Sábado, 16 de octubre del 2021.
La gente me miraba extraño en la librería.
Está bien, tenía cinco libros eróticos en mis brazos.
Y nada de esto estaría pasando si no fuera porque mi abuela se le habían acabado lo otros libros que se compró y como yo desde hace tres días estaba viviendo con ella, mi abuela d estaba del mejor humor mandándome a comprar libros debido a que yo era joven y podía tranquilamente ir venir sin cansarme.
Bufé.
Tenía sueño, santo diablo, pasar tanto tiempo aquí en algún momento cansaba.
Seguí mirando los libros de la estantería de erotismo, habían muchos que ni conocía y que me daba pena ver las portadas. Santo cielo, ¿por esa mujer estaba medio desnuda? ¿Qué piensan los diseñadores cuando las realizan, en porno?
Esto es mucho para mí.
Caminé al pasillo del aérea de romance solo para huir de esa pequeña (pero completamente traumante) sección. Había cientos de adolescentes revisando los libros en las estanterías y me escabullí entre ellos con naturalidad. Yo no era mucho de leer, no me quedaba tiempo para ello y si lo lograba duraba uno o dos meses en terminar solo uno.
Uno me llamo la atención ya que la portada me parecía muy bonita. Al estar con los brazos llenos, dejé los libros a un lado y tomé aquel libro. Por un instante, leí la sinopsis y me le quedé mirando durante un rato, creo haber escuchado de este libro por mi abuela alguna vez, pero no estaba muy segura. Miré otros libros durante un rato y seguí leyendo sinopsis.
— ¿Necesitas ayuda?
Me giré, una chica estaba apoyaba en la estantería mirándome como si desde hace tiempo que está parada allí. Sonrió. Su cabello caía encima de uno de sus ojos cafés, se acercó y miró el libro que tenía en la más.
—Es un buen libro—admitió—. ¿Sabías que apenas comenzó la preventa tuvieron que hacer una cuarta edición? —dijo, sonriendo felizmente y con orgullo.
Le sonreí de vuelta.
—La autora debió estar muy feliz.
— ¡Ja! No tienes ni idea, lloró todo el día de la felicidad—comentó como si me conociera de toda la vida y no me parecía para nada incomodo—. Bueno, ¿Si necesitas ayuda?
Me encogí de hombros.
—Creo que sí.
—Vamos entonces—tomó los libros eróticos y los observó. Esperé que dijera alguna cosa sobre ellos, pero solo sonrió.
— ¡Cami, Cami!
Giramos hacia tres chicas que caminaron hacia ella. Ella sonrió y las niñas comenzaron a chillar.
Okey...
— ¿Podríamos hacerte unas preguntas?
—Esperen un segundo, ¿si? Tengo que ayudar a la chica—les guiñó un ojo—. Luego soy toda suya, señoritas.
Me hizo un gesto y comenzamos a hacia otra sección, agarró algunos libros y me cambio por otro, diciéndome el motivo, algunos los ordenó perfectamente y siguió observado sinopsis.
— ¿Trabajas aquí?
—Más o menos, siempre vengo así que y ayudo a todos, me pagan y todo... así que si podría decirse que trabajo aquí—me sonrió. Al llegar a la caja, un chico estaba en la allí leyendo un libro—. Hey, Louis.
— ¿Hum? —levantó la vista y sonrió. Miró todos los libros que teníamos y nos ayudó a colocarlos en la mesa—. Hola, ¿todos estos libros?
—Creo que dejaré estos dos—saqué dos eróticos. No creo que mi abuela se leyera tres libros tan rápido.
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El caos que somos [BORRADOR]
FanfictionHades era una tormenta caótica. Analise fue un cielo soleado y otras veces con lloviznas. Para Hades, tener a su novia a miles de kilómetros de distancia nunca fue fácil. Nunca. Mucho menos cuando se encuentra cara a cara con una inquisitiva mujer d...