El universo estaba de mi parte, y no estaba viendo a Ares muy a menudo.
Pasaba su mayoría del tiempo hiendo a la universidad, haciendo sus entrenamientos y arreglando sus papeles para graduarse como también estaba haciendo sus prácticas. Y yo por otro lado, apenas escuchaba la puerta me iba disque a dormir a mi habitación porque él entraba y se sentaba un rato en mi cama.
También me estaba sintiendo un poco mal, porque lo escuchaba suspirar con cansancio y me murmuraba lo que hizo ese día, el primer día que lo hizo casi me saltan las lágrimas por ser tan idiota y estar haciéndole un agujero a nuestra amistad que cada día se volvía más grande y menos fácil de arreglar. Era difícil no levantarme y abrazarlo. Pero me contenía. Porque él me devolvería el abrazo como un amigo cuando yo sentía que lo quería unir a mí porque le quería, porque estaba enamorada de él.
Qué situación de lo más horrible era la que me encontraba.
Escuché la puerta ser abierta y me espanté. Ares no llegaba hasta las nueve y eran apenas las cuatro, maldije y cuando intenté salir de la cocina, Ares entró. Sus ojos se escanearon de arriba abajo y se quedaron en mi barriga. Sonrió.
-Vaya, saliste de tu cueva.
-Sí, yo...
Se acercó a mí, quitó el vaso de mi mano y me levantó la barbilla por lo que involuntariamente tragué saliva cuando mis ojos colisionaron con los suyos.
- ¿Por qué te escondes de mi? -Ya no había rastro de sonrisa, solo me miraba-. He esperado paciente cada puñetero día para que me digas que diablos te pasa y nada-frunció el ceño-. ¿Qué hice para que intentaras separarte de mí?
Santo diablo, decía algo más y me iba a echar a llorar.
-No hiciste nada-farfullé.
- ¿Entonces?
-Solo he estado muy cansada-me encogí de hombros.
Me miró mal.
-Claro-se rió con sarcasmo-. ¿Todos los días?
-Ares...
-Estás mintiéndome-murmuró, mirando cada milímetro de mi rostro-. Te conozco, ¿Por qué me mientes?
Porque te quiero y eso está mal.
Nos quedamos en silencio mirándonos a los ojos. Sus ojos me atormentaban porque me exigían la verdad, y su mano todavía en mi barbilla no me dejaba apartar la vista, siquiera no podía intentar irme a mi habitación porque él estaba frente a la puerta y tendría que rodearlo, cosa que sé que no me dejaría hacer.
-Lamento intentar alejarme de ti-eso si lo decía en serio. Su mirada se suavizó-. Nunca debí hacerlo-me reí-. ¿Cómo alejarme si...?
Tocaron la puerta de la casa.
Ares giró su cabeza hacia la puerta y luego me miró.
- ¿Cómo alejarte si qué?
Sonreí con falsedad. Bien, si el universo no quería que le dijera... pues no le diría. Adiós al valor que tuve durante dos segundos.
- ¿Cómo alejarme si vivo contigo? -Rodé los ojos-. Imposible.
Se quedó mirándome un largo rato, analizándome. Luego asintió lentamente y sonrió.
-Me alegra que no sea muy fácil cumplir tu propósito-besó mi frente y alborotó mi cabello. Reí y él sonrió más-. Iré a abrir, ¿Qué quieres cenar hoy?
También sonreí.
-Pollo.
Me guiñó un ojo.
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El caos que somos [BORRADOR]
FanfictionHades era una tormenta caótica. Analise fue un cielo soleado y otras veces con lloviznas. Para Hades, tener a su novia a miles de kilómetros de distancia nunca fue fácil. Nunca. Mucho menos cuando se encuentra cara a cara con una inquisitiva mujer d...