👩🏻‍⚕️👩🏽‍💼Capítulo 43| El entendimiento.

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ANALISE REYNOLDS.

Hoy era un día importante para Ares.

El doctor Holmes había seleccionado a tres estudiantes para estar con él en la sala quirúrgica y ser parte de la cirugía. Ares obviamente había sido seleccionado como uno de los estudiantes y hoy a las ocho de la noche sería la cirugía.

Tarareaba una canción de Britnee Spears mientras cocinada la lasaña de berenjena. Eché la crema de cebolla encima de las lonjas de berenjena y la carne, luego eché el queso de vaca. Listo. Tomé los embaces y los coloqué en el microondas sin encenderlo ya que todavía era muy temprano y solamente era derretir el queso para que estuviera listo.

- ¿Qué huele así? -llegó Ares a la cocina.

Le sonreí y señalé el microondas.

-Lasaña de berenjena.

Elevó una ceja.

- ¿Eso existía?

-Muy gracioso-rió y se sentó en la encimera mientras que yo limpiaba mi desastre-. Sabe muy bien, te lo aseguro.

-Confiaré en eso-le saqué la lengua-. ¿Qué harás mientras yo no este?

Lo miré.

-Iré contigo.

Elevó sus cejas.

- ¿Irás?

Me reí por esa pregunta tan tonta-. Obviamente, Hidalgo. Este día es importante para ti.

-Estas embarazada.

- ¿Y? no estoy parapléjica y estoy acostumbrada en pasar largo tiempo en el hospital, solo quiero estar si necesitas algo o cuando salgas.

Sonrió.

-Gracias, Chaki chan.

-Siempre, Hidalgo.

***

Caminé detrás de Ares con los dos botes de lasaña en mis manos. Sería cuando saliera y podría calentarlo en el microondas del hospital.

-Ares más despacio, vas muy rápido.

Se detuvo en seco y se giró, dándome una sonrisa de disculpa. Rodé mis ojos y tomó mi mano, se la apreté ignorando a mi corazón comenzando a acelerarse como un idiota.

Dios, parecía que me iba a dar taquicardia.

Miré nuestras manos y observé con cuidado que no se le ocurriera rozar la vena que iba a mi corazón, porque se notaba perfectamente que estaba bombeando muy rápido. Miré al frente y muchos de mis conocidos me vieron con los ojos abiertos como platos al notar mi embarazo. Le sonreí a Jules que simplemente me dio una inclinación de cabeza al estar tan llena de trabajo en la mesa.

Caminamos al piso de cirugías, ahí estaban los otros dos estudiantes y una doctora. Ares se giró en mi dirección y me abrazó.

-Si te aburres, llama a tu primo y te quedas con María-dijo.

-Soy paciente y ya te dije que quería quedarme.

Le sonreí para afirmarle mis palabras y él también me sonrió. Me dio un beso en el cabeza y luego miró mi cuello.

-Siempre lo llevas contigo.

Apreté el collar y mi sonrisa se volvió un poco más grande.

-Es un regalo que me encanta.

Ares caminó hacia los demás y entraron a la sala. Me quedé sola en el pasillo y fue a la cocina del hospital para guardar la lasaña. Bajé al último piso y le dije a Grecia, la cocinera, que me lo guardara. Ella con mucho gusto lo hizo y hablamos rápidamente de mi embarazo. Volví el piso de las cirugías y me senté en la silla, sacando mi celular.

El caos que somos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora