Capítulo 34

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Liam:
-Liam no se va-dice mi madre.

-Liam se va-dice mi padre.

-¿Podéis iros?-digo suspirando.

-No, tienes que recoger y hacer la maleta-dice mi padre.

-No me voy papá, no me pienso ir-alzo la voz.

-Me da igual lo que quieras-me responde mi padre acercándose a mí.

-Soy mayorcito como para hacer lo que quiera-digo levantándome del suelo.

-Pero no mayor de edad y sigues viviendo en mi casa, así que mi casa mis normas-dice quedando a centímetros de mí.

-Está no es tú casa, está no es tú decisión ni tu vida, no tienes nada que opinar-digo harto.

-Si es mi vida y si tengo opinión, desgraciadamente eres mi hijo-grita.

-¡Ya vale!, ¡Liam es tu hijo, lo tienes que querer!-grita mi madre.

-¡Por su culpa James está muerto!, ¡Él tendría que haber muerto, no James!-grita mi padre.

-¿Que son estos gritos?-pregunta mi mejor amigo desde la puerta.

-Alex vete-le dice mi padre y me levanta la mano, Alex rápido se pone delante de mí y el puñetazo le impacta a él, eso solo me enfada más.

-Alex, ¿Estás bien?-le pregunto, a lo que él asiente.

-¡Liam Harrison vuelve a pegar a mi hijo o al tuyo y llamo a la policía!-grita mi tío.

-¡Se ha metido en medio, iba para el imbécil de Liam!-grita mi padre.

-Chicos, Natalia, venid conmigo-dice a lo que mi madre y mi amigo lo hacen, pero yo me quedo en mi lugar-Liam, vamos, no tienes que aguantar esto-me dice pero no obtiene respuesta.

-Si lo tengo, tengo la culpa de que James esté muerto-digo y me siento indefenso.

-No la tienes, Liam, ibais borrachos, no pensabais bien-dice mi amigo.

-James se iba a escapar-confieso-Su novia estaba embarazada-trago grueso.

-¿Os ibais a escapar?-pregunta mi madre confundida.

-Yo no, James iba a recoger a su novia, yo me iba a despedir de ellos, antes íbamos a tomarnos una cerveza pero se nos fué de las manos y nunca llegamos a recogerla-digo.

-¿Tuvo al bebé?-pregunta mi padre.

-Si, todos los meses les mando dinero y ella a mí una foto-digo mirando a mi amigo.

-¿Tienes su número de teléfono?, Quiero ver a mi nieto-dice mi madre.

-Si-digo.

-¿Que está pasando?-entra Alba a la habitación.

-Soy abuela-dice mi madre, dejando confundida a Alba.

-James era padre-digo y noto su cara de sorpresa.

-¿Dónde vive la chica?-pregunta Alba.

-En Miami-respondo.

-¿Podemos ir a visitarla?-pregunta mi madre.

-¿Es niño o niña?-pregunta mi padre.

-Niña y no lo sé, no la he visto ni yo-digo.

-En mi opinión, creo que es mejor que vaya primero Liam y luego los abuelos, es decir, tiene más confianza con Liam-dice mi tío Alex.

-¿Os podéis ir todos?-digo suspirando, todos asienten y se van, disimuladamente Alba vuelve.

-¿Estas bien, Lilo?-pregunta preocupada.

-Si, es solo que...-suspiro cansado-Esta siendo un día duro-digo abrazándola.

-Lo sé y quiero que sepas que estoy aquí para tí-dice besándome los labios-¿Te ayudo a limpiar?-dice y le sonrío.

Veinte minutos después ya está todo como antes o incluso más limpio.

-Gracias por todo, Alba-digo atrayéndola a mí.

-Liam, para eso están las...-dice y se queda callada.

-¿Las novias?-Le sonrío-Espera un poco y te lo pido-sonrío y a ella se le ilumina la cara.

-¿Cuánto tiempo más?-dice mirándome a los ojos.

-Unas horas, diré que me vas a acompañar a lo de mi sobrina por qué yo no tengo gustl como para saber qué comprarle y te llevaré a una cita-digo sonriendo.

-¿Crees que se lo van a creer?, Es muy básico-pregunta no muy convencida de mi plan.

-Me visto de blanco, negro y gris, claro que se lo creerán-digo riendo.

-Tambien es verdad-me sonríe-Le puedo decir a Ty que nos cubra-dice y asiento.

-¿El masaje sigue en pie?-Le sonrío con picardía.

-En unas horas sí, Harrison-dice para después girarse y caminar hasta la puerta.

-Me gustarían más las vistas si estuvieras en bikini-le sonrío aunque no me pueda ver.

-A mí me gustaría verte en veinte minutos, con el bañador puesto y esos nudillos curados, abajo-me dice y asiento.

-Ahí estaré-digo quitándome la camiseta.

Dicho y hecho, diez minutos después bajo, pasando por la cocina me encuentro a Alba, sonrío al verle en ese bikini, está cogiendo algo de la nevera así que tengo una visión perfecta de su trasero.

-Me vas a matar-digo poniendo su culo contra mí.

-Tengo que ir al sótano a por unas cosas, ¿me acompañas?-pregunta cerrando la nevera y girándose, puedo ver cómo sus ojos se quedan fijos en mis abdominales.

-Claro y mi ojos están aquí-digo cogiendo su cara para que me mirará a los ojos, una sonrisa se planta en sus labios, después me coge de la mano para llevarme hasta el sótano, una vez ahí, encendemos la luz y cerramos la puerta con llave.

-¿Que tienes que coger?-Pregunto agarrándole de la cintura y atrayéndola más a mí.

-Te voy a dar tu masaje-dice besándome en los labios y una sonrisa aparece en ellos, después ataca mi cuello, dejando besos húmedos.

-Alba, aquí no, nos pueden ver por las ventanas-digo apartandola un poco de mí.

-Las cajas las tapan, no nos verán-dice arrodillándose y besando mis abdominales para después bajarme el bañador.

-No tengo condones-digo entre jadeos.

-He escondido antes uno-dice bajando hasta mis partes.

Y en ese mismo sótano, me hizo tocar el cielo como nunca ninguna chica me hizo tocarlo, cuando acabamos nos volvimos a poner la "ropa".

-Hemos tardado demasiado-digo cogiendo las bebidas.

-Al menos no he gritado-dice cogiendo dos latas.

-Pero te he tenido que tapar la boca-digo besándole la mejilla al pasar por al lado.

-Como para no hacerlo, Harrison-dice riendo.

-Yo espero otro masaje por la noche-digo guiñándole un ojo.

-No lo dudes, Harrison, pero esta vez a las 4:15 en mi habitación.

-Hecho-le respondo con una sonrisa.

Esta chica tiene poder en mí y eso me aterra.

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