Capítulo 51

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Alba:
-Mierda-dice mi hermano frustrado.

-Dejarlo tranquilo, está pasando por mucho-dice el entrenador.

-No puede más-digo yo al recordar cómo se desmoronó entre mis brazos.

-Todo le ha venido de sorpresa, necesita tiempo-dice Mario.

-Pero no se lo ponen fácil tampoco-dice Tyler.

-Ya tiene demasiado con su madre y su padre, como para que le jodan más-dice Adrián.

-¿Su madre?-pregunta el entrenador.

-Ha entrado en depresión por el divorcio y Liam le cuida hasta que se quede dormida, después se queda despierto para vigilar que no haga ninguna locura-digo yo.

-Ese chico está aguantando mucho-dice el entrenador.

-Mierda, Liam no merece esto-dice Alex.

-Es solo una mala racha, todo mejorará-intenta animarnos el entrenador y se va dejándonos solos en silencio.

-En unos meses será tu cumpleaños-le digo a Tyler para romper el silencio que se había formado y él asiente.

-A Liam no le gusta celebrar el suyo- recuerda Alex.

-Desde el accidente no volvió a celebrar ningún cumpleaños-dice Mario.

-Recuerdo sus palabras, No volveré a celebrar mi cumpleaños, no si no está James, sin él no hay nada que celebrar-repito sus palabras con una sonrisa triste.

-Y así lo hizo, en su cumpleaños nadie le puede felicitar excepto su familia y amigos, nada de tarta ni soplar velas, nada de regalos, nada de atención, se suele encerrar en su habitación-dice Alex.

-Si antes los odiaba no me imagino ahora-dice Tyler.

-Cuando era pequeño los disfrutaba al máximo, aunque fuera él el centro de atención-dice Rayan.

-Sobretodo cuando soplaba las velas junto a James-digo con una sonrisa triste, ahora cada vez que hacemos esa tradición Alex y yo y Ray y su hermana se tiene que salir de la habitación, le trae demasiados recuerdos y no puede.

-Ese era su momento favorito-dice Mario.

Liam:
Conduzco hasta casa, entro y llamo a gritos a mí madre, no recibo respuesta, eso me pone alerta.

-¡Mamá!-grito y no obtengo respuestas otra vez, subo hasta su habitación, nada, entro en su baño.

Visualizo la peor escena que jamás pudiera haber imaginado.

Siento como el mundo se para y mi corazón se acelera.

Encuentro a mi madre con mi bote de pastillas al lado y una botella de alcohol, está tirada en el suelo-¡Mierda, mamá!-digo la cojo en brazos para llevarla hasta mi coche.
Con cuidado la meto en mi coche y conduzco lo más rápido posible hasta llegar, cuando aparco entro corriendo al hospital.

-¿Que le ha pasado?-Pregunto una médico.

-Se ha tomado un bote de pastillas y se ha bebido una botella entera de vodka-digo nervioso.

-¿Sabes cuáles?-digo y asiento, le pasó mi bote de antidepresivos vacío.

(...)

-Alex, tío-llamo a mi mejor amigo.

-¿Que pasa?-me pregunta preocupado.

-Mi madre está en el hospital-digo y siento algo de mi romperse.

-¿Que ha pasado?, ¿Esta bien?-me pregunta rápidamente.

-Se tomo mis antidepresivos y también  tomó una botella de vodka entera-digo pasando mi mano por mi pelo con frustración.

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