acababa con él, que no se percataba cuando sonaba su celular por la madrugada; a partir de ese día llegaban ramos a su puerta con flores de no me olvides... sin ninguna nota o mensaje.

Eran las seis de la mañana y en el instituto reinaba el silencio del gentilicio, era la hora perfecta en que la naturaleza que envolvía ese lugar reaviva para dar paso a un concierto con sonidos suaves que crean una hermosa armonía.

El edificio al que se dirigía se encontraba en lo más alto; al llegar al final de la escalera que daba a los salones, se sentó sobre una pequeña barda de contención que se encontraba a un costado de ésta y perdió su mirada ante la belleza de la planicie.

Desde ahí se podía ver toda la escuela, así como el horizonte y la majestuosidad del sol al salir. Poco a poco el sol iba bañando su rostro..., no pasó mucho tiempo cuando se comenzó a perder el sonido de la música que reinaba hace solo un momento, dando paso al bullicio del alumnado que comienza a abarrotar el lugar. Poniéndose de pie comenzó su travesía al salón de clases.

Jin era el chico más hermoso de la universidad; el amor platónico de muchas chicas y la envidia de muchos chicos, no había manera que pasara desapercibido, situación que en varias ocasiones le había traído problemas. Al igual que en la escuela media no faltó el chico celoso que le ocasionó problemas, solo que esta vez las cosas eran diferentes, aunque Jin era pacífico fueron varias las ocasiones en las que tuvo que utilizar lo que Nam le había enseñado para defenderse, ya no era el mismo que se dejaba golpear.

Al llegar al salón tomó asiento en un lugar al centro, colocando su mochila sobre la paleta, se acomodó sobre ella y cerró sus ojos.

Conforme avanzaban los minutos se comenzaron a oír los pasos de más gente que entraba y salía del salón y a su alrededor un grupo de chicas comenzó a formarse, buscaban con cualquier pretexto entablar una conversación con él, sin embargo, sus esfuerzos eran vanos, ya que solo se limitaba a responder a las dudas o preguntas que le hacían y las volvía a ignorar. Su paso por la universidad había sido siempre así, era un chico que desde el primer día se hizo notar no solo por su belleza sino también a lo inteligente que era; aunque no tenía amigos con los que se reuniera a conversar o pasar sus horas libres, no le importaba, siempre se le veía en la biblioteca leyendo algún libro o revisando documentos pendientes, siempre en completa soledad.

A su alrededor se habían formado diferentes historias sobre su vida y él porque era así, ya que dentro de sus compañeros actuales se encontraban algunos que habían sido sus compañeros durante la escuela media y ellos sabían que el Jin de ese tiempo era un chico lleno de vida, todo lo contrario, al chico introvertido que ahora era, todo esto aunado al hecho de que portaba unos anillos peculiares.

De pronto todo el bullicio cesó y se escuchó a una persona saludar al alumnado a su entrada.

Jin seguía en su misma posición, fingiendo dormir sobre la paleta de la butaca.

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora