–"Nada más dijo entonces; ni una sola pluma movió. Y entonces dije, apenas murmurando: 'otros amigos se han ido antes; mañana él también me dejará, como me abandonaron mis esperanzas'. Luego dijo el pájaro: 'Nunca más'."– hizo una pausa antes de continuar, y notó que su novio tenía los ojos cerrados –Cariño ¿Sigues despierto?– preguntó.
–¿Mn? ¡Oh! Perdón, estoy algo cansado – comentó sintiéndose culpable.
Xue Yang le estaba leyendo uno de sus cuentos preferidos: El cuervo. Después de un baño, de haber limpiado todo el desastre y de dejar la pintura secándose en un lugar seguro, decidieron recostarse. A Xingchen le encantaba escuchar a Xue Yang leerle. Sus gustos literarios diferían, a Xingchen le gustaban los libros dulces, de romance y cuentos lindos; en cambio, Xue Yang prefería el terror, el suspenso, los crímenes, y un largo etcétera. A pesar de eso, el joven luna se interesó en ese tipo de lectura, más cuando se recostaba en sus piernas y lo escuchaba leer.
Con su pequeño loto en sus brazos, teniendo calefacción con una sábana y acostado, el cansancio le ganó llevándolo a los brazos de Morfeo.
–¿Quieres dormir?– Xingchen asintió abriendo uno de sus ojos.
Ante tal afirmación, cerró el libro de cuentos para dejarlo en el suelo. Ayudó a que su novio se acomodara en una almohada. Este, le extendió a su hijo para que lo abrazara. El minino era un dormilón, así que estar en los brazos de Yang le dió igual. Xingchen abrazó a su A-Yang para dormir, así se sentía aún más cómodo.
Cuando el sol llevaba unas horas pintando la ciudad, Yang abrió los ojos. Su pequeña luna lo había dejado de abrazar, su gato había huido de la habitación porque pasando tiempo en aquel departamento aprendió a abrir puertas. Aprovechó el sueño de Xingchen para abrazarlo. No podía dormir, las pesadillas habían sido tan pesadas aquella noche, así que seguían rondando su mente, dejándole intranquilo.
Minutos después, los resplandecientes ojos se abrieron, poco a poco. Notó la presión en su cintura, por lo que bajó la mirada en busca del menor.
–¿Pesadillas?– acarició el pelo negro, a lo que el joven asintió lentamente – Ven – comenzó a dejar pequeños besos en su rostro, intentando que su mente se tranquilizara.
No era la primera vez que sucedía ello, lo que no entendía era porque seguían sucediendo si él estaba ahí. Bueno, no es que fuera una cura para los malos sueños.
–¿Qué cosa buena hice para merecer a un ángel, ah?– le preguntó, sintiéndose en un sueño.
El día anterior había sido demasiado bueno, supuso que por ello se merecía sus pequeñas dosis de amargura. Ahora tenía un novio, una relación, algo estable en su vida, por lo que el miedo volvió ¿Sí era real?
–No eres una mala persona A-Yang – comentó la luna mientras seguía dándole besitos – Y te amo, por eso estoy aquí – afirmó, una vez más.
–Se escucha muy bonito cuando me dices así – Xingchen sonrió antes de darle un último beso.
Se levantó con ánimo, dejando solo al otro para hacerle el desayuno. Con los meses que pasaron juntos ya se había acostumbrado a tomar cosas con libertad, a la vez que sabía dónde se encontraba todo. Buscó en el refrigerador algo para preparar, pero no había nada más que leche y algunos huevos. Sacó lo poco que tenía y cuando dejó todo en la pequeña mesa al lado de las parrillas notó un poco que fruta que no había terminado el día anterior. No sabía qué hacer con poco, así que pensó en pedir algo a domicilio.
Camino a la habitación notó que su novio ya no estaba ahí. Confundido, le buscó por la habitación, hasta que sintió dos brazos que lo sostenían por la cadera. Hubiera gritado, pero identificó aquel agarre: era Xue Yang.
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Toxic
FanfictionHistoria XueXiao basada en "Toxic" de Britney Spears. Donde los dos jóvenes universitarios terminan acostándose en una fiesta, que los lleva a querer frecuentarse más y más con el tiempo, conociéndose, cambiando sus vidas. Pero ¿Para bien o para ma...