CAPÍTULO 37

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Los días posteriores pasaron tranquilamente, Yoongi estaba de excelente humor, tal vez para muchos seguía siendo el mismo chico arrogante y prepotente en los negocios, pero Jin notaba la felicidad que emanaba de sus ojos. Era domingo, pese a las políticas del castaño de no trabajar fines de semana, ese día hubo una excepción debido a un inversionista árabe que había solicitado una reunión tanto con Yoongi como con Nam para cerrar un negocio importante. Los chicos se encontraban ya reunidos en la oficina, preparando lo necesario esperando la hora de la llegada de su inversor.

-Te ves muy feliz hoy, ¿es por tu cena familiar? -Nam usaba cierto sarcasmo en su voz.

-Joonie... -Jin lo miraba serio.

-¡Ja! No vas a lograr cambiar mi humor y no, no es por la cena de esta noche.

-La señorita Elisa ha estado muy tranquila toda la semana, imagino lo ocupada que ha de estar con la cena.

-Sí, esta vuelta loca con la cena, al menos me ha dejado en paz todos estos días. Solo espero que esta reunión familiar no termine en un completo desastre.

La secretaría de Yoongi había anunciado la llegada del socio, se dirigieron a la sala de juntas donde se expuso el tema, así como los puntos a establecer, a estas alturas Jin se desenvolvía muy bien y era capaz de sostener las negociaciones sin la ayuda del castaño, Nam se encontraba fascinado, desde la primera vez que había estado como asistente de Yoongi frente a Park Shi Hoon, había destacado, pero de ese chico al que tenía ahora a su lado había un gran abismo. Tenía que reconocer que Yoongi había pulido un diamante en bruto. Después de tres horas y estimado los últimos acuerdos firmaron y dieron por concluida la reunión, despidiéndose de su inversor, los chicos decidieron ir a comer juntos.

-Debo reconocer que has hecho un gran trabajo con Jin -Nam y Yoongi se encontraban solos en la mesa.

-Realmente no he hecho mucho, él es un chico muy inteligente y aprende rápido -dio un sorbo de su copa de vino-, dentro de poco estará a la par de Andrew, podría hacerse cargo de negociaciones más complejas, pero ya no depende de mí eso.

-¿A qué te refieres?

-Aunque Jin es feliz con su trabajo no es algo que lo apasione, no puedo dejar en sus manos algo de tan grande calibre en este tipo de situación.

-Tampoco esto es algo que me apasione... -le dio una sonrisa burlona.

-Es verdad, pero fuiste criado para hacer frente a esto, cuando estás frente a los inversores esto se vuelve un reto a vencer -el castaño lo miraba fijamente-, Jin en cambio no, es un chico dulce, por ello no siente pasión por lo que hace, lo disfruta porque le gusta, pero... ¿Por cuánto tiempo será?

Nam se había quedado en silencio pasando sus dedos por el borde de su copa de vino observando al pelinegro que se acercaba a la mesa.

-¿Me perdí de algo? -Jin tomaba asiento a la derecha de Nam.

-No, solo le decía a Yoongi lo hermoso que te veías haciendo frente a las negociaciones -se acercó a darle un beso en la mejilla provocando en el pelinegro un rubor en sus mejillas.

Pronto un mesero se acercó con lo que habían ordenado, disfrutaban de su comida en medio de una charla amena, siendo interrumpidos por una joven que había llegado repentinamente y abrazado a Yoongi por detrás, sorprendiéndolos completamente.

-¡Yoon! ¡Qué felicidad me da verte aquí! -la joven tomó asiento al lado de Yoongi, aferrándose a su brazo.

-Elisa... ¿Qué haces aquí? -la incomodidad en el rosto de Yoongi era más que evidente.

-Vine a comer con unas amigas, pero ya que te veo aquí es mejor comer contigo -lo miraba con unos ojos grandes y brillantes.

-En este momento estoy ocupado, deberías volver con tus amigas, al rato cenaremos juntos -la joven miró a los dos acompañantes de Yoongi y le dedicó una sonrisa a Jin, deteniéndose después en Nam.

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora