You're not sorry

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La noche pintaba bien. Se sentía sexy y eso era algo nuevo. Las primeras veces que se sintió así fue con Xue Yang. Una de esas ocasiones sucedió cuando estaba desnudo frente a los rayos del sol, entonces se enamoró de lo bien que se veía su piel con los tonos rojizos y dorados que le pintaban.

Así que sentirse sexy le animó. Bebería hasta media noche, podía disfrutar al ver a su amigo bailar y convivir con sus nuevos amigos. O simplemente beber y llorar en una mesa. Pero se veía realmente bien.

Dejó el pudor en su hogar por primera vez, así que dejó de esconder su trasero con los abrigos grandes y usó una chaqueta que tuviera un diseño corto. Usó un cuello de tortuga. Aunque viejos recuerdos regresaron con este, se enfocó en verse de lo mejor y disfrutar esa noche al máximo.

Después de haber visto a Xue Yang, algo dentro de él cambió. Tal vez esperaba que se acercará a él, eso quería. Sin embargo solo se metió a un cubículo. Igual no lo culpaba, pero estaba enojado por eso.

Mucho Xue Yang por ese día. Sólo tenía que beber, mucho.

Modeló para Wen Qing, ya que le dijo que se veía magníficamente bien. De hecho, ella le tomó distintas fotos que más tarde subió a sus redes sociales. Subió al coche de la chica junto con su amigo y entonces se fueron a un bar.

Empezó primero con una limonada con un poco de alcohol. Cuando menos se dió cuenta ya estaba bebiendo el vodka desde la botella mientras Wen Qing le animaba a beber más y más. Song Lan quería detenerlo, pero se entretuvo con Wen Ning.

Luego salió a bailar un poco con ella, tropezando algunas veces y con distintas personas. Aún tenía sobriedad para bailar y caminar sin mucho problema. Tomó las manos de la chica para bailar como idiota, ella comenzó a reír solamente.

Song Lan invitó a bailar a Wen Ning, olvidandose de la vergüenza. Al final de la canción, Xiao Xingchen terminó bailando con Zichen quien estaba riéndose del inicio de su borrachera.

Pidió un descanso mientras iba al baño junto con Wen Qing, cada quien por su lado. Se chocó con alguno que otro chico, e incluso creyó escuchar a otros teniendo sexo en un cubículo. Prefirió usar uno y salir después de lavar sus manos.

Su teléfono comenzó a vibrar. Lo sacó sin prestar atención al nombre en la pantalla, o mejor dicho, veía borroso a pesar de tener sus gafas puestas. Así que solo presionó el botón verde y lo pegó a su oído.

–Xiao Xingchen – en cuanto escuchó la voz del otro lado su corazón dió un salto. Era Xue Yang, quién también estaba ebrio – No me cuelgues ¿Sí? – pidió casi llorando –Tengo algo que decirte – su garganta se cerró, sus manos temblaron.

–Dime– logró murmurar.

Solo habían pasado unos días desde el día que se encontraron frente a frente. Y se sentía tan extraño pero calmante escucharlo de nuevo.

–Te amo, y mucho – la voz se quebró – pero es mejor para ambos todo esto. Solo quiero protegerte, no quiero que tú reputación se vaya a la mierda por mis estupideces; por eso me alejé de ti – los ojos de Xingchen se aguaron volviéndose borrosos – Sé feliz, por favor. Solo quiero que estés bien – se escuchó un carraspeo leve.

–Xue Yang – el chico quiso hablar, hacerle entrar en razón, pero:

–No digas nada, por favor no lo hagas más difícil. No puedo dejar de pensar en ti, pero sé que no soy bueno para ti, no tendrías una buena vida, soy un maldito criminal, siempre lo seré y tú no mereces eso – un suspiro pesado cruzó entre ambos teléfonos – Adiós Xingchen.

Después de eso, solo silencio.
Limpió sus ojos porque estaba lleno de lágrimas. Intentó llamar una y otra vez pero nadie contestó. Quería seguir hablando con él, escuchar su voz, escuchar de nuevo el "te amo" que le dijo porque se sentía irreal.

ToxicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora