CAPÍTULO 19

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-Bien Jin, creo que es momento de que te diga porque te he llamado aquí, sé que no me conoces, pero esta situación tiene...

-Porque no paramos esta situación y hablas claramente conmigo sin involucrar a Jin en esto -el moreno había interrumpido abruptamente al mayor.

-Joonie –lo miraba con ojos entrecerrados mientras Nam sujetaba con firmeza la mano de Jin por debajo de la mesa, el pelinegro no comprendía lo que pasaba, pero podía notar la fuerza del agarre que tenía el moreno sobre su mano, era tal, como si en cualquier momento fuera a salir corriendo con él-, tranquilo..., con esa actitud vas a asustar al chico, es nuestra primera reunión...

-Y la última... -volvió a interrumpir-, no quiero que te vuelvas a acercar a Jin -se puso de pie y con él Jin a quien sujetaba fuertemente, el pelinegro no decía palabra alguna, sin embargo, tampoco ponía objeción pese a que no comprendía que pasaba.

- ¿Por qué no dejamos que él decida? - el mayor se había interpuesto en el camino de Nam-. Además, él debe saber sobre este tema, es parte de su vida después de todo...

-Hazte a un lado, no lo volveré a repetir -estaba realmente molesto- si no te quitas olvidaré completamente quien eres.

-Joonie, tienes que aprender a controlar ese carácter -el moreno hizo ademan de querer golpearlo, pero Jin detuvo su mano en el aire. Nam comprendió que éste era quien lo sujetaba, intento controlar su enojo y se apartó del mayor, tomando una vez más la mano del pelinegro. La situación se había vuelto bastante incomoda, pero el mayor continuo-. Bueno Seok Jin, queda en ti el querer escuchar lo que tengo que decir.

Miro por un momento a Nam, quien le rogaba con la mirada no hacerlo, sin embargo, él tenía que comprender lo que pasaba.

-Bien, te escucho... -el mayor había sonreído ampliamente.

-Jin por favor, no estás obligado a oír lo que tenga que decir... –Nam lo tomo de la mano y se apartaron de la mesa-, por favor, solo vámonos...-rogaba con cierta insistencia.

-Joonie, tú ya debes saber la causa por la que me llamó -había tomado las manos de Nam-, y por lo que veo en tus ojos esto puede ser doloroso para mí, pero necesito saber, sea lo que sea.

-Pero Jinnie... -acariciaba la mejilla del moreno, su roce le daba entender que no se preocupara, que estaría bien-, está bien, yo estaré contigo, pero prométeme que de lo que te vaya a proponer no vas a tomar una decisión precipitada, sea lo que sea lo consultaras conmigo, ¿está bien?

-Claro que si Joonie... -le dedico una tierna sonrisa.

Ambos regresaron a la mesa, tomaron asiento, Jin escuchaba atentamente la historia que Shi Hoon había comenzado a relatar sobre su padre, muchas de las cosas que el mayor describía, concordaban con lo que le había contado su abuela, sin embargo, desconocía sobre la supuesta herencia. El desconcierto se veía reflejado en el rostro del pelinegro mientras Nam tomaba fuertemente su mano, intentando enviarle el mensaje de que estaba ahí.

-Bueno Jin, como comprenderás, al ser tú el segundo en la línea, tienes derecho a liderar la empresa, así como Nam Joon, sin embargo, el se niega así que por consiguiente tú debes asumir el control, por lo que tengo entendido vas a estudiar administración de empresas, lo cual, ya nos facilita enormemente esta situación, ya que puedes ingresar como practicante y después tomar el lugar que te corresponde... –el pelinegro permanecía en silencio-, solo necesito una palabra.

- ¿No crees que ya te estás pasando? Le acabas de contar una historia tan impactante y ya quieres que te dé una respuesta, esto ya es demasiado, él no lo hará –el moreno jalaba al pelinegro de la mano, pero este parecía inerte-, Jin... -el chico se puso abruptamente de pie.

-Sácame de aquí por favor... -la lagrimas comenzaban a asomarse en sus ojos.

Nam no lo pensó dos veces y llevándolo de la mano, el pelinegro se dejaba guiar, caminaron por un largo rato, después tomaron un taxi y se dirigieron a la casa de Jin, en el transcurso este parecía ido. Al llegar a la casa se echó a llorar en los brazos del moreno, su llanto era amargo, que a éste le revolvió todos los sentidos, intentando no llorar con él, ambos se aferraban al otro, paso el tiempo, un par de horas talvez, cuando el pelinegro logró calmar su llanto, sollozaba quedito en los brazos del chico al que amaba. Nam se mecía con él intentando calmarlo.

- ¿Quieres que pida algo delicioso de comer? -el pelinegro solo se limitó a negar con la cabeza-, no has comido nada... tienes que comer algo -Nam había tomado su rostro y había comenzado a llenar de pequeños besos al chico.

Después de unos minutos más, Jin se quedó completamente dormido, Nam lo tomo en sus brazos y lo llevo a su habitación, le quito el saco del uniforme y desabotono parte de su camisa para que estuviera más cómodo y se sentó a un costado de la cama para verlo dormir, aún tenía el rastro de las lágrimas que había derramado, pasando sus pulgares por ella removiéndolas de su rostro, después de unos minutos el moreno se puso de pie y salió de la habitación, se encontraba ahora en la sala, tomando su celular marco un número.

-Hola Joonie -decía la voz al otro lado-, creía que ya no volverías a dirigirme la palabra -había cierto sarcasmo en su voz.

-No estoy para bromas, lo que hiciste jamás te lo perdonaré... -su voz reflejaba el creciente enojo.

-Joonie..., no deberías estar molesto, yo solo le conté la parte de la vida de sus padres que no conocía, además él tiene tanto derecho como tú de llevar los negocios que sus padres hicieron crecer, sería muy raro que de repente comenzara a recibir mensualidades exorbitantes de dinero como manutención, esto era necesario.

-Claro que no lo era, no era la forma -había alzado la voz, pero la bajo de inmediato para no despertar a Jin-, pudiste hacerlo de otra manera, pero lo hiciste de la forma más cruel, no creas que no sé porque lo hiciste, me estas forzando por medio de él...

-Por supuesto que no, no te estoy forzando a nada, solo intento que veas lo que va a pasar si él llega a tomar el control, tú conoces mejor que nadie el cómo esta posición te puede destruir completamente. Él no está preparado para ello...

- ¿Y yo sí? ¿Por eso lo estas usando para que tome ese lugar?

-Ambos ocuparan ese lugar, no solo será Seok Jin, considero que ambos pueden llevar a la empresa a otro nivel, pero el no puede hacerlo solo y tú te niegas completamente a colaborar.

- ¡En verdad que...! -había subido una vez más el tono de su voz y estaba nuevamente tratando de controlarse-, entonces renunciaremos a la empresa y a todo, no me importa no tener nada, y Jin nunca ha puesto sus manos sobre algo que tenga que ver con ella, así que haremos de cuenta que esto jamás pasó.

-No puedes renunciar, ninguno de los dos puede, ya sea que ambos queden al frente o solo uno de ustedes lo haga. -el silencio lleno ambos lados, Nam trataba a toda costa de huir de algo que no quería, pero tampoco podía dejar que el chico al que amaba formara parte de un lugar tan aterrador solo.

-Entonces negociemos... -sus palabras sonaron con cierta derrota.

-Vaya... hasta que escucho decirte algo coherente. Está bien, negociemos... -a diferencia del menor sus palabras sonaron con cierto jubilo.

(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora