👨🏻‍⚕️ Capítulo 25| La conversación.

478 53 23
                                    

ARES HIDALGO.

Analise se levantó tomando una pila de ropa y fue a su habitación. Observé a Raquel que ya me estaba mirando. Sabía que merecía una explicación, pero no podía tenerla con Analise aquí.

— ¿Cómo estuvo el viaje?

—Bien.

Estaba molesta.

—Bruja...

—Ares, ¿quieres que lleve tu ropa por ti y la coloque en tu armario? —apareció Analise de la nada.

Suspiré y asentí.

—Gracias, Chaki chan.

Sonrió y se encogió de hombros.

—No hay problema—observó que Raquel no nos miraba ya que estaba revisando algo en su móvil y gesticuló—. Habla con ella. Se ve mal.

Asentí.

— ¡Ah, mira, es mi abuela! —Analise sacó su móvil del bolsillo y contestó, de inmediato alejó el celular de su oreja—. Abuela, no es necesario que grites... sí, entiendo que se te acabaron los libros... vale... pasaré por una librería de camino y TE COMPRO UN SOLO LIBRO ¿está bien? —Rodó los ojos—. Abuela, no, pues tendrás que leer las palaras lentamente para que te dure porque me vas a dejar en la ruina... no, dejé de trabajar ahí... cuestiones que estrés... bien, te quiero. Adiós.

— ¿Qué ocurre? —doblé una de sus camisas y la puse en su pila.

—mi abuela ya se leyó todos los libros que le di y me pide que vaya por mas—se encogió de hombros y miró por la ventana—. Iré para allá.

Agarró mi pila de ropa que ya no era mucha y la llevó a mi habitación para luego volver por su pila de ropa y la llevó a su habitación, al volver a salir ya estaba completamente cubierta con guantes, gorro y abrigo. Elevé una ceja.

—No ha llegado al invierno.

Se encogió de hombros.

—Estamos en otoño y ya el clima se está poniendo más frío. No me quiero resfriar—tomó la llaves y su celular.

—Puedes llevarte mi auto.

Se detuvo en seco y giró, mirándome como si me hubiera salido tres cabeza y fueran un alíen.

—El sol del entretenimiento te afectó, ¿verdad?

Rodé los ojos.

—Es solo para que no tomes un bus.

Negó con la cabeza.

—No, gracias, no me gusta utilizar cosas que no son mías. Luego se dañan y...—negó con la cabeza otra vez, como si la idea le horrorizara—. No, gracias. Me voy, ¡no destrocen la cama!

Y se fue.

Apenas la puerta se cerró nos quedamos en silencio. Me levanté y me giré hacia ella, ella me miró y también se levantó.

— ¿quieres algo de tomar?

Negó con la cabeza.

— ¿Hace cuanto ella vive aquí, Ares? —estaba muy seria. Sus ojos brillaban de enojo y la entendía.

—Hace casi más de dos meses.

— ¿y no pudiste decirme? "hey, Raquel, tengo una amiga viviendo en mi piso" —dijo intentando hacer voz grave—. Pero no, no me dijiste nada cuando hasta tenido el tiempo, Ares.

— ¿Estas celosa? Bruja, sabes que yo-

— ¡No estoy celosa! Estoy molesta, me molesta que me ocultaras que tienes dos meses viviendo con una chica en tu piso y yo ni enterada. Estoy molesta porque me siento traicionada—se cruzó de brazos—. ¿Qué otra cosa me estás ocultando? Digo, ya que estamos hablando de tus mentiras, podemos sacarla todas a la luz de una vez.

—No te he mentido, Raquel, si hubiera salido el tema, te lo hubiera dicho. Pero es que estos días han sido un caos—suspiré—. Estoy apoyando a Analise en algo y he terminado igual de exhausto que ella. Debes comprender eso, bruja—me acerqué—. Raquel, el día que escuchaste su voz en la video-llamada te lo iba a decir, pero luego... no tengo excusa, pero se me olvidó.

—Es que no tenía que ser necesario que saliera el tema, tenías que TU contarme sobre eso—dijo disgustada—. Ares, te quiero, pero de verdad estoy muy molesta ahora.

—Lo sé, y lo comprendo—la tomé de la barbilla y la hice mirarme—. Y también debes saber que te amo, que no hay un dios griego sin su bruja.

No sonrió, pero al menos la neblina de molestia que nublada sus ojos se disolvió.

—Te he extrañado—murmuré acercándome a sus labios.

La besé y ella poco a poco comenzó a seguirme el beso que terminó conmigo en mis brazos llevándola a mi habitación.

***

—Ella es hermosa—la voz de Raquel rompió el silencio.

— ¿Quién? —pregunté mientras acariciaba su brazo.

—Ella, Analise, es preciosa—me miró, recostándose en mi pecho—. ¿No te parece?

Me quedé pensando un segundo. Si, Analise era muy linda con el cabello negro y largo, y los azules que me divertía en ver como brillaban al estar enojada o quería decir algo. Siempre sonriendo y teniendo un nivel de sarcasmo casi igual al mío.

—Sí, supongo—la miré con incógnita—. ¿A qué se debe que hablemos de la Chaki chan en este momento, bruja?

—Nada en especial, solo es un comentario.

Sonreí divertido.

— ¿Ahora estas celosa?

Bufó.

—Solo es una pregunta.

—Ajá.

Me miró mal.

—No me mires así.

—Yo no te estoy mirando de ninguna manera.

—Claro que lo haces, me miras como si no me creyeras cuando lo que te digo es verdad: no estoy celosa. Solo pregunto.

Sonreí y besé suavemente sus labios.

—No miro a más nadie. Solo a ti, bruja.

Sonrió.

—Lo sé, pero es que ella...—rio sin humor—. Se parece a ese tipo de chicas que mirabas antes de mí.

Me quedé pensativo un segundo. No, Analise no era tampoco como esas chicas. Analise era natural por fuera y por dentro y se mostraba como era, siendo una loca cuando explotaba y con un corazón mucho más grande que Rusia.

—Pero tú lo has dicho, bruja: eso fue antes de ti. Ahora estoy contigo, y eso es lo importante.

Nos quedamos en silencio nuevamente, mientras yo daba unas caricias por su espalda. Me era increíble estos momentos con Raquel: un silencio con alguien, sería incomodo, pero no con ella. Jamás con ella.



_________________

ERES DE ANALISE, BOLUDO.

*c enoja*

no se cuando voy a actualizar porque se me acabó la inspiración. creo que está semana me voy a poner a escribir lo que pasará en los capítulo y luego vuelvo.

diganme su frase favorita de la historia! claro, si hay algo que a ustedes le gusta.

a mi me encanta la que le dijo Ares a Analise sobre mandar a la mierda a esas personas que criticaron tus sueños. 

un beso de queso :D

El caos que somos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora