👩🏻‍⚕️ Capítulo 26| La práctica.

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ANALISE REYNOLDS.

El doctor Holmes no había parado de mandarme mensajes y llamándome (no sabía cómo diablos había conseguido mi número)

Ares y Raquel no me dejaron dormir anoche.

Al salir de mi habitación a las tres de la tarde ya que me la pasé leyendo el libro que me compré hace tiempo (dejándome un mar de lágrimas, pero eso no es lo importante) y entré a la cocina, los vi a las dos platicando y sonriendo como dos idiotas y se me revolvió mas el estomago de lo que estaba. Miré que Ares que llevó un cigarrillo a sus labios e inmediatamente me acerqué y se lo arrebaté.

—Buenas tardes para ti también—soltó con sarcasmo.

—No quiero volver a ver uno de esos por un tiempo—murmuré con la voz ronca por echarme a llorar contra la almohada. No tengo ganas de leer los otros ni por error.

— ¿Por qué parece que sacaste toda el agua de tu cuerpo? —Lo fulminé con la mirada—. Te ves horrible.

—El poder de un libro—me encogí de hombros. Tomé mi tacita de patito y vertí chocolate en ella—. Hola, Raquel.

—Hola, Chaki chan—dijo con diversión.

—Solo el Hidalgo me llama así—me giré a mirarla y de inmediato me di cuenta del tono que empleé—. Disculpa, ando sensible hoy. No quise de hablarte de esa manera.

—Oh, vale.

Le di una mirada de disculpa, pero ya estaba con su vista fija en su café. Suspiré y me senté frente a ellos.

—Y...—los miré por encima de mi tasa en cuanto di un sorbo—. ¿Cómo se conocieron?

— A través de mi ventana—dijo Raquel con simpleza.

Los miré confundida a los dos.

— ¿Ah?

Ares sonrió.

—Como dijo Raquel.

—Es que no entiendo...—bebí otro sorbo—. ¿Estabas mirando por tu ventana, lo viste pasar y mágicamente te vio a ti y terminaron enamorados, o qué?

Los dos negaron.

—Fue más complicado que eso—admitió Ares.

Raquel, asintió de acuerdo.

—Mucho más—se acomodó—. Mira, te contaremos lo esencial: todo comenzó con la clave de mi wifi...

Esto se convirtió en una media hora.

—Déjenme ver si entendí—la detuve, ya andaban contando lo de una fiesta de Halloween, aunque se notó que solo me contaron la espuma de la historia, lo profundo de eso se lo guardaron—. Ustedes eran vecinos. A Raquel le gustaba Ares de chiquita pero no se acercaba. Ares sabía de tu enamoramiento por él y también le llamabas la atención. Ares, siendo rico, se hizo pasar porque no tenía wifi y te hackeó la laptop para saber tu contraseña, pero él solo quería que mantuvieran unas palabras y por eso se puso en el patio para que lo vieras ¿lo estoy pillando?

Asintieron.

—Tengo dudas—señalé a Ares—. ¿Se puede saber por qué no simplemente le dijiste "Hola" y comenzaste una relación como la gente normal?

Se encogió de hombros.

—No lo pensé.

Idiota.

—No—rodé los ojos—. Y Raquel se creyó esa de que no tenías wifi cuando vivías en una mansión, tienes una camioneta cara y te vistes con ropa de marca—suspiré—. De verdad, yo si te hubiera tirado agua caliente, por muy enamorada que estuviera de ti. Fue estúpido lo de hackear la laptop.

El caos que somos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora