Liam:
-Liam no se va-dice mi madre.-Liam se va-dice mi padre.
-¿Podéis iros?-digo suspirando.
-No, tienes que recoger y hacer la maleta-dice mi padre.
-No me voy papá, no me pienso ir-alzo la voz.
-Me da igual lo que quieras-me responde mi padre acercándose a mí.
-Soy mayorcito como para hacer lo que quiera-digo levantándome del suelo.
-Pero no mayor de edad y sigues viviendo en mi casa, así que mi casa mis normas-dice quedando a centímetros de mí.
-Está no es tú casa, está no es tú decisión ni tu vida, no tienes nada que opinar-digo harto.
-Si es mi vida y si tengo opinión, desgraciadamente eres mi hijo-grita.
-¡Ya vale!, ¡Liam es tu hijo, lo tienes que querer!-grita mi madre.
-¡Por su culpa James está muerto!, ¡Él tendría que haber muerto, no James!-grita mi padre.
-¿Que son estos gritos?-pregunta mi mejor amigo desde la puerta.
-Alex vete-le dice mi padre y me levanta la mano, Alex rápido se pone delante de mí y el puñetazo le impacta a él, eso solo me enfada más.
-Alex, ¿Estás bien?-le pregunto, a lo que él asiente.
-¡Liam Harrison vuelve a pegar a mi hijo o al tuyo y llamo a la policía!-grita mi tío.
-¡Se ha metido en medio, iba para el imbécil de Liam!-grita mi padre.
-Chicos, Natalia, venid conmigo-dice a lo que mi madre y mi amigo lo hacen, pero yo me quedo en mi lugar-Liam, vamos, no tienes que aguantar esto-me dice pero no obtiene respuesta.
-Si lo tengo, tengo la culpa de que James esté muerto-digo y me siento indefenso.
-No la tienes, Liam, ibais borrachos, no pensabais bien-dice mi amigo.
-James se iba a escapar-confieso-Su novia estaba embarazada-trago grueso.
-¿Os ibais a escapar?-pregunta mi madre confundida.
-Yo no, James iba a recoger a su novia, yo me iba a despedir de ellos, antes íbamos a tomarnos una cerveza pero se nos fué de las manos y nunca llegamos a recogerla-digo.
-¿Tuvo al bebé?-pregunta mi padre.
-Si, todos los meses les mando dinero y ella a mí una foto-digo mirando a mi amigo.
-¿Tienes su número de teléfono?, Quiero ver a mi nieto-dice mi madre.
-Si-digo.
-¿Que está pasando?-entra Alba a la habitación.
-Soy abuela-dice mi madre, dejando confundida a Alba.
-James era padre-digo y noto su cara de sorpresa.
-¿Dónde vive la chica?-pregunta Alba.
-En Miami-respondo.
-¿Podemos ir a visitarla?-pregunta mi madre.
-¿Es niño o niña?-pregunta mi padre.
-Niña y no lo sé, no la he visto ni yo-digo.
-En mi opinión, creo que es mejor que vaya primero Liam y luego los abuelos, es decir, tiene más confianza con Liam-dice mi tío Alex.
-¿Os podéis ir todos?-digo suspirando, todos asienten y se van, disimuladamente Alba vuelve.
-¿Estas bien, Lilo?-pregunta preocupada.
-Si, es solo que...-suspiro cansado-Esta siendo un día duro-digo abrazándola.
-Lo sé y quiero que sepas que estoy aquí para tí-dice besándome los labios-¿Te ayudo a limpiar?-dice y le sonrío.
Veinte minutos después ya está todo como antes o incluso más limpio.
-Gracias por todo, Alba-digo atrayéndola a mí.
-Liam, para eso están las...-dice y se queda callada.
-¿Las novias?-Le sonrío-Espera un poco y te lo pido-sonrío y a ella se le ilumina la cara.
-¿Cuánto tiempo más?-dice mirándome a los ojos.
-Unas horas, diré que me vas a acompañar a lo de mi sobrina por qué yo no tengo gustl como para saber qué comprarle y te llevaré a una cita-digo sonriendo.
-¿Crees que se lo van a creer?, Es muy básico-pregunta no muy convencida de mi plan.
-Me visto de blanco, negro y gris, claro que se lo creerán-digo riendo.
-Tambien es verdad-me sonríe-Le puedo decir a Ty que nos cubra-dice y asiento.
-¿El masaje sigue en pie?-Le sonrío con picardía.
-En unas horas sí, Harrison-dice para después girarse y caminar hasta la puerta.
-Me gustarían más las vistas si estuvieras en bikini-le sonrío aunque no me pueda ver.
-A mí me gustaría verte en veinte minutos, con el bañador puesto y esos nudillos curados, abajo-me dice y asiento.
-Ahí estaré-digo quitándome la camiseta.
Dicho y hecho, diez minutos después bajo, pasando por la cocina me encuentro a Alba, sonrío al verle en ese bikini, está cogiendo algo de la nevera así que tengo una visión perfecta de su trasero.
-Me vas a matar-digo poniendo su culo contra mí.
-Tengo que ir al sótano a por unas cosas, ¿me acompañas?-pregunta cerrando la nevera y girándose, puedo ver cómo sus ojos se quedan fijos en mis abdominales.
-Claro y mi ojos están aquí-digo cogiendo su cara para que me mirará a los ojos, una sonrisa se planta en sus labios, después me coge de la mano para llevarme hasta el sótano, una vez ahí, encendemos la luz y cerramos la puerta con llave.
-¿Que tienes que coger?-Pregunto agarrándole de la cintura y atrayéndola más a mí.
-Te voy a dar tu masaje-dice besándome en los labios y una sonrisa aparece en ellos, después ataca mi cuello, dejando besos húmedos.
-Alba, aquí no, nos pueden ver por las ventanas-digo apartandola un poco de mí.
-Las cajas las tapan, no nos verán-dice arrodillándose y besando mis abdominales para después bajarme el bañador.
-No tengo condones-digo entre jadeos.
-He escondido antes uno-dice bajando hasta mis partes.
Y en ese mismo sótano, me hizo tocar el cielo como nunca ninguna chica me hizo tocarlo, cuando acabamos nos volvimos a poner la "ropa".
-Hemos tardado demasiado-digo cogiendo las bebidas.
-Al menos no he gritado-dice cogiendo dos latas.
-Pero te he tenido que tapar la boca-digo besándole la mejilla al pasar por al lado.
-Como para no hacerlo, Harrison-dice riendo.
-Yo espero otro masaje por la noche-digo guiñándole un ojo.
-No lo dudes, Harrison, pero esta vez a las 4:15 en mi habitación.
-Hecho-le respondo con una sonrisa.
Esta chica tiene poder en mí y eso me aterra.
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Contigo ✓
Short StoryDel odio al amor hay un pequeño paso. Alba, una chica divertida, insegura, competitiva, cariñosa. Liam, frío, borde, egocéntrico, divertido, competitivo, deportista, un poco posesivo. Ambos comparten cosas, una es Alex, el hermano mayor de ella y e...