👩🏻‍⚕️ Capítulo 27| Los latidos.

537 56 34
                                    

A la mañana siguiente una tal Daniela llamó a Raquel ya que en su universidad ocurrió algo con sus papeles y Ares tuvo que llevarla al aeropuerto, no quise ir y solo me despedí de ella dándole un adiós.

Había llamado a la doctora López y le conté sobre mi estado. Estuvo muy feliz de atenderme durante todo el embarazo y no podía estar más agradecida por ello. Mi madre me había llamado preguntando sobre todo y como estaba por aquí, me sentí algo mal al no poder decirle sobre mi bebé, pero esas cosas no se contaban por celular y quería decírselo cuando fuéramos de viaje a Italia ya que mi abuela quería ir a ver a mi abuelo.

Salí del departamento y caminé hacia el hospital. Tenía algo de tiempo sin caminar (ya que a donde Ares iba, muchas veces iba con él para aprovechar ir a lugar que tenía que ir) y se sentía bien, claro, aunque luego de algunos meses se me haría muy cansina esta actividad.

Al llegar al hospital me sorprendí al que en la sala de espera estaba María y Marlon.

Oh, oh.

-Hey.

María se giró hacia mí como si me hubiera sentido y entrecerró los ojos. Me daban miedos sus ojos oscuros, junto ahora parecía que quería saltarme encima y darme un puñete.

Ya se enteró.

Miré mal a Marlon.

-Te dije que no le contaras.

-Se me salió-se disculpó.

Rodé los ojos y miré a mi mejor amiga.

-María, te quería contar...

- ¿Si? ¿Cuándo, el día de la pera o qué? -gruñó-. Joder, Analise, debías contarme. Esto no es algo que se puede ocultar como cuando te comiste mi dulce de leche, porque sí, obviamente me enteré que no se lo comió un mapache. Esto es un bebé, UN BEBÉ-recalcó.

-Quería decirte pronto, pero he estado algo olvidada de todo.

-Aja, ¿y hoy? Viniste hacerte un ultra-sonido sola y no nos ibas a decir-Negó con la cabeza-. Estoy enojada contigo, pero quiero ver a la criatura.

-Te apoyaremos en todo-lo siguió Marlon con una pequeña sonrisa-. Yo seré el tío consentidor y María la tía histérica.

- ¡Oye! -le dio zape.

Eso me hizo sonreír.

-Muchas gracias por estar conmigo y perdón por hacerles creer que no confío plenamente en ustedes-lo abracé y ellos me correspondieron, riendo.

- ¿Y de verdad ni sabes el numero del padre de tu bebé? -Preguntó María cuando nos alejamos-. Quién sabe, hasta él podría ser un conde o algo así.

-Muchas películas-le dijimos Marlon y yo al mismo tiempo.

Ella rodó los ojos.

-Solo digo que es una posibilidad.

-Una a muchos años luz de que se cumpla, María Magdalena-Bufó mi primo.

- ¿Cuántas veces voy a tener que golpearte par que dejes de llamarme así, Marlon patricio?

Intenté ahogar una risa.

-Lo peor es que combinan los nombres, experimento de orangután-dije para picarlo.

Rodó los ojos, fastidiado.

- ¿Podemos simplemente ver a mi pri-sobrino y dejar de fastidiarme?

María rió. Arreglamos la cita que ya tenía prevista Jules, "la chica del orden" como le llamaban algunos porque arreglaba perfectamente cada cita y cirugía, cosa que hasta para mí era agobiante.

El caos que somos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora