(¨*•. Encuentro.•*¨) [NamJin] •Terminada•

CAPÍTULO 46

Había pasado más de año y medio, en el que Nam no había vuelto al país, seguía en el extranjero envuelto en los proyectos de la empresa. Había sido tanto el éxito sobre ellos que la estadía del moreno se había postergado por más tiempo.

Jin lo extrañaba, sin embargo, no hacía por llamarle, ya que sus llamadas se habían vuelto leves y el moreno siempre estaba cansado. Pese a su negativa, el pelinegro podía notarlo, sin embargo, aunque no siempre estuvieran en contacto debido a lo ocupado que estaba, a su casa llegaban diario, diferentes tipos de regalos y detalles, ya sean flores, chocolates, peluches, inclusive postres, con tarjetas escritas con su puño y letra y alguna que otra cosa que le enviaba del extranjero.

Ese día estaba en la oficina de Yoongi revisando unos papeles, había salido temprano de la universidad, cuando el castaño irrumpió en la oficina dando grandes zancadas hacia él.

-¿Y bien, cuando pensabas decirme sobre esto? -había colocado la pantalla de su celular enfrente a él en donde se mostraba un artículo de internet, era una entrevista a Nam.

-No entiendo a qué te refieres -Yoongi le hizo señas de que tomara el celular, lo hizo y leyó detenidamente el artículo.

Era una entrevista al CEO más codiciado del momento, un hombre de negocios importante, hablaba sobre sus proyectos futuros, el impacto de estos y al final había ciertas preguntas personales, donde se referían a él como un hombre sumamente atractivo, tocando el tema si había alguien que ocupara su corazón y si tenía planes a futuro de casarse, en las cuales Nam contestaba que estaba completamente enamorado y estaba casado desde hacía más de un año.

-¿Ahora ya entiendes? -lo miraba serio, el pelinegro palideció-, creí que éramos amigos.

-Yoongi en verdad lo siento...

-¿Cuándo se casaron? -lo interrumpió abruptamente.

-Antes de que se fuera...

-¿Antes?... ¿Entonces... fue durante ese viaje?

-Si...

-Pero porque demonios no dijeron nada y se casaron así de un día para otro.

-Realmente fue de un día para otro.

-¡¿Qué?!

-Si..., yo tampoco me lo esperaba, un miércoles me pidió matrimonio y un viernes nos casamos, en verdad yo quería llamarte, pero no lo encontramos conveniente, entonces Joonie sugirió que una vez que volviera podíamos celebrar una boda con ustedes presentes y me gustó la idea -Yoongi lo miraba en shock-, de verdad yo no creí que terminaría hablando sobre eso en una entrevista.

-¡Oh genial!, entonces hubiéramos seguido con esa mentira...

-Lo siento, en verdad te aprecio, eres un gran amigo, no hubiera querido que te enteraras de esta manera.

-Pues ya lo hice y no fuiste para decírmelo, pero está bien -el castaño recordó que Jin portaba unas argollas más en su dedo anular-, ahora entiendo tus anillos...

-Sí, son mis argollas de matrimonio -Jin trataba de no mostrarlas, siempre llamaban la atención el conjunto de tres anillos en su dedo.

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Esa noche Jin esperaba la llamada de Nam, era cerca de la media noche y se sentía cansado, la universidad y su trabajo de asistente lo estaban consumiendo, pero era un buen analgésico para poder pasar las horas sin estar en agonía, poco a poco comenzaba a sentir los estragos del sueño, con parpadeos prolongados cuando sintió la vibración del teléfono en su mano, viendo quien era su corazón se aceleró.