La noche cayó.
Se sentía tan despreocupado, su ciclo escolar empezaba una semana después, así que trabajar otra y salir con su amigo no afectaría en nada. Las vacaciones de invierno eran las mejores, según él. Había pasado buenos momentos con su Xingchen, se convirtieron en novios y ahora estaban disfrutando de la miel completamente, sin tantos miedos.
Lo extrañaría porque sus clases empezarían aquella semana. Podía llevarle algún almuerzo para que no sufriera entre clases, y para asegurarse de que bebiera sus vitaminas. Para cosas que le beneficiaran, era demasiado distraído.
Miró el reloj de nuevo, GuangYao debería estar abajo. Apagó su cigarrillo, lo dejó en el cenicero y lo metió a un cajón para que su pequeño loto no se lo comiera. Una vez casi lo hizo y sintió que moriría al solo verlo. Le dió unas cuantas caricias antes de ponerse una chaqueta. Guardó su celular en el bolsillo, dejó comida en el plato para el minino y se fue.
Se sentía como un padre responsable.
Peinó con sus manos el pelo alborotado mientras bajaba en el elevador. Cuando salió no había nadie, cosa que le extrañó. Miró hacia ambos lados de la calle sin encontrar rastro del enano que era su amigo.
Iba a llamarle cuando apareció en su coche con un gesto de disculpa impreso en su rostro.
–Tuve algunos contratiempos, discúlpame – pidió desde su asiento. Xue Yang asintió para subirse del lado de copiloto. Tenía buen humor y nada se lo iba a arruinar.
–Vayamos a embriagarnos, bueno, yo. Quiero volver a casa en una pieza – MengYao sonrió extrañado.
¿Ese era su amigo? ¿Quién lo había puesto en modo fábrica? Rió cortarmente, seguro había explicación.
–Estás de buen humor – hizo la observación – ¿Hay algo que debas contarme?– lo miró por unos segundos.
Xue Yang suspiró sonriente. ¿Ese era Xue Yang? Se detuvo en un semáforo en rojo a pesar de que no había autos.
–Sí, pero te lo diré en el bar – aseguró mientras sacaba su celular para mirar quién sabe qué.
Una vez que sintió arrancar el auto lo guardo. Ser copiloto llevaba la obligación de mirar también, lo menos que querían eran problemas legales de nuevo. No hablaron mucho realmente, un par de palabras, asentimientos con la cabeza, tal vez un par de sonidos. GuangYao se estacionó en el bar de siempre, ese dónde habían llevado a Xiao Xingchen. Vaya recuerdos. Se metió en una cita sin querer. Buscaron una mesa donde pudieran hablar sin tener que gritarse.
Xue Yang realmente quería embriagarse, tal vez para celebrar su pequeña victoria de ser novio del chico que amaba. Pidió vodka para empezar.
–¿Ahora sí me vas a decir porqué andas de buenas? ¿Cogiste hoy?– Yang simplemente se rió, antes de tomarse el vodka en un solo trago.
–Además de eso – hizo una pausa – Xingchen aceptó ser mi novio – admitió con el rostro rojo.
La iluminación no era buena en aquél asiento, pero aún así logró notar el sonrojo y la emoción que conllevaba aquellas palabras.
–¿Qué..? ¿En serio?– preguntó sin poder creerlo.
¿Su amigo tenía novio? ¿Y su novio era aquél joven tan amable? Parecía ser más una broma, aunque para ser sinceros, el pequeño ChengMei tenía el mismo rostro de la vez que le dió dulces mientras seguían encerrados. Entonces, era verdad.
–Lo es, él me dijo que me amaba, entonces lo demás fue más fácil de decir – explicó.
Bueno, su amigo era un idiota que podría acostarse con cualquier persona. A todos y todas les dejaba en claro que no quería ninguna relación, antes o después de acostarse con ellos. Tal vez solamente quería acostarse con Xingchen varias veces, pero nunca se lo dijo a aquel chico.
ESTÁS LEYENDO
Toxic
FanfictionHistoria XueXiao basada en "Toxic" de Britney Spears. Donde los dos jóvenes universitarios terminan acostándose en una fiesta, que los lleva a querer frecuentarse más y más con el tiempo, conociéndose, cambiando sus vidas. Pero ¿Para bien o para ma...